Recibí un video patrocinado por la empresa Instagram, donde informan con bombos y platillos la construcción de una vivienda para turistas y visitantes en el Parque Nacional Sierra Nevada, a 4.600 mts., de altura. Con ello se cae en una contradicción porque se distorsionan los objetivos del Parque Nacional de conservar la naturaleza prístina, sin intervención ninguna del hombre pues quien se adentra en ellos es para conocerlos y vivirlos tal como son. Ajustar los Parques Nacionales a las comodidades de turistas y visitantes es cambiar el escenario natural de nuestro país, en este caso la Sierra Nevada por el escenario artificial del turista.
El hacer construcciones con altos niveles tecnológicos es una desnaturalización del ambiente propio de la Sierra. No pueden esperar las señoritas y señores que la visitan que van a encontrar a esa altitud un ambiente similar al porche de su casa. No se adapta el ambiente natural al ambiente del recién llegado. Además se refieren, con un tono de burla, al anterior refugio que para los osados que visitaban ese sitio era el Refugio Albornoz, más ajustado al ambiente de la Sierra y con mínimas contradicciones con ella. No fue un acto de barbarie ambiental.
Y es que la naturaleza salvaje tiene valor en sí misma. Y un parque nacional, por definición, no puede confundirse con un parque de diversiones. Es un área que conserva su estado natural y para mantenerla en ese estado se le declara protegida y aunque se encuentre oro en sus cauces o vertientes no puede ser intervenido. Sus zonas que llaman de riesgo, como terrenos irregulares, ríos caudalosos o vida silvestre, son parte de su naturaleza y, en muchos casos, es su atractivo.
Los que van a un parque nacional es para vivir la naturaleza tal como es y eso incluye el frio propio de una Sierra Nevada y por lo tanto aceptar el riesgo, minimizado por las advertencias de las autoridades lo que implica prepararse para ello. Es necesario también exigir ética al visitante o usuario que debe creer que existe una ética ambiental; no perturbar el paisaje, la flora, la fauna, para otras generaciones que en esta época de cambios intensos puedan vivirla tal como ha sido siempre, sin cambios. La construcción realizada perturba al Parque Nacional Sierra Nevada.
Lo que pasa es que no es la primera vez que ocurren hechos descabellados en un Parque Nacional ya que hace poco tiempo fue muy divulgado por medios y redes las fiestas que se realizaban o realizan todavía en el Parque Nacional Canaima, donde se contó con el aval de las máximas autoridades ambientales. Y todo normal. Y mientras el Presidente Maduro lucha por abrir caminos parece que hay ministros que transitan trochas ambientales espurias.
En una edificación como la que aquí menciono, que solo en construcción tardo 3 meses de trabajo, sin contar la preparación, necesariamente también fue avalada por autoridades sin espíritu conservacionista del ambiente y también por una empresa como Instagram, las cuales deben firmar documentos y permisologia para acceder y modificar un Bien Nacional como es un Parque Nacional. No me extrañaría que ya los intervencionistas estén preparando algo más complejo y rentable como un Hotel, que con visión comercial y ceguera natural, les pueda proporcionar grandes ganancias a todos. Todos somos dolientes de los Parques Nacionales. Creo que la Fiscalía tiene una Fiscalía Ambiental.
Quien terciará favorablemente en esta situación se pregunta uno, en Mérida existe a nivel universitario especialistas en el área ambiental y seguramente enamorados de su Sierra. Primero la naturaleza después el cemento y el comercio. Yo, si por mí fuera, propondría la restitución a costas de las empresas, de los empleados y autoridades involucradas, la restitución del Parque Nacional Sierra Nevada a su condición original de silencio solo perturbado por el pitido del águila, si aún quedan.
Venezuela fue sede hace poco de un Evento Global que reunió a defensores ambientales y pueblos originarios para promover la protección de la naturaleza. El encuentro resaltó los llamados urgentes a respetar y preservar la Pachamama, frente al uso indiscriminado de sus recursos por parte del ser humano y en la propia Mérida el Presidente Maduro lanzó la Gran Misión Madre Tierra para dar una repuesta desde Venezuela a la gran crisis ambiental mundial.
Estos dos eventos en sus principios han sido contradichos por las autoridades intervencionistas del Parque Nacional Sierra Nevada. La restitución del Parque Nacional Sierra Nevada a su condición original, mostraría como una verdad, que no es pose para la foto, que nuestra Venezuela reivindica los valores de preservar su patrimonio natural y las medidas para salvaguardarlo. Y la restitución del Parque Nacional Sierra Nevada sería una gran contribución de Venezuela al Congreso Mundial sobre la Naturaleza que organiza la UICN, (La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) que se celebrará del 9 al 15 de octubre de 2025 en Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos y donde seguramente nuestro país está invitada.
Para empresarios y directivos del ambiente la contradicción entre los principios de conservación ambiental en los Parques Nacionales y los riesgos buscados por turistas, se resuelve fácilmente interviniendo a la Naturaleza de Mérida. Salvemos al Parque Nacional Sierra Nevada.