Profesionalismo y comercialización en el deporte bolivariano

“…Parecía difícil de comprender que la revolución se propusiere cambiar ese concepto del deporte. Es decir: el deporte como medio de vida, y crear otro concepto, el cual debe ser el verdadero concepto del deporte. Es decir: no el deporte como medio, sino el deporte como fin en si mismo; no el deporte para una minoría, sino el deporte para todo el pueblo…”

“… Nuestra revolución ha despojado al deporte del carácter mercantilista, este dejó de ser un instrumento de negocios con la desaparición del profesionalismo. En nuestro país, ya no se compran ni se venden peloteros, ni hay empresas monopolizadas de atletas, que pueden comprar y vender un atleta como se compra y se vende un caballo de carrera; y se apuesta al atleta como se apuesta al gallo fino y al perro. Y se hace negocio con el espíritu del atleta, con el esfuerzo del atleta, y se convierte, incluso, al atleta en propiedad privada de corporaciones. Eso no es el espíritu deportivo…”

FIDEL CASTRO

La concepción marxista de la cual partimos para el análisis del deporte, se cimienta en la comprensión materialista de la historia, y la dependencia del deporte a la estructural social en la que está inmersa. Es decir, la actividad física deportiva considerada como un fenómeno que está históricamente condicionada; de allí que su contenido y objetivos, tareas, formas de organización y métodos de utilización están subordinados a las leyes generales del desarrollo social y dependen en su totalidad (es el modo de producción dominante el que impone su hegemonía) del carácter de las relaciones sociales. Desde sus inicios la práctica deportiva tuvo fines ideológicos políticos y económicos. Para los estudiosos, este último aspecto, es decir la inversión económica en diversas áreas (recreativas- lucrativas) así como la realización de apuestas o patrocinios a los deportistas (premios-recompensas) estuvo en el origen de la profesionalización de los jugadores. De allí que la única interpretación que los oligarcas capitalistas tienen sobre el deporte, es su utilización sobre la base de su mentalidad mercantilista, en términos de ganancia y explotación del hombre. Comercialización y profesionalismo son dos conceptos inseparables del desarrollo del capitalismo imperialista, en donde sus categorías propias son: facilismo, engaño, lucro, trácala, poco esfuerzo, explotación, el interés individual material, competencia desleal y trabajo no productivo. La voracidad capitalista va prostituyendo y exacerbando lo poco que queda de lo ético- moral- estético-saludable del deporte, ellos son negociantes y no pueden ver el deporte desde otra perspectiva.

En nuestro “deporte revolucionario”, cuando observamos a sus dirigentes, su práctica cotidiana y, confrontamos la verdad con la mentira; cuando abrimos los ojos y vemos el apoyo colosal al deporte profesional-espectáculo y la comercialización; cuando percibimos que la explotación del hombre por el hombre, apropiación de la plusvalía, contratación “leonina” y la competencia desleal siguen enmascaradas; cuando nos enteramos que ciertos dirigentes (ministros, gobernadores, alcaldes, diputados y concejales) están sindicados de tener presuntas inversiones en el deporte profesional venezolano, cuando recordamos que sigue vigente la concepción aristocrática, selectiva y elitista del deporte burgués. Es cuando señalamos que el espíritu del mercantilismo y el profesionalismo están vivitos y coleando en el proceso deportivo bolivariano.

Cuando repasamos los diarios y conseguimos que una alta dirigente deportiva del gobierno y empresas de eventos promocionales del voleibol, conjuntamente con la televisora social TVes, van a pagar $250.000 por la transmisión de la liga mundial, cuando prestamos atención y ojeamos el VEA, y percibimos en VTV (medios de comunicación del pueblo) el fomento del deporte espectáculo. Todo ello en detrimento del deporte formativo, educativo, y recreativo de las masas; cuando se siguen copiando categorías propias del capitalismo. Advertimos que este importante aparato ideológico del estado sigue en manos de una “nueva aristocracia deportiva”. Y es por ello que, mientras, no se extirpe el profesionalismo y la comercialización, nuestro deporte seguirá secuestrado por estas camarillas.

Queremos que el nuevo deporte contribuya con el desarrollo integral de los deportistas, donde se refuercen los valores esenciales del deporte, orientados hacia lo formativo, educativo y recreativo. Estamos llamados como sociedad a promover y participar en las 3R de revisión, rectificación y reimpulso del ideal deportivo en todo nivel, proceso que pasa por desnudar los males del capitalismo inmersos dentro de la concepción del deporte y analizar su impacto y alcance en las políticas estadales que promueven la actividad deportiva, particularmente la de alta competencia la cual, a nuestro modo de ver, es la más corrompida por los valores del imperio. En este sentido, es necesaria la incorporación activa del pueblo organizado, pues es el único camino que permitirá un avance revolucionario, guiado con la firmeza de nuestras convicciones ideológicas, erradicando los vicios heredados y caminando a paso de vencedores hacia el deporte socialista.

PATRIA, SOCIALISMO O MUERTE…. ¡VENCEREMOS!

Dr. Pedro García Avendaño
pedro_garciaa@yahoo.es


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Pedro García Avendaño


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