Entrevista a Oscar Javier Forero: "El ejecutivo nacional puede y tiene las herramientas para frenar este pandemonium"

Oscar Javier Forero, economista, Investigador del Centro Internacional Miranda

Oscar Javier Forero, economista, Investigador del Centro Internacional Miranda

12 de julio de 2018.- Economía Venezolana Control de Cambios, dólar paralelo, dólar Cúcuta e hiperinflación son algunos de los temas que toca nuestro entrevistado Oscar Javier Forero (O.J.F.), Economista, Investigador del Centro Internacional Miranda (CIM), creador del Observatorio de Precios de San Cristóbal, bolivariano y habitante de frontera.

Greti Richard. Reportera Popular trabajo exclusivo para el medio digital de noticias www.aporrea.org (G;R;)

(G.R.): ¿Por qué se aplica el control de cambios en Venezuela?

(O.J.F.): El control de cambio ha sido una herramienta, que desde 1983 han usado distintos gobiernos en la economía venezolana para evitar la fuga de capitales. El más reciente aplicado desde el año 2004 ha sido definido por algunos voceros gubernamentales como una estrategia de carácter político que en cierto momento sirvió para fortalecer las finanzas de la República, estabilizar algunas variables macroeconómicas y garantizar el acceso de bienes a la gran mayoría de la población. No obstante es importante destacar que a la larga los controles de cambio, así como los controles de precio, han dejado afectaciones significativas al metabolismo económico del país. El control de cambio es la justificación y, hay que también decirlo, el origen, de infinidad de distorsiones que nos aquejan, la evidente corrupción en los procesos de asignación de divisas, la escasez de bienes, la especulación del privado que aun recibiendo dólares preferenciales coloca precios en base al mercado paralelo, la pérdida grosera de nuestra soberanía económica que se hace desde Colombia, la pauperización del ingreso del trabajador, el inmenso mercado del contrabando de extracción, entre muchos otros males. Todo esto, sumado a que el control de cambio ni controla, ni mucho menos determina la tasa de cambio, nos lleva a asegurar que se debe, bien sea reformular, desde una óptica realmente revolucionaria que garantice tres principios: Eficiencia, planificación y transparencia, o en su defecto desmontar.

(G.R.) : ¿Cuales serian las consecuencias de su eliminación?

(O.J.F.): Generalmente se dice que la principal consecuencia es la disparada incontrolada de la divisa norteamericana, además de una gigantesca fuga de capitales. No obstante en la Venezuela de 2018 el dólar paralelo es quien domina el mercado, el mercado oficial prácticamente ha desaparecido, al punto que hasta instituciones del Estado como Abastos Bicentenario o Agropatria colocan los precios a los productos de acuerdo al mercado no oficial. Entre julio de 2017 y julio de 2018 el incremento del marcador no oficial supera el 43 mil por ciento, si nos vamos cinco años atrás el incremento alcanza los cinco millones por ciento. Es decir el dólar en Venezuela está desde hace tiempo descontrolado con una fuerte tendencia al alza que de no hacerse nada continuará a niveles mucho más abismales de los ya presentes. El otro argumento es la fuga de capitales, sobre ello es importante mencionar que las arcas del país, es decir las reservas internacionales ya están lo suficientemente menguadas debido principalmente a la mala administración de las mismas, la falta de ahorro, planificación y como último factor la caída en los precios del petróleo. En pocas palabras, las consecuencias las estamos pasando sin haber desmontado ningún control.

(G.R.) ¿Por qué aparece el fenómeno del dólar paralelo? ¿Cuál es su explicación?

(O.J.F.): En todo mercado mal controlado, no planificado, no dominado en realidad, aparecerá un mercado subterraneo que violará las normas establecidas, además de facilitar el acceso a los productos de manera, más costosa, pero inmediata. Eso precisamente ocurre con el dólar no oficial. La limitación en el acceso a las divisas, la burocracia, la corrupción y la subvaloración de la divisa han dado pie a esto. También debemos adicionar la inmensa campaña que a lo largo de estos años han llevado a cabo medios de comunicación, que han sabido posicionar en el colectivo, con la permisividad del BCV, el mercado paralelo como de referencia para la economía venezolana.

He visto infinidad de críticas, muchas valederas hacia el "dejar hacer dejar pasar" que desde hace años tiene el BCV, también he visto hacer extensos reportajes sobre la evolución estratosférica del dólar paralelo y su implicación en los precios, pero muy pocas veces o nunca he visto un análisis serio, y allí incluyo a medios del Estado, que desmonten, más allá de banalidades polítiqueras, las patrañas de las casas de cambio colombianas y de los marcadores diarios de dólar no oficial. Por ejemplo, aquí la página Dólar Today decía sin siquiera titubear que el valor del dólar estaba "determinado por la opinión de los usuarios a través de Instagram", algo absolutamente tirado de los pelos, que rompe el más mínimo criterio económico y científico. Sin embargo, aún con Dólar Today confesando semejante disparate el dólar paralelo continuaba hegemonizándose en el imaginario de la población. La propia CEPAL en un informe de julio de 2016 argumenta que los valores que se publica de mercado paralelo no se corresponde con la realidad, es decir es un fraude que nos han hecho creer como verdadero.

Por un largo tiempo se nos dijo que Dólar Today era el culpable de todo cuanto acontecía en la economía venezolana, en una especie de respuesta a los disparates de la mencionada página, se dijo que era operada por un venezolano prófugo de la justicia que "tiene una ferretería y vive en Alabama", lo que conocemos como Dólar Today es un gigantesco equipo que está indudablemente financiado desde los Estados Unidos.

Pero es importante aclarar que Dólar Today no es la cabeza del problema. La enorme brecha que existe entre el dólar oficial y el dólar paralelo es el resultado de una serie de errores en materia de política monetaria y cambiaria, eso hay que decirlo. El haber mantenido un dólar terriblemente subvalorado como el llamado DIPRO, generó todo un desastre con consecuencias aún no vistas en su totalidad. Al punto que la principal fuente de alimentación del mercado paralelo es el propio mercado oficial, los números así lo dicen.

(G.R.) ¿Cuál es el mecanismo que se utiliza para establecer el "dolár Cúcuta", cual es la relación que tiene este con el "dólar Today"?

(O.J.F.): El Dólar Cúcuta es una ramificación, un perfeccionamiento del dólar paralelo que sólo busca afectar aún más la economía venezolana a través no sólo de la depreciación de la moneda, sino del crecimiento del contrabando. Tradicionalmente el valor de la relación peso/bolívar en la frontera colombo venezolana era determinado a través de la relación entre el dólar colombiano, tasado en pesos, y el dólar venezolano, tasado en bolívares, estos valores se dividen y de allí surge el valor del bolívar en las casas de cambio apostadas a lado y lado de la frontera. Con la aparición del mercado paralelo, el valor del dólar oficial tasado en bolívares fue sustituido por el del mercado no oficial, esto sumado al incremento de la brecha entre divisa oficial y divisa paralela, dio pie para que el bolívar fronterizo se desplomara de manera continua. Sin embargo, aprovechando el "dejar hacer dejar pasar" de nuestras autoridades económicas, los Operadores Cambiarios se inventaron una nueva metodología de cálculo para hundir más el valor del bolívar: Lograron instalar un dólar paralelo colombiano, con la particularidad que este no está por encima de la Tasa Representativa del Mercado (TRM) estimada por el Banco de la República de Colombia sino por debajo de la misma. En pocas palabras, el dólar que se ofrece en pesos en la ciudad de Cúcuta es más barato que el que se ofrece en Bogotá, mientras en Cúcuta la divisa norteamericana se vende a 2600 pesos en la capital su valor es de 2900 pesos.

Al efectuarse la operación (dólar Cúcuta en pesos, entre dólar paralelo en bolívares), el resultado es aún más despreciativo para el bolívar, lo que incrementa la utilidad de actividades sumamente lucrativas como el contrabando de combustibles o alimentos. A la fecha un litro de combustible en la ciudad de Cúcuta ronda los 1800 pesos que transformado a bolívares equivale a 1,7 millones de bolívares. Gracias a ello, los márgenes de utilidad que ofrece el contrabando de combustible son muy superiores a los de las drogas.

(G.R.) ¿Y la hiperinflación que estamos viviendo a qué factores se le atribuye su aparición en la escena económica?

(O.J.F.): La economía venezolana es históricamente una economía altamente especulativa, el propio Arturo Uslar Pietri ya lo alertaba desde inicios de la década del 40 del siglo pasado, a semejantes conclusiones también llegó la estadounidense Misión Técnico Económica Fox, que fue traída al país por Isaias Medina Angarita para que analizara que pasaba con los elevados precios que desde ya mostraban los diversos circuitos de comercialización venezolanos. Con el fortalecimiento del Petro Estado la tendencia especulativa se agravó por un factor determinante: Era más fácil y menos engorroso abarrotar los puertos de mercancías importadas que producir. Dicha tendencia extractivista-importadora continúa, los procesos de importación evitan al empresario tener que producir, en el mejor de los casos solo empaquetan (véase por ejemplo a Empresas Polar), mientras que a los funcionarios de turno les garantiza jugosas comisiones en dólares. La hiperinflación no es nueva en Venezuela, para 1994 ya habíamos pasado por una experiencia de esta índole, no obstante para esta ocasión el incremento acelerado de precios es abismalmente superior al vivido en el segundo gobierno de Rafael Caldera.

Para esta ocasión la histórica especulación sigue presente, pero ahora se alimenta de un conjunto de errores en materia de política monetaria, política cambiaria y política de precios, que derivan en distorsiones de carácter endógeno. Allí también debemos incluir distorsiones de carácter exógeno como la flagrante violación de la soberanía económica que desde Colombia se hace y que como ya se explicó termina por depreciar de manera arbitraria nuestro bolívar.

A la fecha, entre enero y junio de 2018, la hiperinflación supera el 1000%, la CEPAL y el FMI estiman una inflación cercana al 13mil por ciento. De no tomarse acciones serias y contundentes ésta se expandirá mucho más a valores hasta ahora inimaginables, dejando daños significativos a gran escala que terminaran de quebrar a las pequeñas y medianas empresas, así como al asalariado.

(G.R.) ¿Por qué los salarios no se indexan con la inflación, donde el salario mínimo debe estar de acuerdo al costo de la canasta básica, como lo establece la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela?

(O.J.F.): Pienso que hay una contradicción entre lo que se hace y lo que se dice. La pérdida en el poder adquisitivo del trabajador es abismal, es más me atrevo a decir que nunca en la historia reciente contemporánea venezolana ha habido un salario tan pauperizado, unas condiciones laborales tan pésimas y una plusvalía tan gigantesca. Es inaudita la forma en que el sector privado (excluyendo a muchas PYMES) se enriquece de manera descomunal gracias al ingreso por la venta de sus productos o bienes tasados en dólares, mientras paga salarios de miseria en bolívares. Más asombroso aún es que se cuente con la anuencia del Estado y que el discurso oficial diga que se "está protegiendo el ingreso del asalariado", cuando todo el mundo en la calle sabe que esto no es así.

Difiero por completo de quienes argumentan que el salario de un venezolano son 2 dólares al mes, pero también difiero de quienes dicen que son 40 dólares según la tasa DICOM. Si el salario fuera de dos dólares como pretenden decir algunos difícilmente se podría pagar un sólo pasaje de autobús para acudir un sólo día en el mes a trabajar, pero por otra parte si el salario fuera de 40 dólares nuestro pueblo no estuviera pasando las calamidades que viene sufriendo. Si bien la comida, comparada con el salario, es muy costosa los servicios siguen siendo económicos, a diferencia del resto de Latinoamérica.

De acuerdo al Observatorio de Precios, del cual formo parte, la Canasta Alimentaria ya superó los 300 millones de bolívares, con un incremento intersemanal de hasta 30% y con un valor que podría llegar a fin de año a ubicarse entre 3 y 5 mil millones de bolívares.

Generalmente se dice que una forma de evitar la subida de precios es congelando el salario de los trabajadores, los neoliberales más radicales hablan de incluso reducirlo, sin embargo está comprobado que los precios siguen en ascenso, haya o no haya incremento salarial. Esto nos dice que el incremento salarial sí debe realizarse, pero de una forma más periódica y acompañada de medidas de carácter integral que rompan con lo tradicional, que vayan más allá de un simple incremento que en horas, se diluye por la hiperinflación.

En lo particular he hecho algunas propuestas para efectuar incrementos salariales que vayan paulatina y progresivamente equiparando la canasta alimentaria. Sabemos que esto no es algo inmediato, es importante se comprenda que la inmediatez, por ejemplo subir los salarios de golpe de 5 millones a 100 o 200 millones generaría unos desequilibrios al que muy pocos podrían sobrevivir. Recuperar el salario de los trabajadores, a niveles semejantes a los del Comandante Hugo Chávez nos llevará, por lo menos 3 años. Pero si no se hace nada efectivo la meta se alejará hasta disiparse.

(G.R.) ¿Cuáles son las medidas que deben ser tomadas a corto, mediano y largo plazo para aumentar la producción de bienes y servicios, sin tener que depender de las importaciones?

(O.J.F.): En Venezuela, a pesar de lo complejo de la crisis, hay unos importantes niveles de producción. No todos están cerrados como quiere hacer ver la gran prensa. En muchas zonas industriales del país las empresas están trabajando a puerta cerrada y desviando el 100% de su producción afuera del mercado venezolano. Otros, con mucho esfuerzo hay que decirlo, están produciendo pero lamentablemente hay verdaderas mafias que tienen dominado a sus anchas el circuito de distribución que es la arteria que conecta lo que se produce con el consumidor final y allí lamentablemente se está dando el grueso del enriquecimiento de pequeños pero poderosos grupos de poder con influencias tanto dentro como fuera del Estado.

Pienso que de las principales medidas a tomarse es precisamente arrebatarle a las mafias el poder sobre la cadena de distribución de los insumos, esa mafia es la que juega con la semilla del campesino, la que desvía toneladas y toneladas de cabilla y cemento, la que desaparece como por arte de magia el aceite de motor de los vehículos y vuelve y los aparece a precios exorbitantes, la que en pocas palabras limita no sólo al productor sino al consumidor, lo que a la larga termina por perjudicar la dinamización de la economía que es lo que en pocas palabras requiere en este momento y de manera pragmática el país.

Para incrementar la producción es también necesario que desde el Estado se castigue el enorme entramado burocrático que le pone limitantes a los productores y que incluso inflan los costos de producción, es vergonzoso que en cada alcabala se le cobre "peaje" a todo aquel que se atreva a producir, de igual forma es inaudito que los trámites necesarios para conformar una empresa sean un completo dolor de cabeza por lo engorroso y amañado del proceso.

En el ámbito de los precios he mencionado en diferentes oportunidades que lo más acertado que podría hacer el Estado es eliminar, suprimir o en su defecto transformar la SUNDDE, así como la Ley de Precios Justos. Pensar que los precios se controlan sacando un número, por muy elevado, de fiscales a la calle es absurdo, delegar la responsabilidad de ello al heterogéneo Poder Popular también lo es.

Para controlar los precios hay que conocer de manera detallada el mercado, así como cada uno de los circuitos por muy enmarañados que estos sean y esto se hace con el uso de la tecnología, una vez se conozca plenamente el mercado si se pueden tomar decisiones de lo contrario se está alterando el metabolismo de este con consecuencias sumamente dañinas como las que vemos en la actualidad.

Los controles de precios tradicionales, desde la visión burguesa sólo han servido para aumentar la inflación, quebrar al productor, enriquecer al intermediario y empobrecer al consumidor. Eso lo saben muy bien tanto los adecos como los copeyanos, veámonos en el espejo de los controles de precios de mediados de los 80 y pensemos ¿en qué nos diferenciamos?, pretendemos colocarle precios a productos sin tomar en cuenta el circuito no sólo de producción sino de materias primas.

La Ley de Precios, que es un verdadero autogol, habla de un 30% de margen de ganancia, 30% que generalmente con la anuencia de la SUNDDE puede llegar hasta a 42,5% por concepto de "gastos extra". Dicho margen de ganancia es exagerado, más si tomamos en cuenta que la rentabilidad a nivel mundial no supera el 7%, y si a eso le sumamos, que dado el Petro Estado, la economía venezolana se ha caracterizado por contar con infinidad de intermediarios que venden y revenden productos hasta llegar al consumidor final, evidentemente que eso disparará aún más la inflación hasta llevarla a hiperinflación. Un producto X que se importe a 100 mil bolívares y que pase por 6 intermediarios, sin contar a infinidad de empresas de maletín en las cuales se factura y refactura sin limitante, puede llegar a costarle al consumidor final más de 1,15 millones de bolívares, es decir, 1150% de su costo inicial y todo a "precio justo".

(G.R.) ¿Por qué no se les propone a los trabajadores y pueblo en general un plan de emergencia nacional para aumentar la producción de bienes y servicios?

(O.J.F.): Para que se le proponga a los trabajadores un plan de emergencia nacional creo que es fundamental subirle la moral, el ánimo a la masa trabajadora. Con un salario mínimo tan menguado difícilmente los trabajadores tengan la voluntad de incrementar la producción. Creo que en las actuales condiciones que estamos la clase trabajadora más bien hace mucho. Acudir a sus puestos de trabajo con prácticamente un paro de transporte continuado es ya una proeza, medio alimentarse y cumplir horario es otra, subsistir de manera honesta siendo tan fácil pimpinear gasolina o hacer cola para comprar y revender productos subsidiados con ingresos diarios muy superiores a su salario mensual es un acto hasta heroico que no cualquier pueblo de este planeta soportaría con la gallardía que lo hace una parte importante del pueblo venezolano, donde hay chavistas, revolucionarios, pero también hay opositores y nini. Eso de por sí es un acto revolucionario.

(G.R.) ¿En cuanto a la banca, no es una opción su nacionalización, para erradicar las malas practicas bancarias de expatriación de capitales, lavado de dinero y no financiación del aparato productivo a toda escala productiva?

(O.J.F.): Nacionalizar la banca es en teoría lo más acertado, pero en la realidad las condiciones no están dadas para ello. No somos capaces de mantener óptimamente operativo el sistema de banca pública, menos vamos a lograr atender de manera eficaz y eficiente todo el conjunto de bancos que hay en el país. Si bien la banca privada tiene un papel fundamental en procesos de lavado de dinero a través de ilícitos cambiarios, sobre todo en el eje Panamá-Cúcuta-Venezuela, es perentorio decir que la banca pública también tiene su papel y por supuesto su responsabilidad. Los Operadores Cambiarios alojados en la ciudad de Cúcuta efectúan gigantescos movimientos de dinero en bancos como Mercantil o Banesco, pero también lo hacen en Bicentenario y Venezuela. Caso semejante ocurre con la extracción del papel moneda, banca privada y pública poco se diferencian.

Con respecto a la financiación del aparato productivo el Comandante Hugo Chávez le dio un importante empuje a las carteras crediticias, que obligan a la banca a ofrecer créditos a sectores prioritarios. Pienso que eso es lo que se debe hacer, ir presionando a la banca para que colabore en el proceso de dinamización económica, a través de financiamientos y a través del acceso al crédito para las clases más desfavorecidas. Eso con Chávez venia avanzando de manera muy positiva.

(G.R.) ¿Como podremos sobrellevar una economía con hiperinflación, donde el poder adquisitivo de los trabajadores es casi nulo, por no decir nulo?

(O.J.F.): Hasta este momento el pueblo venezolano está resistiendo la crisis de manera heroica. Evidentemente hay un grupo, un lumpen, que por otro lado impulsa el darwinismo económico, el "sálvese quien pueda", pero también y en contraposición a ello han surgido y seguirán surgiendo formas de economía solidaria que nos ayudaran a sobrellevar la hiperinflación. Uno quisiera que desde el Estado, nacieran las respuestas que reclama la sociedad, pero a la fecha esto no ha sido así, hay una enorme deuda de la dirigencia con el pueblo bolivariano que le ha respaldado casi irrestrictamente, esa deuda día a día se incrementa.

El ejecutivo nacional puede y tiene las herramientas para frenar este pandemonium, por supuesto que requiere de un gran pacto social para sacar el país a flote y allí hay una limitante pues lamentablemente grupos adversos al gobierno pretender llegar al poder a través de la política servil y rastrera que tanto le encanta a los Estados Unidos. Aún es tiempo de evitar la peor derrota en la historia de Venezuela como nación, no nos estamos jugando la pérdida de un gobierno, la crisis se encuentra en tal punto que nos jugamos incluso la pérdida de la República, eso hay que saberlo comprender.



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