El pueblo vengará la afrenta

En vísperas de una nueva contienda electoral, tras el deceso el pasado 5 de marzo del máximo líder de la Revolución bolivariana, Hugo Chávez, las fuerzas de la patria, junto a las organizaciones que conforman el Gran Polo Patriótico, desplegaron la ofensiva con miras a la histórica victoria del próximo 14 de abril que le permita a Nicolás Maduro Moros, designado por el Comandante el 8 de diciembre de 2012, seguir conduciendo los destinos del país durante el lapso 2013-2019.

Llegó la hora del pueblo, ése que ha sido odiado y vilipendiado por los sectores más radicales tanto de la extrema derecha del país como por factores externos, apoyados por los medios de desinformación locales e internacionales que no cesan los ataques por tratar de minar la unidad de las filas revolucionarias, apoyados por grupos de “intelectuales” tarifados de prensa escrita y Tv, que a diario utilizan espacios en un esfuerzo desesperado para frenar lo indetenible: la victoria de Maduro y la crónica de una derrota anunciada de la marioneta de la MUD y del imperio gringo en los comicios del 14 de abril.

Ese pueblo, que acudió día tras día a las exequias del Jefe de Estado en la Academia Militar, y al que el connotado “intelectual” Ibsen Martínez se atrevió a llamar, sin desparpajo alguno, “merienda de negros”, pasará factura, y muy caro, por la afrenta cometida a la familia del mandatario, a su equipo de gobierno y, sobre todo, dará una lección de conciencia revolucionaria y patriotismo, a la andanada de improperios y escarnio al que fue sometido durante años, y que ha enfrentado con gallardía golpe de Estado, sabotaje petrolero, guarimbas, desestabilización y actualmente una guerra mediática incesante.

El señor Majunche no midió el impacto que tendría en su candidatura suicida, -por supuesto carece del más mínimo intelecto para sopesar tamaña torpeza- las infelices declaraciones que ofreció al aceptar la postulación de la MUD en momentos en que los restos del presidente Chávez aún estaban en capilla ardiente. Por consiguiente, las calumnias e insultos provocaron en los seguidores del mandatario y el chavismo en general, el profundo rechazo, esperando la jornada del 14-A para aplastar el caradurismo y la soberbia del más triste y vil de los personajes que recuerde la historia reciente de la política en Venezuela.

Recordemos que Capriles carece de talante político, sólo representa a las élites económicas y a la oligarquía criolla que lo lanzaron como producto publicitario “cara bonita”, aun a sabiendas de que el ‘éxtasis’ ha hecho estragos en su cerebro. Contrariamente, su esencia y formación burguesa asociada a grupos radicales fascistas, lo llevan a hacer esfuerzos más allá de lo indecible, por tratar de transmitir un mensaje vacío y cargado de contradicciones a las masas que le producen escozor, pero que en estos momentos de cara a la contienda electoral, trata de disfrazar con llamados desesperados, que atienden sólo los fanáticos y grupúsculos disociados y la élite mantuana que lo acompañan, de los cuales el Gobierno Nacional y la militancia revolucionaria deben estar atentos.

En lo días restantes para el 14A, vendrán ataques feroces desde todos los flancos, la artillería demencial del majunche y su entorno, apelarán a argumentos rastreros, aupados por sus asesores gringos, la extrema derecha española y colombiana, y por grupos y medios corruptos al servicio del imperialismo, con el apoyo de los lacayos en Venezuela. No obstante a este escenario, la respuesta contundente deber ser la unidad y firmeza de los factores de la Revolución, junto al pueblo y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y demás instituciones del Estado, para detener cualquier acción desestabilizadora de un adversario que apelará al libreto extraelectoral, ante la aplastante derrota que recibirá del candidato de la patria Nicolás Maduro.

En estas horas cruciales, queda fortalecer el trabajo bajo la premisa de unidad, batalla y victoria, la movilización de las UBC, el 1x10, junto a todas las organizaciones, movimientos, colectivos y partidos aliados al Gran Polo Patriótico. Recordemos que la batalla comenzó en diciembre de 1998 con la victoria del comandante Chávez y, desde entonces, ese pueblo que recuperó su identidad y los derechos que le fueron conculcados por años, está llamado a ser el protagonista de la patria, esa que cambió para siempre y decidió no volver nunca más al oprobioso pasado de los gobiernos de derecha, que sumieron al país en la miseria y que en esta oportunidad apuestan nuevamente a la figura del sátrapa Capriles.


franklin.valduz@gmail.com



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