Kundera

Acaba de morir a los 94 años, uno de los escritores que mi generación leyó con voracidad. No solo era novelista, también escribió cuentos, ensayos y era dramaturgo. Nació en 1929 en Checoslovaquia y supongo que, con toda esa influencia soviética, se incorporó a los movimientos izquierdistas de la Europa de los 40 hasta finales de los 60. Fue militante del Partido comunista checo en dos oportunidades. Pero Kundera estaba muy influenciado por escritores esotéricos y nihilistas como Kafka, Nietzsche y Heidegger, escritor el primero y filósofos los otros, y muchos otros, por lo que su mundo literario giró en torno a la vida de Europa, las relaciones de pareja, los conflictos internos, las contradicciones personales. "La Insoportable levedad del ser" creo que fue su obra más leída. Alcancé a leer dos libros más: La Broma y El Libro de los Amores. Me aburrí de él porque no me estaba proponiendo nada, y salté a Sartre porque me pareció más interesante: La Náusea, El ser y la nada, El Muro, fueron obras que me atraparon, como a toda mi generación. También alcance a leer a su esposa, Simone de Beauvoir, una vanguardista con el tema de la feminidad. Leí una novela complicadamente literaria: La Celosía.

Kundera fue expulsado dos veces del Partido Comunista checo, en 1950, pues ya expresaba esa visión nihilista del mundo; y en 1970, cuando se opuso a la invasión soviética a Checoslovaquia en lo que se conoció como La Primavera de Praga. Por cierto, Teodoro Petkoff escribió un polémico libro sobre el tema: "Checoslovaquia, el socialismo como problema", a mi juicio muy bien razonado, pero equivocado, porque no tomó en cuenta dos variables que son fundamentales para cualquier análisis: la dialéctica y el materialismo histórico. Cualquier análisis que se haga sin utilizar estos instrumentos, siempre estará errado.

Lo cierto es que Kundera se fue a Francia, autoexiliado y el resto de su obra está escrita en francés, razón por la que muchos creen que es francés. Allí vivió hasta el fin de sus días.

Kundera jugó un papel clave en mi generación, que por alguna razón se formó para cambiar a la humanidad, sin saber que la humanidad no quería que la cambiaran.

Enemigo de los medios de comunicación, y negado a dar entrevistas, en una de las pocas que dio, dijo: "Sería tan sencillo encontrar la calma en el mundo de la imaginación. Pero yo siempre he tratado de vivir en los dos mundos al mismo tiempo y no abandonar uno de ellos por culpa del otro", frase que siempre me recuerda al periodista Karl Kraus, quien en su libro "Contra los periodistas", escribió: "El diablo es optimista si cree que puede hacer más malo al hombre".



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Rafael Rodríguez Olmos

Periodista, analista político, profesor universitario y articulista. Desde hace nueve años mantiene su programa de radio ¿Aquí no es así?, que se transmite en Valencia por Tecnológica 93.7 FM.

 rafaelolmos101@gmail.com      @aureliano2327

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