Apuntes sobre la derrota de la reforma constitucional en Venezuela

Apuntes sobre la derrota de la reforma constitucional en Venezuela

José A. Laguarta Ramírez, Movimiento Socialista de Trabajadores (Puerto Rico)


1. El referéndum del 2 de diciembre no fue un "concurso de popularidad". Chávez sigue gozando de la lealtad política de alrededor del 60% de los electores, y su gestión de la aprobación de casi el 70% de la población, mientras la oposición sigue adoleciendo de coherencia, liderato y confianza popular. De entre el 45% de abstenidos, la abrumadora mayoría son "chavistas" que sencillamente no se sintieron llamados a votar, ya sea por estar sobre confiados, o por poco interés en las reformas propuestas.

2. En todo caso, revela serias fallas en la capacidad de movilización del todavía incipiente Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). A cierto nivel, el resultado es una medida del arraigo aun tenue del proyecto del "socialismo del siglo veintiuno" en Venezuela. Si se cuenta a los abstenidos, este revela que alrededor de un 27% de los electores inscritos votaron a favor de las propuestas (nótese también que sólo el 27 o 28% votó en contra).

3. Esto, sin embargo, es una medida limitada, ya que las encuestas revelan que entre un 40% y 45% dicen aprobar de algún tipo de "socialismo", lo que significa que muchos "socialistas" se quedaron en sus casas. El resto de los "chavistas" son esencialmente social-demócratas que aprueban de la gestión gubernamental pero no ven la necesidad de una profundización mayor, o populistas para que responden a la figura del líder, pero no al contenido de sus propuestas (este sector es cada vez menor).

4. En otras palabras, a pesar del claro dominio político del bloque "chavista" el socialismo todavía no ha alcanzado la hegemonía social necesaria para llevar a cabo la transformación radical que implica el "socialismo del siglo veintiuno". Esto se hace aún más evidente con la defección de una figura de tan alto rango como lo es el Gral. Baduel (interesantemente, esta defección parece no haber arrastrado mucho apoyo popular).

5. Por otro lado, es evidente que la oposición logró que el referéndum se enfocara, para sus seguidores, en la limitación de términos presidenciales – no se sabe que porcentaje de los electores del "NO" hubieran votado "SI" por cualquiera de las demás 68 propuestas de reforma, algunas de las cuales son de contenido claramente más claramente ideológico (jornada laboral de 36 horas, organización de los trabajadores del sector informal, poder comunal).

6. En ese sentido, el resultado del referéndum revela las limitaciones coyunturales de la estrategia de llevar a votación en sólo dos bloques una reforma tan abarcadora. Ello no significa, sin embargo, que haya sido necesariamente un error intentarlo. Claramente, una victoria (amplia) para el SI hubiera significado la profundización radical que necesita el proyecto revolucionario para combatir la corrupción y el burocratismo, legado de la "Cuarta República", que todavía lastran al estado venezolano.

7. Una victoria más escueta, por otra parte, le hubiera brindado a los sectores más reaccionarios de la derecha opositora y del imperialismo la excusa que ansían para provocar un estallido de violencia desestabilizadora y posiblemente un segundo golpe de estado en ciernes (sugerido por las crípticas declaraciones de Baduel a los efectos de que el sector militar debería estar "alerta" a los resultados). Esto ha sido reconocido implícitamente por Chávez al declarar, en su reconocimiento de la derrota, que por un margen tan estrecho era preferible perder a "ganar".

8. En todo caso, fue un riesgo necesario para aprovechar la oportunidad política del momento y medir adecuadamente el balance de fuerzas. Sería un derroche inaceptable de miopía política asumir la postura mojigata de plantear que una posible reacción violenta de parte del enemigo político es razón suficiente para no aprovechar una oportunidad de profundizar el proceso revolucionario por la vía democrática.

9. Es indudable que, como se ha señalado ya, aun en la derrota, Chávez "ganó", en tanto deja claramente demostrados sus "credenciales" democráticos, particularmente ante sus críticos internacionales. Mientras la oposición no se ha cansado, en derrota tras de derrota, de denunciar un supuesto fraude, aun luego de perder por los más amplios márgenes (el más reciente de 26%), Chávez no titubeado en reconocer una derrota de 1.4%.

10. Un líder menos responsable, en circunstancias similares, en un sistema político menos transparente, no hubiera dudado en movilizar a sus seguidores a defender su voto en la calle. Ciertamente ni el motivo ni la oportunidad para el fraude le hubieran faltado a la oposición.

11. Ello no implica, por supuesto, que en otras circunstancias no se haga necesario defender los votos por cualquier medio necesario. El verdadero líder revolucionario, sin embargo, sabe leer las señales en la euforia de la victoria, como cuando una estrecha derrota demuestra que el proceso, "por ahora", aun necesita madurar.

12. Tal madurez, tratándose de un proyecto al menos ideológicamente "socialista", sólo es posible en la medida en que la clase trabajadora organizada asuma un papel mucho más protagónico en el proceso de la que ha tenido hasta ahora. Aunque Chávez y el resto del liderato político tienen una gran responsabilidad en estimular y propiciar ese proceso, en última instancia este depende únicamente la clase obrera venezolana misma y su liderato.

13. Por último, un efecto clave del referéndum, y que se ha mencionado poco hasta ahora, es que Chávez no podrá ser el candidato en las elecciones del 2012. Uno de los retos, entonces, del proceso, es el desarrollo, en el seno del PSUV, del movimiento obrero organizado y del movimiento popular, desarrollar cuadros políticos revolucionarios capacitados para ir asumiendo las responsabilidades que le han tocado a Chávez hasta ahora, para que el proceso sobreviva más allá de la presidencia del líder.


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"defender la alegria como una trinchera
defenderla de los escandalos y la rutina
de la miseria y de los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas"
-Mario Benedetti

(*)Movimiento Socialista de Trabajadores (Puerto Rico)

Ph.D. Program in Political Science
The Graduate Center, CUNY

jalaguarta@gmail.com


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