15 de mazo de 2015.- Desde destitución (impeachment) hasta la intervención militar fueron las consignas coreadas en algunas de las principales ciudades de Brasil en las protestas en contra Dilma Rousseff y su partido PT.
Un millón de personas sólo en São Paulo, según la policía, y 210.000 según el sistema de medición utilizado por el diario A Folha de São Paulo,a las que hay que sumar otros cálculos de las autoridades policiales que hablan de 45.000 en Brasilia, 24.000 en Belo Horizonte y 15.000 en Río de Janeiro, además de otras ciudades, salieron este domingo a la calle para gritar, sobre todo, "Fuera Dilma".
Estos actos convocados dos días después que una serie de manifestaciones sindicales a favor de Rousseff y en defensa de Petrobras en todo el país reunieran el viernes 175.000 según los organizadores.
Según opiniones recogidas entre diversos compañeros de Brasil los medios y algunos sectores de la oposición aprovecharían "la caída de la popularidad de la Presidenta Dilma y la fuerte polarización en las últimas elecciones para jugar con el golpismo. Van midiendo la situación para intentar sacar al PT del gobierno, es decir que hay un sector de la oposición de ultraderecha que juega con esta posibilidad, muchos de ellos interconectados con EE UU".
Una Derecha sin plan
A pesar de que los medios y los sectores de Derecha llaman a la movilización, no hay una pauta definida. Lo único claro es que están contra la Presidenta Dilma. Es decir, lo que prevalece es el discurso del odio y en la protestas de la derecha nadie se hace cargo de un discurso político, ni mucho menos de una propuesta seria que marque una ruta de solución a las necesidades de la población. Por esto surgen aberraciones, como los pedidos de retorno de los militares, todo promovido a través de una intensa e insana campaña mediática, son las expresiones de compañeras como Camila Mendes y Breno Carusso.
Petrobras y la corrupción
La petrolera estatal Petrobras es hoy el tema que no falta en la boca de los brasileros, el escándalo de sobornos que provocó investigaciones contra alrededor de 50 políticos, en su mayoría de grupos aliados al gobierno o miembros del Partido de los Trabajadores (PT) se suma a los fuertes problemas económicos que se manifiestan con una inflación que a 12 meses en febrero llegó a 7,7% (el mayor nivel en una década), desequilibrios fiscales y un aumento del dólar frente al real superior a 20% en lo que va del año. "Es decir que hay una sustentación en la realidad en los problemas no resueltos de la población que lo aprovechan los sectores políticos de derecha más reaccionarios para capitalizar el descontento a su favor", así lo expresa Antonio Goulart, entrevistado por aporrea.org.
A voz del Ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, las manifestaciones contra la corrupción sería el punto en común entre las movilizaciones del viernes ( a favor del gobierno y el PT) y la de hoy (abiertamente de Derecha)
La política de conciliación de clases y la exigencia que vuelva la Dictadura Militar
Impresionantemente se ve en las manifestaciones carteles con pedidos a que haya una "intervención militar ya" "rescaten a Brasil", incluso se vio en la manifestación un jeep pintado de camuflaje, con un maniquí vestido de soldado, que fue recibido con aplausos por varios participantes de la marcha. Muchos analistas políticos hablan de ser la primera vez que un pueblo sale a la calle pidiendo que se implante una dictadura militar, lo que pone en evidencia el carácter de la manifestación; sobre todo en un pais que vivio una dictadura feroz y sangrienta durante 21 años.
En opinión de brasileros de izquierda, la misma política de conciliación de clases del PT ha contribuido a la despolitización de la sociedad. En ese sentido los pedidos de intervención militar guardan íntima relación con el hecho de nunca haberse instalado en el país un proceso de memória y justicia (los culpables de los crímenes de la Dictadura nunca fueron juzgados), por lo tanto hay un sector de la sociedad no tiene memória historica del periodo de la dictadura, y no lo asocia directamente a algo malo.
Estrategias imperiales
A juzgar por las últimas acciones tomadas de la Casa Blanca hacia América, las más recientes declaraciones en contra de Venezuela y su política solapadamente injerencista en Brasil, la estrategia de Obama es la recuperación de la influencia en América Latina, para ellos fundamental como imperialismo, "lo que sí es cierto es que ellos juegan con las equivocaciones de los gobiernos considerados progresistas que los han llevado a perder popularidad porque las medidas que toman golpean más a su base social", opina Santiago Stanzioni.
Las fotos que se muestran son más que elocuentes, expresan la características de esta movilización en contra de Dilma Rousseff y el PT y expresa claramente hacia dónde retroceden las conciencias cuando no están politizadas...juzgue usted mismo