El pueblo en vivo y lector, y hasta el pueblo de a pie, disfrutó la Feria Internacional del Libro (FILVEN)

La Feria Internacional del Libro de Venezuela-Filven 2018

La Feria Internacional del Libro de Venezuela-Filven 2018

Credito: web

20 de noviembre de 2018.-Con una emoción indescriptible, se sintió durante diez días (del 08 al 18 de noviembre), la fiesta de la Feria Internacional de Libro (Nro. 14), en el Casco Central de Caracas.

Digo fiesta, porque fue la fiesta de la vida y de la palabra, a través del libro (su frase nos quedó en el alma: "Leer es vida"). Esa fiesta se vistió de alegría, de música, de colores, de poesía, de culturas, de conocimientos. Fue la fiesta de clases magistrales (a través de los conferencistas, quienes presentaron sus obras y temas de interés -del ámbito nacional e internacional-), y hasta la fiesta de las y los cultores, quienes también presentaron su talento en vivo.

El Estado Venezolano, hizo un titánico esfuerzo y sobrehumano, en presentar esta Feria, pese a las circunstancias que nos golpean, con esta inmoral guerra económica. De verdad, se felicita esta valiosa iniciativa, que emprendió Ernesto Villegas Poljak (como diríamos en el argot criollo: "Te la comiste Ernesto").

Ver al Ministro del Poder Poder Popular para la Cultura, saludando y compartiendo con el pueblo, en compañía de otros altos funcionarios del Estado (que nombraré como pueda, porque también los vi compartiendo el calor, la alegría, las inquietudes, las problemáticas, hasta una amena conversa con el pueblo. Me uní a ese pueblo, saludándonos con afecto): Ernesto Cazal (Pdte. del Centro Nacional del Libro), Pedro Calzadilla (Pdte. del Centro Nacional de la Historia), Gladys Requena (2da. Vicepresidenta de la Asamblea Nacional Constituyente), Oscar Sotillo Meneses (Viceministro de Identidad y Patrimonio y Pdte. del IARTES), Ignacio Barreto (Pdte. de la Biblioteca Nacional), William Osuna (Pdte. de la Fundación Casa Nacional de las Letras Andrés Bello), Norma Romero (Pdta. del Consejo Nacional para el Desarrollo de la Comunidades Afrodescendientes de Venezuela), Reinaldo Bolívar (Presidente del Centro de Saberes Africanos, Americanos y Caribeños), Alejandrina Reyes (Rectora de la Universidad Nacional de las Artes), Eduardo Piñate (Ministro del Poder Popular del Proceso Social del Trabajo), David Paravisini, La Chiche Manaure (Constituyentistas)... sin dejar a un lado, los stand que estaban representados con personalidades diplomáticas y editoriales de Turquía (como país homenajeado), Palestina, Egipto, Argelia, República Árabe Saharaui Democrática, Nigeria, Angola, Sudráfrica, Cuba... ¡Y hasta intelectuales como Fernando Buen Abad, Luis Britto García, Roberto Hernández Montoya, Laura Antillano, Juan Calzadilla, Edmundo Aray, Enrique Hernández de Jesús, Nestro Francia... también nos saludaban como pueblo.

Compartí y me identifiqué plenamente, con la emoción de ese pueblo de a pie, ese pueblo del barrio de algún lugar de la Gran Caracas -y con su gran humildad-, que nunca antes en su vida, habían pisado la Casa Amarilla (un espacio lleno de historia, de política y encuentro internacional de la Cancillería Venezolana). Expresiones como: La abuela Adela Pérez, de 70 años (iba en compañía de su nieto Jorge de 10 años), habitante del Barrio Camboya (Parroquia 23 de Enero): "Me siento impresionada al estar aquí con mi nieto. Nunca imaginé que conocería la Casa Amarilla. Es como estar dentro de un palacio. Esto es bonito". El Sr. Lorenzo González, en compañía de su esposa Josefina: "¿Quién iba a pensar que uno entraría a oír una conferencia, de un señor importante del exterior, hablando de su libro y de cómo es la literatura en su país. Esto nos enriquece mucho?", La Sra. Liliana Vásquez, una maracucha que lleva 30 años residiendo en La Silsa (Parroquia Sucre): "Me voy feliz al barrio, porque conocí cosas interesantes en la Casa Amarilla. Me gustó la gran carpa de Turquía y hasta me regalaron unos libros con su idioma y mira como escribieron mi nombre (mostró con orgullo su nombre en un cartelito, escrito en turco)". El Sr. Luis Rodríguez, de 56 años (habitante del Barrio Carpintero, de Petare): "Me gustaría comprar unos libros, pero no me alcanza el dinero para adquirirlo. Son caros y asustan cuando uno pregunta los precios. Pero me voy con éste (el que distribuyó de manera gratuita el MINCI "Senderos de Victoria", del autor Amels Escalante Colás), pero uno se distrae y se oye música, poesía, se toma un cafecito. Me gustó la melodía de un señor de Sudáfrica, en la Casa Amarilla.

Agradezco infinitamente, al Centro de Saberes Africanos, Americanos y Caribeños, la Casa de las Primeras Letras "Simón Rodríguez",y el stand que representó a Sudáfrica (a través del cultor Sibussiso Nkudlane), en la Casa Amarilla, al invitarme para presentar mis recitales poéticos. Uní mi poesía, en las intervenciones en solidaridad con los pueblos (caso Palestina, en la presentación del libro "Palestina Hoy. La Perspectiva Revolucionaria", de la Editorial "Trinchera" en el Teatro Principal), donde honré al padre de la patria palestina, Yasser Arafat, con mi "Glorioso Verde Olivo".

Fue emocionante retumbar el mensaje poético, en el corazón del pueblo presente, al gritar con emoción: "Candela, candela, candela/ los espíritus de Hugo Chávez, Fidel Castro y Nelson Mandela/recorren los pueblos de Nuestra América/y a la madre África entera/Que Por siempre se quedan/Candela, candela, candela...".

¡Qué viva la Filven! ¡Qué viva la fiesta de los libros y de la palabra! La Filven se ha convertido en ese espacio de encuentro con el saber y la vida. ¡Esto es cultura, cultura de verdad! ¡Buen trabajo Ernesto Villegas! ¡Te la comiste!



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