La pobreza es un círculo vicioso

La pobreza, es un contexto de escasez permanente en el que hay que tomar decisiones vitales para salir de ella. Y ese estado, empuja a los pobres a ciertos "modus operandi" para sobrevivir como son, bachaqueo, contrabando, delincuencia, especulación, corrupción y otras, y les estaría haciendo actuar de forma tal, que seguirán siendo pobres aun en contra de sus deseos. Los pobres no siguen siendo pobres porque quieren, es la pobreza la que no les permite dejar de serlo.

La pobreza no es en esencia un estigma ni una maldición de la persona o de los pueblos, ni culpa de sus "decisiones personales", es producto de la explotación del trabajo, del despojo histórico y cotidiano de los medios de producción, de la corrupción y la impunidad, aupada por las clases poderosas dominantes, y en términos culturales la generación del consumismo. La situación de pobreza implica la ruptura de un tejido social, la ignorancia y decadencia humana, estos son el caldo de cultivo de la manipulación política y empresarial mediante la mediatización burguesa de deseo de consumir más y más, a través de sus medios de difusión.

Si se tienen o no se tienen los suficientes recursos para comprar los bienes y servicios que satisfacen las necesidades básicas, o si se tiene acceso a ciertos derechos sociales, como la vivienda, la salud, la educación, la seguridad social y la alimentación. - No es lo mismo pensar o decir: "no tengo dinero suficiente para comprar un carro" que "no tengo dinero suficiente para comprar la comida, una medicina, ropa y zapatos".

La pobreza nos afecta en algo mucho más crucial que todo lo anterior: la forma en que las personas y nuestros gobiernos toman decisiones. Sin duda la situación de escasez, afecta a los países y a los gobiernos que la padecen en su toma de decisiones. Pero más directamente a los integrantes del pueblo que menos recursos tienen.

A veces la pobreza es cuestión de decisiones personales o de gobiernos acertados o no, pero decisiones. Por otro lado, vivimos en un mundo complejo, por lo que la explotación de las personas existe, la competencia es salvaje

"El hombre lobo del hombre"

Las desigualdades entre los que más tienen y los que menos o nada tienen del sistema capitalista o socialista, fomentan la lucha de clases por la justicia social y la equitativa distribución de la riqueza. Cuando surge el líder, este enciende en el pueblo la llama sagrada de la revolución. Por una parte hay personas que tienen demasiado, mucho más de lo que necesitan y personas que tienen muy poco. Pero el ser humano es egoísta, cruel y desinteresado.

Esto implica, por ejemplo, que se adquieran préstamos personales a entidades privadas o bien gubernamentales, para salir del paso, sin considerar que con cada nuevo préstamo, se incrementa la cantidad de deuda total a pagar en el futuro y por ende, se incremente la escasez futura de dinero y la pobreza. Esto hace que en un futuro mediato se incremente la escasez. Esto empuja a los pobres a ciertas conductas no muy santas, esto es muy cierto, y les estaría haciendo actuar de forma tal que continuaran siendo pobres aun en contra de sus deseos. Los pobres no siguen siendo pobres porque quieren no señor, es la pobreza misma de su entorno, en la que están sumidos, la que no les permite dejar de serlo. Podríamos decir sin temor a equivocarnos que la pobreza genera más pobreza.


Para romper el circulo de pobreza y los gobiernos ineficaces y corruptos, con la llamada" visión de túnel" la que hace a los ciudadanos del pueblo olvidar que las decisiones gubernamentales afectan la vida de todas las personas. A cambio de beneficios o de más sacrificios. A veces un esfuerzo supremo de la persona, no basta. La pregunta por ser difícil de responder la dejamos a nuestros lectores

¿Qué debemos hacer para salir de la pobreza?



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1551 veces.



José Juan Requena


Visite el perfil de José Juan Requena para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



José Juan Requena

José Juan Requena

Más artículos de este autor