En un acto de escalada de tensiones, el ejército israelí llevó a cabo este domingo una serie de ataques en el sur del Líbano. Según reportes de la red televisiva Al-Manar, las fuerzas israelíes alcanzaron una excavadora mecánica en la localidad de Shebaa y lanzaron una bomba sónica con un dron hacia la zona de Marun al-Ras. La agencia oficial de noticias libanesa confirmó los ataques, añadiendo que Israel disparó bengalas hacia el área de Wadi al-Mazlum, mientras sus aviones de reconocimiento sobrevolaban el espacio aéreo libanés.
Esta ofensiva ocurre en un momento de gran simbolismo diplomático, coincidiendo con la llegada al Líbano del Papa León XIV, líder de los católicos del mundo. El Pontífice, quien fue recibido por autoridades locales, tiene previsto reunirse con el presidente y el primer ministro libaneses para abogar por la paz en una región asolada por el conflicto. Su visita era esperada como una "chispa de esperanza" para un país que enfrenta una profunda crisis económica y alberga a un millón de refugiados sirios y palestinos.
La incursión del ejército israelí ha generado una profunda preocupación entre los líderes libaneses, quienes se preocupan por una escalada militar en los próximos meses. Previamente, el jeque Naím Qasem, secretario general de Hezbolá, había expresado su esperanza de que la visita del Papa contribuyera a poner fin a las medidas bélicas del régimen sionista.