Su muerte no lava sus culpas Señor Caldera

Yo no se que es lo que piensan algunos titubeadores de oficio, o izquierdistas de cafetín, que en unas circunstancias se comportan de una manera, opinan de igual forma, como lo más rancio de la derecha, sin tener una posición definida en la vida. Es increíble la falta de memoria por parte de quienes hasta ayer nomas, le restregaban a la cuarta república, de la cual Rafael Caldera era una de sus figuras emblemáticas, todos los crímenes contra el pueblo pobre. Hoy esos mismos opinadores, se les olvida los crímenes que el ex presidente Caldera cometió contra los estudiantes y contra la clase obrera de este país. Hasta el mismo diario “el correo del Orinoco”, en el comentario de la muerte de este oligarca anti pueblo, omite de manera frustrante, todas las acciones que contra Venezuela, su población e independencia nacional realizó es señor, sobre todo los estudiantes, campesinos y obreros asesinados por la policía política de Caldera, lo mismo que leoni, Betancourt y CAP, al servicio de los gringos ¿Acaso no estuvieron todos los terroristas de la gusanera cubana asesinos, en la policía de Caldera? ¿no fue Caldera cómplice del descarado robo de Eduardo lapi en la gobernación de Yaracuy?

Debemos empezar por destacar, que Rafael Caldera, fue cómplice activo de la masacre que contra los estudiantes, obreros, campesinos y pueblo en general hizo Rómulo Betancourt, dio su aprobación a la estrategia de forzar al partido comunista y otras organizaciones populares para que tomaran las armas como única forma de defensa ante el acoso, persecución, tortura y asesinato de los militantes revolucionarios de la época. No se puede olvidar el dolor que hoy siguen viviendo los familiares de los desaparecidos de esa hipócrita política de supuesta pacificación, cuando se asesinaba a estudiantes tan solo por manifestar, no debe olvidarse el allanamiento de las universidades, mas aun, de la UCV, con tanquetas y el ejercito sembrando terror, expropiando el jardín botánico, cerrando definitivamente las escuelas técnicas industriales, llenando los calabozos de los cuerpos de seguridad militar y civil de estudiantes, obreros, campesinos y de los familiares de éstos que no los delataban. La mal llamada pacificación, fue una jugada estratégica para que sus soplones o delatores, como Teodoro Petkof, Américo Martin, Pompeyo Márquez, y otros traidores cobardes que se enlistaron en las guerrillas para pajear, se dieran su paseíto de supuesta indulgencia y disimularan sus culpas, ejerciendo cargos públicos para aplicar políticas contra el pueblo ¿Verdad Teodoro?

Yo quiero que alguien me diga en que mitiga el dolor de la perdida de un hijo, etc. de una madre, padre, hermano, o cualquier familiar, la muerte de ese señor. Lo que da es rabia, por que se fue sin recibir el castigo de la ley de hombres, algo parecido a Pinochet. Ese señor no era un angelito, ni su familia tampoco ¿recuerdan a Andrés Caldera?, el famoso pimentón ¿es ese hijo de caldera un ejemplo de dignidad y honradez? Después que el papá lo destituyó por ladrón, ¿hizo que devolviera los reales que se apropió a la sombra de él? ¿Es ejemplo de honradez y formación ejemplar de familia, el descarado robo que Juan José Caldera hizo en funda barrios, cuando estafó a la población con las casas de la urbanización Juan José de Maya en Yaracuy? Allí se engañó a la gente vendiéndoles unas supuestas viviendas dignas y, luego les entregaron unas cajas de fósforos inservibles, esa Urbanización Hoy, es dolorosamente un antro de delincuencia, las familias honestas que allí habitan viven en estado de terror por el hampa, producto del hacinamiento y lo insalubre de la construcción de esas viviendas precarias, Juan José “el Angelito”, se llevó una buena tajada. ¿Es decente y honrado, desangrar como se hizo con el hipódromo la rinconada, cuando todos los meses le remitían a la señora Alicia de Caldera, 100 mil dólares para mantener el museo de los niños?

No compatriotas, la memoria no debe ser tan frágil ni tan complaciente, las penas y sufrimientos causados por Rafael Caldera al pueblo Venezolano, no se deben olvidar con un simple hecho natural. Si hay algo triste de todo este espectáculo circense, es la impunidad en hacerse justicia, la desvalorización y desprecio al dolor del pueblo mancillado, vejado y entregado a poderes transnacionales. Me importa un bledo la reacción de los fariseos hipócritas que ahora se quieran poner un disfraz de olvido y engaño, me importan poco las ofensas y criticas que me lancen, lo que digo es la verdad y les guste o no así se quedará, pese a la mentira mediática e interesada. No me lo contaron lo vi, lo viví y lo sentí en carne propia.

Lo del indulto a Chávez, fue por obligación, debido a la presión del pueblo, si no lo hubiera hecho, se hubiera vuelto a encender la pradera, ténganlo por seguro. Como se incendiaria si trataran de sacarlo otra vez por las malas o por trampa y engaño. Ojala exista el castigo divino entonces podrán y podremos tener un poco de alivio las victimas de Rafael Caldera.


javierdelvallemonagas@gmail.com


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Javier Monagas Maita


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