Lo que yo pienso, no es satisfactorio ni suficiente

Como lo veo lo escribo CXV

Aproveché enero para salirme del cuadro político donde irremediablemente siempre caemos y donde no vemos más allá de lo que nos circunda y lo que veo desde afuera es el resultado de no cultivar la conciencia y los ideales en el Pueblo venezolano. La abulia que se esta reflejando en el Proceso Bolivariano se siente en el aire, el empuje que se trata de llevar no recibe eco como el canto de los patos según dicen algunos o será que no se diferencia del escuálido, que es la explicación practica de lo antes dicho. Ojo recuerden que para mí un escuálido es todo aquel que atente contra la Patria y su Pueblo sin distingo de clases, religiones o ideales.

Pareciera que la mayoría de los intelectuales del conocimiento psicológico y del comportamiento humano no son capaces de salirse por un momento del cuadro en que permanecen, para percatarse que hay incongruencias que van minando las expectativas, debilitando la motivación y produciendo decepción en los cuadros revolucionarios; Por ejemplo, la vuelta del Comandante Arias Cárdenas al proceso, después de oírlo comparar a Chávez con una gallina y verlo en un video en Fuerte Tiuna los días del golpe del 11-A, junto a un Orlando Urdaneta; confunde y disgusta a más de uno y me pregunto ¿ con que moral enjuiciaremos a los otros civiles y militares que atentaron esa vez contra la Patria y su Pueblo.

Sabemos de la capacidad de perdón de nuestro máximo líder pero hay que advertirle que hay otras formas de ayudar a su compadre y compañeros arrepentidos, sin tener que meterlos en este proceso que traicionaron, y donde son rechazados por los bolivarianos que desprecian esas actitudes rastreras, que algunos tratan de ocultar o suavizar diciendo que son momentos políticos y allí se vale todo olvidando que los principios de respeto y consideración no deben ser manchados por nada.

Es más, esta comprobado que en los momentos de confrontación es donde sale a relucir muchas verdades aunque algunas suban de tono según la capacidad de tolerancia de los contendores. Por eso muchos prefieren lavar los trapos en casa aunque algunos de los actuales representantes públicos no se han percatado que la casa en su caso es toda Venezuela y se empeñan en ocultar y silenciar los actos bochornosos de sus amigos, familiares y compadres.

No es satisfactorio ni suficiente

Ya hace tiempo escribí un mensaje titulado “Sumando escuálidos y restando bolivarianos” y lamentablemente esa operación sigue acelerándose. El presidente no quiere reconocer que no tiene tino para elegir a quienes deben fortalecer el proceso. A su alrededor mantiene a muchos que se codearon y les creció rabo de paja junto a esa rancia oligarquía contra la que lucha el proceso bolivariano. Muchos de ellos no son capaces de evitar la corrupción, ni el burocratismo que la alimenta, ni los intentos de desestabilización de sus poderosos amigos con quienes compartieron noches de tragos y farras, con los que se copiaron en los exámenes cuando estudiaron juntos, con los que los llenaron de halagos y los hicieron ascender en su vida particular y política, son muchos los agradecimientos que los amarran a esta casta privilegiada y que permiten que la justicia no se cumpla.

Mientras tanto una inmensidad de verdaderos bolivarianos han sido desplazados y marginados del proceso, los intrigantes, los vivos, jala bolas, pedilones y aprovechadores de oficio, están socavando al proceso por dentro, quien no calle irregularidades y proponga soluciones va para fuera como contrarrevolucionario. Se escogen currículos del pasado que contribuyeron con la IV, o silenciaron sus desmanes, sabiendo que muchos de los escogidos convivieron con los que llevaron a Venezuela al borde de un pozo séptico, desechan aquella verdad de Bertolt Brecht, de que los hombres que luchan toda la vida son los imprescindibles.

Ahora muchos de ellos se montan sobre los Consejos Comunales ofreciendo recursos para engatusar de nuevo, en vez de constatar primero como todo buen bolivariano que esos Consejos Comunales fueron elegidos por Asambleas Populares validas y esto solo podría certificarlo el CNE en que tanto confiamos, de lo contrario nunca estaremos seguros de la legitimidad de esa nueva representación popular que es fundamental para detentar el verdadero poder del pueblo.

Por un lado el pueblo pide que cese la impunidad y por el otro policías, fiscales y jueces hacen oídos sordos y hasta algunos son capaces de colaborar con la fuga de muchos de estos delincuentes políticos, caso como el de los Poleo, Carlos Ortega, etc., etc., son ejemplo contundente de que se necesita un cambio radical en todo el estamento judicial desde lo preventivo hasta la condena judicial.

No sólo es suficiente con la demostración de disgusto del Comandante al ver como ha sido engañado y burlado en su buena fe en unas obras abandonadas, retrazadas o no ejecutadas, hace falta que sus responsables sean mostrados al publico para que con su debida defensa sean juzgado por sus comunidades en primera instancia y por el pueblo en general para que emita su sentencia final.

Tampoco es suficiente con que el INDECU salga a buscar los rublos alimenticios acaparados o que negocie con los que aumentaron los precios sin consulta, pena le debería dar que a su paso los buhoneros tenga la azúcar a 3 y 4 mil bolívares y que la carne como ejemplo se encuentre a 16 mil. Hace falta que se aplique el estudio de costo de los productos para certificar y explicar su aumento.

Ni es suficiente con que los altos funcionarios públicos se rebajen los groseros sueldos que ostentan, hace falta un estudio real del salario que le corresponde en cada nivel de responsabilidad que ejerce cada venezolano, partiendo de un sueldo mínimo que satisfaga plenamente la cesta básica que incluye alimentación y gastos comunes de educación, salud y vivienda. Que reconozca los años dedicados y no como ahora que el sueldo mínimo alcanzó a muchos con más de 20 años laborando.

Tampoco puede existir satisfacción en una nacionalización de empresas básicas indemnizada o comprada a quienes usufructuaron de sus ganancias atropellando a sus trabajadores y pisoteando la soberanía venezolana. Debe investigarse a fondo el desempeño de estas transnacionales y sus cancerberos y dejar que sus trabajadores y el pueblo decidan lo que se merecen.

Cuando el Comandante Chávez pide a la Asamblea Nacional que busque la forma de sancionar a los que valiéndose de su cargo público han defraudado los intereses de la Patria y su Pueblo se olvida que en el 2001 fue sancionada la Ley Orgánica del Poder Ciudadano, de la cual les transcribo algunos artículos que le atribuyen esta responsabilidad:

LEY ORGÁNICA DEL PODER CIUDADANO

Artículo 1 El Poder Ciudadano forma parte del Poder Público Nacional y se ejerce por el Consejo Moral Republicano, el cual es su órgano de expresión, integrado por el Defensor o Defensora del Pueblo, el Fiscal o la Fiscal General de la República y el Contralor o Contralora General de la República

Artículo 5 Los actos, disposiciones y resoluciones que dicte el Consejo Moral Republicano estarán dirigidos tanto a los funcionarios públicos como a los particulares, con excepción de aquellos actos que tengan contenidos sancionatorios.

Artículo 6 En el ejercicio de la atribución contenida en el numeral 1 del artículo 10 de la presente Ley, se entenderá por ética pública el sometimiento de la actividad que desarrollan los servidores públicos, a los principios de honestidad, equidad, decoro, lealtad, vocación de servicio, disciplina, eficacia, responsabilidad, transparencia y pulcritud; y por moral administrativa, la obligación que tienen los funcionarios, empelados y obreros, de los organismos públicos, de actuar dando preeminencia a los intereses de Estado por encima de los intereses de naturaleza particular o de grupos dirigidos a la satisfacción de las necesidades colectivas.

Artículo 10 El Consejo Moral Republicano tiene las siguientes competencias:
1. Prevenir, investigar y sancionar los hechos que atenten contra la ética pública y la moral administrativa.
2. Velar por la buena gestión y la legalidad en el uso del patrimonio público.
3. Velar por el cumplimiento de los principios constitucionales del debido proceso y de la legalidad, en toda la actividad administrativa del Estado….

Atentamente,

luisdiaz@yahoo.es


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Luis Díaz


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