Unesco: Venezuela entre las 10 reservas de biosfera mundial
Por: Prensa Mintur
Jueves, 13/11/2025 12:13 PM
Ubicado en el estado Amazonas, esta importante zona es reconocida como una de las áreas geográficas con mayor diversidad cultural y natural de toda la región selvática.
La Rbaoc, decretada el 5 de junio de 1991, tiene como objetivo preservar su vasta biodiversidad, proteger las nacientes de los ríos Orinoco y Casiquiare, y salvaguardar el patrimonio cultural de las comunidades indígenas que habitan su territorio. Este espacio natural protegido, abarca una superficie de 8 Millones 477 mil 466 hectáreas. Dentro de sus límites se encuentran los Parques Nacionales Duida Marahuaca; Sierra La Neblina y Parima Tapirapecó; además de diversos monumentos naturales como Tapirapecó-Cerro Tamacuari; Sierra Unturán; Cerros Vinilla y Aratitiyope.
Reconocimiento internacional
La Reserva Biológica Alto Orinoco-Casiquiare fue incorporada a la Red Mundial del Programa Hombre y Biosfera (MAB) de la Unesco el 3 de diciembre de 1993. Su inclusión se debe a que constituye una de las áreas protegidas de bosque tropical más importantes del planeta. Se distingue por sus variados ecosistemas y una inmensa riqueza de flora y fauna.
Considerada la segunda de mayor extensión en Sudamérica, el área ofrece impactantes atractivos naturales. Tanto su geología como su hidrografía permiten a los visitantes el contacto directo con la naturaleza virgen de la Amazonía venezolana.
En este entorno custodiado, el público puede llevar a cabo diversas prácticas de ecoturismo, tales como el excursionismo, el paisajismo y el avistamiento de aves. Estas actividades ofrecidas por operadoras turísticas deben cumplir con la permisología emitida por el Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo.
Reservas de la Biosfera – Unesco
Desde las islas volcánicas de Galápagos hasta las antiguas selvas de Yasuní, pasando por las montañas sagradas de Fanjingshan en China y los vibrantes manglares de Great Nicobar, las reservas de la biosfera demuestran que vivir en armonía entre las personas y la naturaleza es posible.
Proteger la biodiversidad, apoyar a las comunidades locales y preservar el conocimiento tradicional: estos paisajes vivos nos enseñan cómo las personas y el medio ambiente pueden prosperar juntos.