Entrevista a Neyda mujer de un barrio

Mujeres con derecho a ser Presidentas

Neyda vive en una casita de bloque en un barrio de Caracas (dentro de los bloques del 23 de Enero) Y  dice ella, “No me quejo de la vida y me siento orgullosa de ser útil a mi nación al lado de mis tres hijos, dos hembras y un varón”. Neyda tiene cincuenta y ocho años y de esos años lleva cuarenta y dos en la lucha en pro de una sociedad justa donde los valores humanos sean igualitarios y no de un grupo de mantuanos que se han creído los dueños de Venezuela desde que echaron al Libertador del país”-dice con  aplomo- El gran recuerdo que Neyda guarda es del 4 de febrero de 1992. “Ese día renací, se renovaron mis ansias de materializar una nueva vida para el pueblo al ver, desde el lugar que habito, como en La planicie un grupo de soldados y civiles trataban de darle un vuelco a la historia enfrentado a un  presidente dictatorial como lo fue Carlos Andrés Pérez de AD. Yo me sumí a ese sueño y conmigo un grupo de mujeres hechas de amor y lucha, pero lamentablemente, la rebelión fue encarcelada y traicionada por un capitán aquí en Caracas” 

Cuando se le pregunta a Neyda que piensa de esas mujeres que han sido y quieren ser Presidentas de sus respectivos países, contesta: 

“Mira para saber como quema el fuego hay que haber estado en la candela. A excepción de la presidenta de Costa Rica, las  que gobiernan actualmente en esta geografía del mundo, DILMA Y CRISTINA, son mujeres con una larga lucha social. Mujeres que sin haber desestimado su esencia femenina, han logrado penetrar el alma de sus pueblos, sufriendo los rigores que sufre todo aquel y todo aquella que lleva en su concepto de la vida la palabra AMOR. El amor al pueblo, al menos favorecido, al que sufre, al que es desestimado por los prejuicios que siembran los RICOS en e mundo. Es lo que te digo, no se puede saber lo que es pasar hambre si no se ha sufrido ese martirio” 

¿Qué piensas de esa candidata venezolana llamada María Corina Machado que acude a esa historia de mujeres presidentas para tratar de que a ella se le vea entre esa camada?  

“Oye, una de las cosas que más indignan en la vida, es creer que los de abajo, es decir, la clase popular es IDIOTA. Dilma fue en su juventud hecha presa, a Cristina se le veía con malos ojos porque era la compañera de un Presidente, Néstor, que se enfrentaba a los todopoderosos  en busca de un equilibrio social en Argentina, un hombre que levantó de las cenizas a su nación en la cual la había sumido esa misma oligarquía que reinó en Venezuela durante décadas. Ella continuó con hidalguía y respeto esa lucha, logrando ser reelecta por los habitantes de esa gran nación del Sur” Pero comparar a esas mujeres con María Corina Machado es una ofensa, un irrespeto, una degradación de la inteligencia… 

Porque María Corina Machado jamás ha sido parte del pueblo venezolano en su esencia popular. Ella es una víscera, precisamente de quienes han explotado el gentilicio nacional desde las fábricas, desde el trono oligárquico, desde el precipicio de una clase que no sabe ni jamás ha intentado entender que Venezuela es de todos y que sus antepasados, sus familiares, sus amigos y sus allegados se habían tomado para ellos como una hacienda, donde los pobres solamente servían para recortar la leña y encender el fuego de sus parrillas y sus condumios refinados” 

Entonces, ¿crees que ella está equivocada? 

La Revolución Bolivariana es esencialmente democrática, si entendemos que DEMOCRACIA ES GOBIERNO DEL PUEBLO  ella lógicamente puede competir. Mira, en ningún lugar del mundo ni siquiera el mismo núcleo que acompaña a las oligarquías, hubiese aceptado que Enrique Capriles Radonsky, Pablo Pérez, María Corina Machado y otros, estuvieran por ahí de candidatos, porque ellos que se hacen llamar demócratas, atentaron contra esa DEMOCRACIA nacida del pueblo en 2002, ellos no tienen dignidad ni vergüenza, menos pueden dar ejemplo de nada al mundo. Ni siquiera han sido capaces de retractarse, han sido cínicos, inmorales y además. María Corina Machado no es una mujer que pueda hablarles  a las mujeres del pueblo de sufrimientos, de niños enfermos, de noches sin cena, de frío y hambre. En toda su existencia, desde su nacimiento ha sido y es parte de la riqueza, del dinero, de la fantasía, de esos con lo cual sueñan los estúpidos para minimizar a los pueblos: el lujo, el yate, los palacios y las joyas, ¿CÓMO PUEDE ESTA MUJER dirigirse a nosotras, para explicarnos  cómo es que se reparte el pan y se divide la arepa, cuántas angustias ante el hijo enfermo porque sin dinero no los aceptaban en las clínicas? Vuelvo y te repito: “Quién no ha pasado hambre no sabe si el estómago canta o ruge”

hdiderot@gmail.com



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Ángel V. Rivas

Limpiabota, ayudante de pintura, articulista, Productor Nacional Independiente, editor de El Irreverente. Animador del programa Gigantes del Romance, autor del libro Pacto Satánico y poeta en estado de frustración.

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