Cambio tarjeta de crédito de 8 bolívares por una de Mir rusa

Mi tarjeta de crédito me respalda con medio dólar, es decir, un litro de gasolina. Ni con el medio dólar, ni con el litro de gasolina se llega lejos ¿Cómo y cuando llega ese cura a Roma? Ya no hay mastercard que valga. Las tarjetas de crédito hoy ocupan un lugar en la cartera, sin peso alguno, porque 8 bolívares mas el financiamiento especial que son 8 mas, no llegan ni al bono más bajo que ofrece el gobierno a la población.

Es cierto que la situación del país a simple vista parece no estar en condiciones para que los bancos financien tarjetas de crédito; pero, también es cierto que hay campañas de esos bancos, tratando de captar tarjetahabientes invitándolos a solicitar tarjetas de crédito. Entonces, ¿Por qué no aumentan los límites a los antiguos clientes? Imagino que por viejos, jubilados, pensionados, pero sobre todo por limpios. Más vale así.

Mi tarjeta envejece, y de seguro el banco no la renovará como lo hacía en otras épocas, cuando llegaba sin ser solicitada, nuevecita, por correo y uno andaba feliz porque el límite alcanzaba para ir al mercado, a la venta de repuestos, al bar, etc. Ahora no, con los actuales salarios, hay que reconocerlo, es imposible pagar en dólares el capital y el interés a los bancos por el uso de la tarjeta.

Así que, el destino de mi pobre tarjeta es incierto. Posiblemente, caduque y muera en mi cartera con guardia de honor, entre el carnet del PSUV y el carnet de la patria. Sin embargo, como existen los milagros, también es posible que alguien me la cambie por una tarjeta de Mir rusa. No es lo mismo 8 bolívares que Mir. De no ser así, seguiremos picando queso con ella.



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Jesús Rafael Barreto


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