17 de Septiembre.- Las principales empresas japonesas cerraron hoy sus fábricas en China e instaron a los trabajadores extranjeros a quedarse en casa ante la posibilidad de más airadas protestas por una disputa territorial que amenaza con perjudicar las relaciones comerciales entre las dos mayores economías de Asia.
El peor brote de sentimiento anti-Japón en China en las últimas décadas provocó manifestaciones el fin de semana y ataques violentos contra conocidos negocios japoneses como los fabricantes de automóviles Toyota y Honda, lo que obligó a los asustados ciudadanos japoneses residentes en el país a esconderse y provocó que los medios de comunicación estatales chinos advirtieran que las relaciones comerciales podrían estar en peligro.
Kayo Kubo, ama de casa y madre japonesa que vive en la ciudad oriental china de Suzhou, dijo que su joven familia y otros expatriados japoneses también estaban quedándose en casa, asustados por la escala y el estado de ánimo de las protestas del fin de semana en decenas de ciudades.
"Había tanta gente yo nunca había visto nada igual. Fue muy atemorizante", dijo.
El portavoz del Ministerio chino de Relaciones Exteriores Hong Lei dijo que el gobierno protegerá a las empresas y a los ciudadanos japoneses y llamó a los manifestantes a obedecer la ley.
"Las consecuencias gravemente destructivas de la compra ilegal de Japón de las islas Diaoyu están surgiendo constantemente y la responsabilidad de esto debería provenir de Japón", dijo en la conferencia de prensa diaria. Las islas se llaman Senkaku en Japón y Diaoyu en China.
"El curso de los acontecimientos dependerá de si Japón se enfrenta a la solemne postura de China y a las demandas de justicia del pueblos chino y adopta una actitud y un enfoque correctos"
China y Japón, que generaron un comercio bilateral de 345 millones de dólares el año pasado, están discutiendo sobre un grupo de islas deshabitadas en el Mar Oriental de China, una larga disputa que estalló la semana pasada cuando el gobierno japonés decidió comprarle algunas de ellas a un propietario privado japonés.
La medida, que enfureció a Beijing, fue tomada por el gobierno de Japón para rechazar lo que se temía podría ser visto como un plan aún más provocador del gobierno nacionalista de Tokio de comprar y construir instalaciones en las islas.
En respuesta, China envió seis naves de vigilancia a la zona, que contiene reservas de gas potencialmente grandes. El lunes, una flotilla de alrededor de 1.000 barcos pesqueros chinos navegaba hacia las islas y debe llegar a ellas hoy, dijo el Diario del Pueblo, de propiedad estatal, en su microblog.
El fin de semana las protestas se dirigieron principalmente a las misiones diplomáticas japonesas, pero también a tiendas, restaurantes y concesionarios de automóviles en al menos cinco ciudades. Toyota y Honda, dijeron que pirómanos habían dañado gravemente sus tiendas en la ciudad portuaria de Qingdao, el fin de semana.
Sin embargo, Toyota dijo que sus fábricas y oficinas estaban operando con normalidad este lunes y que no había ordenado a sus empleados japoneses en China a quedarse en casa.
Co Fast Retailing, el minorista de ropa más grande de Asia, dijo que había cerrado algunas de sus tiendas Uniqlo en China y podría cerrar aún más, mientras que Aeon Co Ltd, la segunda cadena minorista de Japón, se prohibió a su personal con sede en Japón, hacer viajes de negocio a China.
El grupo japonés de productos electrónicos Panasonic, dijo que una de sus plantas había sido saboteada por los trabajadores chinos y permanecería cerrada hasta el martes -fecha aniversario de la ocupación japonesa a partes de la China continental en 1931- una fecha que Tokio teme que podría desencadenar un nuevo brote de sentimiento anti-Japón.
Japón advirtió a sus ciudadanos acerca de protestas a gran escala en China el martes, mientras que muchas escuelas japonesas en ciudades como Beijing y Shanghai han cancelado las clases de esta semana.
EE.UU. dice no tomar partido
El primer ministro japonés, Yoshihiko Noda, quien se reunió con el secretario de Defensa de EE.UU. , Leon Panetta, el lunes, instó a Beijing a garantizar la seguridad de los ciudadanos japoneses y sus propiedades.
Panetta dijo que Estados Unidos apoyaría las obligaciones de Japón por el Tratado de Seguridad, pero que no tomaría partido en la disputa, exhortando a la calma y la moderación de ambos lados.
"Es en interés de todos ... para Japón y China mantener buenas relaciones y encontrar la manera de evitar una mayor escalada", dijo a periodistas en Tokio.
La edición internacional del Diario del Pueblo, el principal periódico del Partido Comunista de China, advirtió que Beijing podría recurrir a represalias económicas si el conflicto se prolonga.
"¿Cómo es posible que Japón quiera otra década perdida, e incluso podría estar preparado para retroceder dos décadas", preguntó un editorial de primera plana. China "siempre ha sido muy cautelosa respecto a jugar la carta económica", dijo.
"Pero en las luchas relativas a la soberanía territorial, si Japón continúa con sus provocaciones, entonces China enfrentará la batalla."
El canciller japonés Koichiro Gemba dijo el lunes, tras reunirse con Panetta, que Tokio y Washington acordaron que los islotes disputados estaban cubiertos por el tratado de seguridad Japón-Estados Unidos.
"No he traído a colación el tema hoy, pero está mutuamente comprendido entre Japón y Estados Unidos que (las islas) están cubiertas por el tratado", dijo tras reunirse con Panetta en Tokio.
Golpe económico
La firma japonesa de electrónica Canon Inc detendrá la producción en tres de sus cuatro fábricas chinas, el lunes y el martes, citando preocupaciones por la seguridad de sus empleados, informaron medios de comunicación japoneses, mientras que All Nippon Airways Co reportó un aumento en las cancelaciones de vuelos con destino a Japón procedentes de China.
El conflicto también afectó las acciones de tiendas japonesas en Hong Kong el lunes, las acciones de Tiendas Aeon (Hong Kong) Co Ltd, cayeron.
"Todas las acciones relacionadas con Japón están siendo vendidas bajo presión", dijo Andrew To, director de investigación de Capital Emperor.
China es el mayor socio comercial de Japón y Japón es el tercero más grande de China. Cualquier daño a los negocios y a los lazos de inversión sería malo para ambas economías en momentos en que China se enfrenta a una desaceleración.
La policía de Qingdao dijo que había arrestado a varias personas sospechosas de "perturbar el orden social" durante las protestas, aparentemente refiriéndose a los ataques contra tiendas y fábricas japonesas que funcionan allí.
En Shanghai, donde hay 56.000 japoneses, la mayor población japonesa de China, un japonés dijo que su familia y otros clientes japoneses fueron sacados de un restaurante japonés por los manifestantes que estaban cerca del consulado japonés, el domingo
La policía Guangzhou dijo en su microblog oficial, que habían detenido a 11 personas por destrozar un automóvil japonés, vitrinas y vallas, el domingo.