Americanización de medios en Venezuela

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 Como bola de nieve, que no baja precisamente de Los Andes, corre por los medios venezolanos el tema de la llamada “cubanización”. Para satanizar a Chávez, de la misma forma que lo han intentado con Fidel desde hace más de cuatro décadas, periódicos y televisoras venezolanas —siempre con la ayuda “desinteresada” de sus colegas en Miami— se unen por estos días en una campaña que no solo apunta a la solidaridad cubana, sino a la cabeza del proceso bolivariano. Los medios insisten en quitar al Presidente.

Todos los días y a cualquier hora se reitera la noticia: “La Habana está enviando a Caracas un contingente invasor compuesto por maestros, médicos y técnicos en las más diversas profesiones, así como entrenadores deportivos especializados en hacer grandes campeones. El verdadero objetivo es la ideologización de Venezuela”. Pero el entrecomillado no pertenece esta vez a uno de los llamados cuatro jinetes del Apocalipsis, especializados en golpes mediáticos, sino a la televisora Univisión.

El corresponsal en Caracas de la más importante cadena hispana en Estados Unidos, sin siquiera sonrojarse, repite en cámara que “el Presidente Hugo Chávez importa cubanos para adoctrinar al pueblo venezolano, como paso inicial para convertir a ese país en una segunda Cuba”; pero no le cuenta a los televidentes que un millonario venezolano y antichavista —Gustavo Cisneros— es uno de los principales accionistas de Univisión, y amigo selecto de los mafiosos anticubanos de Miami.

Max Lesnik, periodista cubanoamericano que vive en esa ciudad, opina que la mencionada campaña —pieza de periodismo televisivo amarillo— ha caído muy bien entre los personeros de la derecha en la Florida. Y al mismo tiempo se hace una pregunta digna de reproducir: “¿Por qué no aceptan el reto y reclutan en Miami a médicos, maestros, y técnicos deportivos entre los llamados exiliados y van allí, a los campos y ciudades de Venezuela a trabajar de voluntarios como están dispuestos a ir los médicos, maestros y entrenadores deportivos de la Isla?”

El arsenal de mentiras, es evidente, languidece en la misma medida en que el proceso bolivariano afinca sus raíces en los cerros y llanuras de Venezuela. La alfabetización, entrega de tierras y dignificación de los sectores más pobres de uno de los países más ricos del continente, son medidas demasiado revolucionarias en los códigos de la oligarquía que, desesperada, reacciona de la manera más torpe y busca en los medios la posibilidad de otro golpe.

La mejor prueba de lo que aquí cuento está en la reciente denuncia realizada por el profesor Samuel Moncada, director de la Escuela de Historia de la Universidad Central de Venezuela: “El señor Marcel Granier, dueño de Radio Caracas Televisión (RCTV), en nombre del empresariado venezolano contrató y le paga los honorarios profesionales a James Calvin, quien fuera asesor presidencial de Bill Clinton, para que guíe toda la campaña de la oposición hasta el próximo mes de agosto”.

La información, paradigma de la americanización que la oposición quiere y paga para los medios venezolanos, puede ampliarse con la lectura de un artículo publicado por el diario Wall Street Journal (28/5/2003), donde se afirma que Marcel Granier es quien cancela los altos honorarios de este experto electoral, que ha recomendado a los cuatro jinetes del Apocalipsis que no ataquen directo a la persona del presidente Hugo Chávez Frías, sino a temas que demuestren pérdida de “democracia” y a la presencia cubana en el país.

La noticia en cuestión demuestra que los dueños de RCTV, Globovisión, Televen y Venevisión, desconocen la imparcialidad. Ellos no dirigen medios, son dueños de una campaña y de un aparato de provocación para tomar el poder. Para ellos es inaceptable el actual gobierno. Tienen un plan conspirador y existe toda una estrategia de calentar las calles, ahora con las indicaciones de un gringo, que viene y les enseña el ABC de la propaganda política subliminal, aunque la propia constitución norteamericana lo prohíba y lo acepte como crimen.

Sobre la llamada “cubanización”, para finalizar, los dejo con otra de las interrogantes que desde la Florida se ha estado haciendo por estos días el colega Max Lesnik: “¿Cuántos cubanos de la Isla van a ‘invadir’ como maestros, médicos o deportistas a Venezuela? ¿Cien? ¿Mil? No sé la cifra exacta. Pero de lo que sí estoy seguro, es que de Miami, no irá ninguno”.



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Félix López - Red de Información Alternativa, Simón Bolívar


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