¡Chávez si, Cabezas no!

El pasado viernes 21, sin una convocatoria anticipada y con una respuesta contundente, propios y extraños pudimos apreciar una extraordinaria concentración nunca vista por estos lares. La avenida Bolívar se quedó corta y estrecha ante una multitud que oyó del Presidente Chávez, algunas propuestas estructurales que en su nuevo período de gobierno, impactarán positivamente el camino del socialismo en nuestro estado.

No fue sólo el mensaje del presidente el que se escuchó, también como una voz ensordecedora se coreaba: ¡Chávez si, Cabezas no!, ¡Chávez si, Cabezas no!, ¡Chávez si, Cabezas no! “La voz del pueblo es la voz de Dios” reza el viejo adagio, con el que se trata de explicar la opinión generalizada de la población ante una circunstancia determinada, en este caso frente a una gestión de gobierno que hace agua por todos lados perjudicando sensiblemente el proyecto político bolivariano, que encabeza el Presidente Chávez.

No pudieron ser silenciados los llamados de rechazo ante la actual gestión regional y eso lo entendió perfectamente tanto el Presidente como el equipo político que le acompañaba. En un breve análisis del discurso político, Chávez reivindica -en su propia tierra- a Don Mario Briceño Iragorry, propinando un tremendo gancho de izquierda al mentón de la mezquindad de aquellos, quienes encaramados en los cargos regionales, quisieron callar la historia. Por si fuera poco, el presidente destacó tres elementos de crítica importantes dentro del plano de la gestión pública regional y local. Por una parte el burocratismo, entendido como la falta de motor interno o motivación para asumir el compromiso con la colectividad y con el Estado; la falta de preparación técnico-política de ciertos gerentes regionales y de una mamotreta y bobalicona dirigencia universitaria, aunados a la falta de organización en su administración. Destacó el presidente, en un claro mensaje a la gestión trujillana, el problema de la corrupción cómo cáncer que carcome las bases éticas de la sociedad; además de la necesidad de una gerencia eficiente en cuanto al uso de recursos y su máximo beneficio. Esta concentración y las que se han realizado por todo el país deja sobreentendió cómo se ha desinflado la candidatura corrupta de Capriles -tanto a nivel nacional cómo a nivel regional-  ante los hechos, la fuerza y el mensaje del presidente Chávez.

Más claro no canta un gallo, y ese gallo se llama Chávez. La crítica pública es una de las formas de interpelar que acostumbra el presidente, y debe ser así puesto que la gestión pública es pública, del dominio y del interés de la población nacional y particularmente de la trujillana. El gobernador Cabezas fue invisibilizado ex profeso por el presidente, parecía un convidado de anime, arrinconado y cabizbajo, con las manos cruzadas en el pecho cómo muchacho esperando un regaño. El regaño y el coscorrón se lo dio el pueblo.

morrocoynosubepalo@hotmail.com



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