Reflexión sobre los Juegos Olímpicos

EL MERCANTILISMO OLIMPICO CONTRA EL HUMANISMO DEL DEPORTE

“…EL DEPORTE PARA NOSOTROS NO ES UNA ACTIVIDAD COMERCIAL, EN NUESTRO PAÍS NO SE CONCIBE EL DEPORTE COMO UN NEGOCIO, PORQUE ESO REBAJA LA CALIDAD MORAL Y HUMANA DE ESTA ACTIVIDAD…” “…EL DEPORTE CULTIVA LOS MUSCULOS, EDUCA EL CARÁCTER, DESARROLLA LA INTELIGENCIA, HACE CIUDADANOS MÁS SALUDABLES Y MÁS PREPARADOS EN TODOS LOS SENTIDOS…”

                                                                                                                                                                      FIDEL CASTRO

La voracidad mercantilista en los juegos olímpicos ha ido gradualmente prostituyendo y exacerbando lo poco que aún queda de lo ético- moral- estético-saludable del deporte humanista, pues sus dirigentes globales son negociantes y no pueden ver al deporte desde otra perspectiva. Dentro del seno del COI unos pocos socios comerciales de “primera línea” (entre los que se cuentan Coca Cola, Atos Origin, Kodak, Mc Donald’s, Panasonic, Samsung, Sport Illustrated, Swatch, Visa Internacional, Dow Chemical Company, Xerox, Hiundai, Nike y Adidas), constituyen la columna vertebral de la estructura financiera de este monstruo mercantil. Sus aportes en los últimos años rebasan con creces los miles de millones de euros, sin contar los ingresos a sus arcas producto de los juegos celebrados en Beijing.

Es por ello que debemos preguntarnos ?si comprar productos con el logotipo de los cinco anillos? o ?utilizar cualquiera de los bienes ofertados por estas trasnacionales, que dañan, contaminan el ambiente y enferman a los seres humanos? ?es en realidad una manera efectiva de favorecer al deporte? o más bien ?estamos contribuyendo al enriquecimiento de unos pocos?, que no son más que iconos del mercado globalizado del siglo XXI, que sigue privilegiando al mercantilismo, sin importar el destino de la humanidad y el ambiente en que vivimos. Para estas transnacionales lo que importa son sus negocios, beneficios y mercancías y, justo por esto, ven la actividad deportiva como una forma más de hacer dinero. Se trata de un modelo inhumano en que el deportista es una pieza de la maquinaria, los ciudadanos son consumidores forzados de la industria deportiva, el Estado es un protector de los beneficios de la elite y los grandes capitales campean a sus anchas corrompiendo conciencia, pervirtiendo el espíritu deportivo, propiciando la competencia desleal y explotando hasta la última gota la savia del deporte.

Ante este nefasto panorama, debemos construir un modelo alternativo necesario en el mundo, que devuelva al deporte todo su esplendor, belleza y pureza. Este nuevo paradigma deportivo debe  ayudar con el desarrollo integral de los deportistas, donde se refuercen los valores esenciales de esta actividad física, orientados hacia lo formativo, educativo y recreativo, con un deporte como parte de la vida y de la lucha, del hacer y el crecer, del ser y el sentir.  Asimismo necesitamos de nuevas formas de intercambio que establezcan otras relaciones entre el individuo y su cuerpo, entre el individuo y la naturaleza y, sobre todo, entre unos y otros individuos. Dentro de esta perspectiva, es necesario el rescate del deporte mundial como patrimonio de la humanidad, el desafío es derrumbar la estructura colonial que lo rige, impulsar una nueva rectoría, eliminando de una vez por todas el control que sobre éste ejercen instituciones que responden a las concepciones burguesas e intereses mercantilistas, como es el caso del Comité Olímpico Internacional (COI).

Las Olimpíadas actuales muestran una doble moral: ni son juegos de la paz ni son deportes aficionados, ni mucho menos fiesta de la amistad entre los pueblos. Los ideales de justicia, solidaridad, compañerismo y valores éticos originales fueron olvidados, pervertidos y canjeados por los del capital. El COI, aparente garante de esos valores, se ha hecho de “la vista gorda” ante invasiones, guerras, violaciones de derechos humanos y dictaduras, otorgando en muchas oportunidades sedes de los juegos a estos países agresores con vocación imperial.

El gran reto de los países progresistas, es devolver lo humano al deporte, lo placentero, lo lúdico, ya que sólo así se reencontrará el hombre con el valor esencial de este fenómeno tan fundamental para el desarrollo y crecimiento de sociedades más humanas. En ese sentido es paradigmática la  protesta de Vietnam ante el COI. Esta nación envió una misiva contra la transnacional Dow Chemical Company, uno de las patrocinantes de los venideros Juegos Olímpicos de Londres, debido a que esta empresa participó muy activamente en la guerra contra Vietnam, suministrando el mortal agente naranja, causante de daños irreversibles sobre la salud de miles de vietnamitas y de la destrucción de bosques y cultivos. Este reclamo debe ser apoyado por los gobiernos del mundo y en especial por el gobierno venezolano, donde el proceso revolucionario que hoy vivimos, no sólo se define como antiimperialista y propugna la solidaridad con los pueblos del mundo. El COV tiene la obligación de honrar ese compromiso.

 Sería una candidez como revolucionarios, participar en  el espectáculo de los Juegos Olímpicos sin tener claro lo que representa este monstruo del negocio deportivo. Esta “fiesta deportiva” hasta ahora ha servido para exhibir la riqueza, la buena alimentación y los avances tecnicocientíficos de los centros de generación del capital, siendo un escenario soterrado para la segregación explícita hacia nuestros indios, negros, amarillos y mestizos del mal llamado “tercer mundo”. Así el mundo sigue su curso, las naciones sufren sus realidades y los imperialistas nos clavan su espectáculo.

No puedo encogerme de hombros y no participar en esta lucha del socialismo contra el capitalismo, de la vida contra la muerte, por ello me sitúo del lado del deporte humanista y liberador contra el deporte mercantilista. No tomar partido es dejar que el proceso revolucionario en lo que concierne a la actividad física, tan importante para la construcción del hombre nuevo, continúe a la deriva y pareciéndose tanto a lo que no queremos seguir repitiendo. Y en este match,como en todos los proyectos donde algo trascendente está en juego, lo importante no es competir, sino ganar y a eso apostamos, jugamos a rescatar los juegos y a salvar la vida del planeta.

¡VIVIREMOS Y VENCERMOS!

Dr.

Antropólogo-Sociólogo

Docente- Investigador Titular U.C.V.

Excretor de la Universidad del Deporte

Email: pedro_garciaa@yahoo.es



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Pedro García Avendaño


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