Organización territorial del Partido Socialista Unido de Venezuela

“No es posible separar mecánicamente lo
político de lo organizativo”.
Vladimir Illich Lenin
Conclusiones del XI Congreso del Partido Comunista de Rusia.


¿Reconocemos que en la actualidad en Venezuela opera una encarnizada lucha de clases? Lo digo porque hace unos años atrás en el desenvolvimiento de este proceso revolucionario no se reconocía en la alta dirigencia y en el seno del pueblo esta irreconciliable batalla. Pese a que aún algunos sectores bolivarianos no terminan de aceptar esta diatriba entre capitalismo y socialismo o entre ricos y pobres, la mayoría del movimiento revolucionario venezolano ha comprendido que es vigente la lucha de clases . Incluso, se ha tomado conciencia de que este fenómeno histórico ha pasado de ser sólo un hecho local a un acontecimiento de dimensiones internacionales: la burguesía se ha mundializado, la pobreza y la miseria encarna en miles de millones de seres humanos en el planeta.

Estas consideraciones vienen a manera de puente entre el tema antes brevemente desarrollado (“El sujeto de la transformación”) y el que pretendo desplegar a continuación. Es internalizar que la lucha de clases es el motor histórico de la humanidad. Es comprender que la contradicción fundante es capital-trabajo, imperialismo (y su globalización del capital)-pueblos.

Me parece que el Partido Socialista Unido de Venezuela ha nacido como un niño de pies y no de cabeza. Ha comenzado su conformación desde lo territorial, donde conviven los sectores populares: el sujeto de la transformación. Su vida no sólo se construye donde viven los seres humanos. Su vida también se constituye desde el trabajo, desde la producción. Sin caer en la ortodoxia (como en el subtítulo previo lo señalaba) la pelea decisiva no es con el vecino ni contra el maestro de la escuela. Creo que en la manera de que se configuran nuevas relaciones en el proceso de producción, entendiéndolo éste no sólo de materia sino de conocimiento (la superación de la división social del trabajo), se extirparán el conjunto de dificultades estructurales que azotan al pueblo en general.

Es la universidad como centro de producción del conocimiento. Es la fábrica como centro de transformación de materia prima. Es el fundo donde se siembra el alimento que comemos las venezolanas y los venezolanos. Son las oficinas de la administración de los recursos financieros generados de este proceso productivo. Es el Estado como maquinaria que encarna la lucha de clases. Allí está la batalla de ideas fundamental, la lucha de clases permanente. En estos espacios deben hacer vida los frentes del Partido de la Revolución Bolivariana.

Por supuesto, el PSUV o cualquier organización que pretenda conquistar el poder político o construir una nueva sociedad, además de establecer una agenda de trabajo estratégica-táctica en los frentes sociales (obreros-campesinos-estudiantes-profesionales-técnicos-indígenas-mujeres-jóvenes), debe asentarse donde coexisten estos sectores. Los distintos frentes sociales no se encuentran en el mismo espacio de trabajo y de desenvolvimiento cotidiano pero sí se encuentran en el barrio, en el asentamiento, en la urbanización.

En definitiva, el espacio de la producción (del trabajo) se une con el territorio donde convive con su familia, con su comunidad. Por lo tanto, el Partido Socialista Unido de Venezuela está obligado a conformar urgentemente los Frentes de Lucha, máxime, cuando en una década de Revolución Bolivariana no existe aún una fuerza hegemónica en cada uno de los sectores que levante las banderas del socialismo y en verdad tenga la solvencia moral para organizar y movilizar al pueblo que hace presencia en cada uno de estos frentes.

No ha existido un movimiento estudiantil que se imponga en el terreno de las ideas y la movilización por la transformación de la educación. No existe un movimiento obrero que exija los cambios fundamentales en el aparato productivo y que se plantee la reactivación del mismo a través del control de las fábricas privadas abandonadas o no abandonadas. No existe un frente campesino que aglutine mayoritariamente al grueso de hombres y mujeres que producen alimentos y otros rubros en el mundo rural venezolano. No existe un movimiento femenino que luche por fortalecer el reconocimiento del trabajo doméstico, entre otras cosas. No existe un movimiento juvenil que luche contra la crisis moral que aborda a este sector. Y así pare usted de contar. Es extremadamente urgente avanzar en la configuración de instancias organizativas con ciertos rasgos de autonomía pero que amparados en el Programa del Partido y en las orientaciones del Comandante Hugo Chávez se establezcan la recomposición y el reimpulso del trabajo político multitudinario y de cuadros en estos sectores.

Es el antiguo debate entre movimientos sociales y partido. Sino hay direccionalidad de parte del destacamento de vanguardia revolucionaria (Partido) en el seno del pueblo y sus diversas expresiones organizativas, tengan por seguro que la Revolución Bolivariana y cualquier intento de subvertir el orden en alguna parte del globo terráqueo estará en un grave peligro. El partido debe luchar por el socialismo en lo grande y en lo pequeño. Debe vislumbrar los largos pasos estratégicos y aterrizar en el común denominador de la realidad. Para ello, los frentes de lucha son el instrumento sin qua non. Frentes de lucha que se establezcan como membranas de la Revolución y del Partido y no como un fin en sí mismos.


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