Vargas Llosa arrepentido, sin poder expulsar el gas enconado que lleva en el alma…

  1. Si ustedes se detienen cuidadosamente en el rostro del afamado escritor, notarán en los trazos de sus labios tensos, en la abotagada mirada que trata de expulsar algo que no es otra cosa que un gas enconado que lleva en su alma desde que nació. Claro que es un genio de la técnica pero el luchar contra ese gas que lleva atragantado en las entrañas lo acabó haciendo un extraordinario escritor; alguien que manipuló con tierna destreza sus mentiras y que nunca acabó por decir nada de sí, porque a fin de cuentas supo manejar la pluma como una burda ganzúa… de esas con la que los ladrones abren los carros…

  2. El problema de su vida y el de ese gas enconado, que nunca lo expulsó le compete después de todo al terreno del sicoanálisis. Pero ya no hay tiempo: casado en primeras náuseas con una tía, luego en segundas con una sobrina, no pudo salir de su círculo íntimo y ahora cuando lo ha intentado, la Pelona toca a su puerta y el gas sigue allí pútrido, bilioso, estragándole el seso y las malas mañas. Se está despidiendo en muy mala hora… No tuvo en verdad, una buena…

  3. Él que iba por el mundo ponderando que la derecha es la salvación de mundo y que besa a imbéciles en Venezuela de la catadura, por ejemplo, de Vilca Fernández o Gaby Arellano ("estudiantes" que di-vagaron veinte años por los pasillos de la ULA, perfectos analfabetas y tracaleros descomunales que jamás se han leído un libro, ni podrán…).

  4. Cuando Mario Vargas Llosa publicó "La Fiesta del Chivo", en Venezuela se formó una jarana entre los politiqueros; todos los medios dijeron que con ese libro se iba a derrocar a Chávez, porque Chávez era idéntico a Rafael Leonidas Trujillo, porque Chávez también andaba "violando carajitas", que estaba al descubierto, que ahí estaba retratada la técnica cómo le pegaba a su mujer…; aquel grandioso inocuo inicuo llamado Carlos Blanco lo puso por las nubes: "Es lo más grande que se ha escrito sobre la tierra… y ahora para dónde irá a coger Chávez". El diario "El Nacional" hizo una delirante campaña para que en ese libro se conociera mucho mejor a la dictadura de Venezuela. Y estamos convencido que don Mario escribió ese libro más por tratar de retratar a Chapita que para "poner al descubierto al dictador Chávez".

  5. Sostenía Carlos Blanco, que el libro era tan apasionante que podía leerse enfebrecidamente de un tirón... Casi al mismo tiempo, pero esta vez por Televen, César Miguel Rondón expresaba: "No sólo de un tirón sino de medio tirón".

  6. Pues bien, el fulano libro no es para tanto que el autor le colocó demasiados corchos para que pudiera reflotar airosamente. Tanto Blanco como Rondón vieron en lo del Chivo una extraordinaria caricatura de Chávez (como si éste tuviese algún parecido con aquel descomunal monstruo de Chapita).

  7. A mí las letras de don Mario no me atrapan ni me convencen para nada y eso que me he leído casi toda su obra. Este escritor la viene cogiendo con los negros desde que se quitó lo de cholo y se hizo blanco (es decir español). Negros somos los peruanos, los colombianos, bolivianos o venezolanos. Desde que el negro Chávez se montó en el coroto don Mario, con el laboratorio de Plinio Apuleyo Mendoza y Álvaro Vargas Llosa, viene hablando maravillas del capitalismo y del libre mercado. De lo idiota que somos todos los que no pensamos como ellos.

  8. Vargas Llosa es uno de los hombres que más obsesión muestra (por la prensa "libre" y ante cualquier escenario público) grita histérico a favor del llamado laissez-faire o liberalismo.

  9. A medida que leo a don Mario, me percato que su fama pareciera hacerlo incursionar en terrenos, en los cuales es necesario ser irresponsable para opinar sobre cosas que no sabe, y hacerlo del modo más desenfadado. La polémica desatada en República Dominicana por la novela es porque se empapó muy vagamente del tema, y estructuró toda la obra con base al desfloramiento de una joven de catorce años por parte del dictador. Una cosa que no se la traga nadie es el hecho parsimonioso como esta joven Urania (así se llama la protagonista) cuenta a través de un montón de páginas a su tía y a unas primas, de cómo fue el trauma del desvirgue y la hemorragia.

  10. Don Mario, en su discurso con ocasión de su incorporación a la Academia de la Lengua Española dijo que Azorín era un escritor menor, y recibió más palo que una gata ladrona por parte de don Camilo José Cela; en su libro "El Pez en el agua", afirma que Venezuela y Colombia padecimos guerras religiosas. ¿Cuándo, imbécil, tuvimos nosotros guerras religiosas? Después, en un homenaje que se le hizo en Toledo a Marañón, dijo que ser "liberal" era todo lo contrario de fanático, cuando no hubo un grupo político tan mejor dotado de rabiosos radicales que los liberales de América Latina.

  11. ¿Acaso no llama la atención el hecho de que don Mario jamás haya escrito algo sobre el pensamiento de Simón Bolívar, cuya vida y obra ha sido el esfuerzo político e intelectual más sublime y glorioso realizado en Latinoamérica?

  12. Otra de sus chapuzas intelectuales es la polémica con el financiero George Soros, donde sostuvo que el mercado es la panacea a los males económicos del mundo. Su persistente clamor sobre las fórmulas benditas del neoliberalismo ya aturden. No sólo arremete él con su propia pluma, sino que ahora incorpora a sus más allegados e íntimos colaboradores, para dar la sensación de que hay un clamor mundial, que sostienen sus principios. En el best seller, El Manual del perfecto Idiota americano y... español, incluyó a su hijo don Álvaro, al colombiano Plinio Apuleyo Mendoza y al cubano Carlos Montaner.

  13. En un largo e histérico artículo (El diablo predicador), don Mario empieza diciendo: "George Soros se hizo famoso en septiembre de 1992, cuando "quebró" al Banco de Inglaterra, en una audaz especulación contra la libra esterlina, que sacó a ésta de la "serpiente" monetaria europea y le hizo ganar a él, en una noche, dos mil millones de dólares". Lo importante para don Mario es el hecho de que Soros hubiera ganado dos mil millones de dólares, por lo cual no tenía ningún derecho a criticar el sistema. Además, lo que desquiciaba a don Mario era que habiendo Soros (por su conocimiento profundo de los problemas del mercado, del sistema financiero internacional y de la filosofía del laissez-faire ), ganado dos mil millones en un "juego democrático", producto del libre mercado, hubiese sostenido en su ensayo publicado en el Atlantic Montlhy, que el capitalismo y la filosofía del laissez-faire constituían la más grave amenaza contra la sociedad abierta, la paz mundial y la cultura democrática. Él remata su artículo, como todas sus certeras iluminaciones: "el señor Georges Soros, lo hace muchísimo mejor ejerciendo de capitalista que reflexionando y predicando sobre el sistema al que debe ser billonario".

  14. Es decir, que por obtener dividendos cuantiosos en este sistema Soros estaba obligado a considerarlo maravilloso, sagrado y perfecto. Lo que planteaba Soros sobre Rusia, es menos grave que lo que ocurre en Venezuela. En Venezuela los misteriosos hilos que mueven los capitales son inescrutables incluso para sus obispos y presidentes. Mejor dicho, está sobreentendido que los presidentes estén en sus cargos sencillamente para impedir que se molesten a estos gánsters, para que los proteja y les ayude en cuantas manipulaciones necesiten para llevar con firmeza y buen pie sus negocios.

  15. Si en Rusia, apenas instalado el capitalismo se generó una atroz guerra de mafias que estuvieron criminalmente disputándose los mercados de todos los productos, y donde la corrupción es el aire que respiraban todos los ciudadanos, y donde el éxito sólo sonría al más desalmado y al más pícaro, pues aquello se quedaba pálido ante el barro y el detritus que corrían por las negras venas de nuestras finanzas de la IV república venezolana.

  16. Así funciona el mundo del pensamiento único. Ahora bien, hay unas cosas en "La Fiesta del Chivo" que son realmente bazofias, como poner a Trujillo casi fidelista y diciendo que si Kennedy se atrevía a molestarlo él le haría sufrir una segunda Bahía de Cochinos. Uno de los personajes que está contra Chapita, el Turco, es un católico, un beato, para poner a la Iglesia como muro de contención contra los tiranos y alcázar de la democracia. Resulta que el fulano Turco va y le pregunta al nuncio apostólico monseñor Lino Zarini si la Iglesia lo castigará si él atenta contra Trujillo. El nuncio le dice que la eliminación física de la Bestia es bien vista por Dios. Zarini se va a Roma a libar buen vino y el pendejo Turco atenta contra Chapita y después lo matan, pero antes lo despellejan vivo. Hasta resulta que los gringos siempre fueron enemigos de Trujillo y que la CIA era un centro justiciero del mundo y que EE. UU. se encontraba indefenso frente a este canalla. Buena obra para pendejos ignorantes como Carlos Blanco y César Miguel Rondón, vaya.



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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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