¿Cómo es la vaina? ¿Lo dos pilluelos se saldrán con la suya? Hagamos una encuesta en Caracas. Ganará Barreto cien a seis en que tuvo razón al poner en su lugar a los dos pilluelos. Juan Barreto es hombre de facilidad verbal y profundo análisis cerebral. Algo tendrá de razón en o que plantea. Pero...cuándo a alguien lo ponen en un puesto, ¿tiene que ser sumiso o batallador? ¿Tiene que hacer lo que dicen los demás de otros entes gubernamentales, o debe tener sus propios criterios y ser le fiel a sus acólitos? A Barreto lo colocó el pueblo caraqueño en la ALCALDÍA MAYOR. Es a ese pueblo a quien debe rendirle cuentas y no a "quienes ya se les están viendo las costuras" Juan es un humanista igual a Chávez y eso le molesta a los burócratas de turno.
A los jalabolas que de repente se les olvida la palabra REVOLUCIÓN. Chávez y
Juan pertenecen a un mundo,donde el egoísmo tiende a darle la razón a los hipócritas, para quedar bien, "por si acaso". La cobardía es para melifluo, léase, melosos. No vamos a ser mojigatos: no podemos esperar
a que la historia de su veredicto, respecto a Juan Barreto. El veredicto debe darlo es el pueblo de la ciudad capital. ¿Por qué no le preguntan al pueblo si está de acuerdo en lo que hace Juan Barreto? A algunos personeros del gobierno actual al parecer se les olvida que "una mentira dicha cien veces termina por convertirse en verdad". Y uno que remienda juicios a través de la palabra escrita se pregunta,¿quienes serán en realidad los revolucionarios? ¿Los que se hacen partícipes de la fidelidad al compañero de trabajo o los que
ven con un ojo a la izquierda y con el otro a la DERECHA? Desde que Chávez es el jefe de gobierno, siempre he sido un observador de sus allegados. Entre ellos he visto con desagrado que algunos se han dejado llevar por el oro que resplandece y han pegado el salto del tránsfuga. Coño cómo le cuesta a muchos entender la palabra FIDELIDAD.
¿Será por eso que la ruina intelectual vaga como una diáspora eterna por la mente de esos infelices políticos? Muchos de los que se identificaron con el proyecto revolucionario, resultaron hombrecitos de anime, enanitos de cuentos baratos, pederastas anónimos de la jauría varonil. Uno de ellos, al que recuerdo con lástima y desprecio, es a ese armatoste obeso, de pelo cano y palabra de ultratumba,llamado Rafael Simón. No me sorprendió su salto a la oposición, pues al hombre justo, leal, se le escucha otro sonido oral, muy distinto al de este
tipo de hombrecitos. Su rostro siempre fue un monolito a la traición esperada.
Su voz era un sonido que se explayaba entre la duda y el miedo...Siempre fue un cobarde, tal vez por culpa de algunos métodos irrevelables ocurridos en su infacia. Su estampa de traidor, era una mariposa gigante, debajo de un cielo inmaculado y libre de nubes. Así sucedió con otros. Volaron a la hacienda de la derecha en busca del arca prometida. Juan Barreto, empero, es una imagen bajo ese mismo cielo. Y sigue ahí, cuan una foto milenaria, junto a Chávez, al lado del pueblo, caminando de la mano con el proyecto social bolivariano.
Si alguien duda que lo diga ya. Que Juan se equivoque, que se levante en iras, contra quienes intentan desdibujarles sus proyectos, es natural en un hombre que siempre tiene la luz de sus ojos, sobre el noble y soñador soberano. Juan Barreto es un luchador y eso no puede cambiarlo el espacio de las opiniones protagónicas, que sólo buscan "orejitas" en los periódicos, para ser vistos igual a la izquierda que a la "derecha". Confisquémosle las ideas a Juan Barreto, a ver si la lealtad y la pasión por la REVOLUCIÓN llegan a la cima de la inmensa
realidad social.
Aenpelota@gmail.com
