El secuestro del empresario Nicolás Alberto Cid Souto, ocurrido el 21 de abril de 2007 en el estado Cojedes, y quien fuera rescatado por la policía sano y salvo la semana pasada, permitió poner al descubierto una peligrosa banda de 11 paramilitares que operaban en ese estado y eran dirigidos por un ex líder de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), Gerson Álvarez, quien se encontraba en calidad de "desmovilizado", pero que en realidad se había convertido en el financista del nuevo grupo paramilitar, "Águilas Negras".

La captura de estos irregulares el 23 de abril, no sólo permitió desarticular a un peligroso grupo de subversivos que tenía en su poder numerosas armas y hasta una camioneta blindada, sino que prendió la clarinada de alerta sobre la presencia, en el país, de paramilitares que se acogieron al programa conocido con el nombre de "Justicia y Paz", que lleva adelante el gobierno colombiano, pero que, en Venezuela, continúan delinquiendo.

La captura de los paramilitares fue circunstancial, puesto que la policía de Cojedes investigaba el secuestro del señor Cid Souto.

Ocurrió cuando la policía encontró el vehículo del secuestrado en las cercanías de las fincas "Entra si Quieres" y "Río Claro".

El comando al mando del coronel Luis Yoyote, jefe de la policía de Cojedes, tomó por asalto estas dos fincas el 23 de abril y en ellas detuvieron a 11 personas nueve de las cuales son de nacionalidad colombiana y dos venezolanos y les incautaron cinco armas largas y cuatro cortas.

Cédula falsa. Inicialmente el jefe paramilitar se identificó con una cédula venezolana a nombre de Freddy Medina Valera, además poseía un porte de arma aparentemente legal.

Las investigaciones determinaron que además de la finca, también poseía una cuenta bancaria con más de 500 millones de bolívares y otros bienes que el detenido no pudo justificar.

Cuando el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas de Cojedes tomó el caso, remitieron un sobre con las huellas dactilares de los detenidos combinaos para que el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) de Colombia, les informara cual era en realidad la identidad de estas personas y si eran o no requeridas por la justicia de ese país.

Las consultas telefónicas se hacían cada vez con mayor insistencia y Colombia no contestaba, algunos días después, la respuesta fue que "se había extraviado el sobre con las huellas".

Los investigadores del Cicpc de Cojedes optaron por consultar a sus contactos directamente en Colombia y esa acción sí dio resultados. Pocos días después, recibieron la confirmación de que quien se hacía llamar Freddy Medina, era un impostor.

Jefe "Paraco". El informe recibido de Colombia indicó que el nombre verdadero del detenido era Gerson Álvarez, ex jefe paramilitar de las AUC, quien además, era requerido por la justicia de ese país por "lavado de activos", según orden 4015 del 13 de enero de 2005.

También se confirmó su activa vinculación financiera con el nuevo grupo paramilitar que opera en la frontera con Colombia "Águilas Negras".

En la finca "Río Claro" donde fue capturado también se encontraron 1.500 cabezas de ganado, varios carros último modelo y las armas.

Dentro del vehículo blindado, se consiguió un pasaporte colombiano CC88175746, a nombre de Flórez Gómez Carlos Arturo y una foto de Gerson Álvarez vestido con ropa de camuflaje, portando un FAL y con una "bandana" negra de las AUC en la cabeza.

Los detenidos aún permanecen en Cojedes a la espera de la decisión judicial para su deportación.

El golpe a los irregulares puso al descubierto los tentáculos de los paramilitares, pero no fue producto de una acción planificada como lo dijo el ministro del Interior y Justicia, Pedro Carreño.


TRABAJO EFICAZ

"La policía del estado Cojedes reaccionó de inmediato, luego del secuestro del señor Cid Souto y cerró todas las salidas. Dos días después, recuperamos el auto del secuestrado y, en las fincas aledañas al lugar donde se encontró el vehículo, detuvimos a 11 ciudadanos, nueve de ellos colombianos y dos venezolanos. Les incautamos varias armas de fuego, municiones, autos lujosos, 1.500 cabezas de ganado.

Después se descubrió que uno de ellos era un jefe paramilitar. ", explicó el coronel Luis Yoyote, director de la policía del estado.