Motivado a quebrantos de salud, nos hemos mantenido apartado de estás batallas. Sin embargo, hoy presentamos está nueva entrega.
Toda una campaña desestabilizadora, mediática, criminal, que busca que Venezuela sucumba ante un eventual ataque armado y que sus calles se tiñan de sangre de venezolanos inocentes, es lo que desea el presidente de Estado Unidos, Donald Trump, tras autorizar al Pentágono para que active al ejército de esa nación en contra de países de Latinoamérica, entre ellos Venezuela y México, con la excusa que vendrán a combatir a "determinados" carteles de la droga, que supuestamente operan en nuestro Continente.
Días antes el gobierno norteamericano, buscando un motivo para invadir la Patria del Libertador Simón Bolívar, ha creado el 'falso positivo' que criminaliza y busca hacer creer que el presidente Nicolás Maduro es quien lidera el supuesto "Cartel de Los Soles" en nuestro país y está enviando drogas al territorio norteamericano.
Es evidente que Trump utiliza una narrativa falsa, canallesca, que viola todos los derechos diplomáticos entre dos naciones, como un fuerte pretexto para incursionar en suelo venezolano.
El atropello de Trump ha llegado a tales extremos que se ha atrevido a ofrecer una alta recompensa por la captura del presidente Maduro.
Los venezolanos siempre hemos sabido que el imperio tiene un denodado interés en tener control de Venezuela para apoderarse de su petróleo y más allá de eso, de todas sus riquezas, que incluyen el oro, y otros tantos minerales de uso diario que generosamente nos ha otorgado la naturaleza, incluyendo el agua.
Pero además del interés que tiene Trump en las riquezas de nuestra nación, desea obsesivamente dar con el traste definitivo de la Revolución Bolivariana, por cuanto sigue viendo a nuestro país como un mal ejemplo para otras naciones, dado que encarna un gobierno popular, democrático y socialista que se declaró libre, independiente y soberana, y eso es para el imperio invasor inaceptable.
Hoy otro elemento que a Trump le molesta, le incomoda, e incluso le enoja, que la FANB haya neutralizado, desde que se instauró la Revolución Bolivariana, más de 400 aeronaves cargadas de droga procedentes de Colombia, tratando de cruzar el espacio aéreo venezolano. Eso al parecer a Trump le duele, quien por cierto no menciona para nada (quizás por olvido) al primer país del mundo que produce drogas, como lo es Colombia.
Pues va a ser interesante, si de verdad Trump tiene propuesto combatir el narcotráfico en nuestro Continente, ver las tropas estadounidenses desactivando carteles de la droga que operan en el país neogranadino, dirigidos por Álvaro Uribe Vélez, junto a Iván Duque y otros ex presidentes colombianos.
En Ecuador Trump deberá arreciar en contra del pichón de dictador, Novoa. Sobran elementos, publicados en la prensa, que lo comprometen a él y a sus familiares con el narcotráfico.
De hecho si Trump invade a Venezuela se verá de seguro frustrado, pues distintas a otras naciones, nuestro país no produce un gramo de sustancias psicotrópicas, como falsamente se quiere hacer ver.
EEUU lo que realmente quiere de Venezuela, sobre este último tema, es que se permita que las aeronaves procedentes de Colombia, cargadas de cocaina, puedan desplazarse, sin ningún obstáculo, por el espacio aéreo venezolano, con destino a Miami y Europa, sin que sean interceptadas por la Fuerza Áerea Venezolana.
Trump igualmente estará llamado a investigar al propio secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, por cuanto mantiene estrechas relaciones con el capo mayor Uribe Vélez, e incluso abogó para que la justicia colombiana no lo condene a 12 años de cárcel, como acaba de ocurrir ante un juicio que se le sigue en su contra.
Cuando Trump ordene primero que se inicien las detenciones y el desmantelamiento de los grupos de narcotraficantes que operan en territorio estadounidense, le creeremos que de verdad desea emprender una verdadera lucha en contra de este flajelo, que tanto daño le hace al mundo.
Desde luego, deberá dar instrucciones primero para obligar a los integrantes del senado y a los miembros de su gobierno, someterse a las pruebas antidoping y determinar también quienes se lucran del narcotráfico, para así aplicarles la ley a aquellos que los resultados arrojen positivo.
De no hacerlo, queda en claro que Trump no es sincero, que todo se trata de un plan solo para ganar rating y desviar la investigación que pesa en su contra por mantener contacto con menores.
Trump buscaría al mismo tiempo favorecer a un determinado cartel que de seguro mantiene estrechas relaciones con el propio gobierno de EEUU.
A propósito, el mismo Trump está llamado a realizarse las pruebas antidoping de manera pública, solo así podrá demostrar que no contribuye con las operaciones que se derivan del narcotráfico.
Para añadir otro elemento que pretende comprometer a Venezuela, ante el agresivo Trump, se acaba de publicar una nota de prensa, mediante la cual el Mosad, Servicio de Inteligencia Exterior de Israel, acusa al gobierno del presidente Maduro de estar suministrando uranio de minas 'clandestinas' a Irán, lo cual representaría, según la falsa narrativa, un 'grave peligro' para la seguridad de Estados Unidos.
No hay duda que este nuevo "falso positivo" solo busca que el 'perro bravo de EEUU' en el medio Oriente tenga motivos también para actuar en defensa de su amo en contra de nuestro suelo patrio.