En una entrevista para BBC Mundo, el ex enviado para Venezuela Elliot Abrams, figura que ayudó a Estados Unidos a dar varios golpes de Estado en América Latina y que colaboró con la narrativa de las armas de destrucción masiva de Irak en 2003, habló sobre Venezuela y la operación militar que el gobierno de Donald Trump tiene contra el país.
Abrams, que comparte la idea de que el gobierno venezolano transporta drogas a EEUU, considera que la administración Trump no va a lanzar una invasión contra el país caribeño, aunque sí podría atacar blancos de supuestas pistas y puertos clandestinos, para fortalecer su teoría.
«Esa flotilla en el Caribe no es lo suficientemente grande como para invadir Venezuela, y no creo que Trump tenga ninguna intención de hacer eso, pero es mucho más grande de lo que se necesita para dispararle a pequeñas lanchas rápidas fuera del agua», dijo al tiempo que añadió que «el siguiente paso será probablemente algún ataque dentro de Venezuela».
Sin embargo, el ex agente de la CIA dijo que el accionar de Trump es «una especie de operación psicológica» cuyo propósito es decirles a las personas alrededor de Maduro, a los militares y a los civiles en el régimen: «Él tiene que irse, pero ustedes no tienen que irse; hagan algo, sálvense».
Abrams admitió que el principal objetivo de esta estrategia es desgastar al pueblo y al liderazgo militar que acompañan al gobierno, a fin de facilitar el arribo al poder de Edmundo González, el prófugo de la justicia apoyado por Washington para ocupar la presidencia del país.
La doble narrativa difícil de explicar
En la entrevista brindada a BBC Mundo, Elliot Abrams dejó en evidencia que el gobierno de EEUU no tiene un real objetivo del combate a las drogas, sino el del cambio de gobierno que saque al chavismo del poder.
Según el político, se busca presionar un desconocimiento del liderazgo de Maduro, para propiciar que su entorno facilite la transición. «Puede que no cambie la opinión de Delcy Rodríguez y su hermano Jorge, Diosdado Cabello o Padrino… Muchos se están preguntando por qué tienen que sufrir por Nicolás Maduro», dijo.
Explicó que detrás de esta nueva arremetida de EEUU contra el gobierno de Maduro, está el ala radical representada por Marco Rubio, que desplazó al enviado especial Richard Grenell, que tenía una estrategia más conciliadora.
«A Grenell le han dicho que se mantenga al margen. Rubio y el grupo de Florida están al cargo, y es difícil para el presidente Trump cambiar de opinión ahora. Podría, por supuesto, pero le supondría una gran pérdida de prestigio. Se ha comprometido mucho y la retórica ha sido muy dura», comentó.
Los escenarios que maneja Trump
Abrams dijo que adicionalmente, la intención de la presión estadounidense busca propiciar un levantamiento al estilo del que hubo en 2014 o 2017, cuando Washington también impulsó las violentas protestas callejeras.
«Creo que el gobierno de Trump piensa que a medida que se avanza por este camino, en algún momento habrá un levantamiento de la población como otros que hemos visto en Venezuela», admitió.
Otro escenario que maneja Trump, a juicio de Abrams, es el del magnicidio. «Trump se enfrenta a otra decisión: si quiere un ataque a los líderes del régimen, algo similar a lo que se hizo con Qasem Soleimani (comandante de la Guardia Revolucionaria iraní muerto en un ataque ordenado por Trump en enero de 2020). Es una decisión grave, pero es ciertamente una opción».
Finalmente, recomendó al gobierno de Trump que busque pruebas de que las personas que está asesinando en el Caribe tienen alguna conexión con Maduro. En caso contrario, deberá retirar a los militares y volver a actuar a través del FBI y la DEA.