Wladimir Ruiz Tirado: la derrota del golpe abrió el camino para la radicalización del proceso

Wladimir Ruiz Tirado, encargado de negocios de la Embajada de Venezuela en El Salvador.

Wladimir Ruiz Tirado, encargado de negocios de la Embajada de Venezuela en El Salvador.

Credito: Rosa Campos

La derrota del fugaz golpe de estado -que desalojó del poder al presidente Hugo Chávez Frías durante 48 horas- dejó el camino abierto para la profundización de la “Revolución Bolivariana” en Venezuela, sostiene Wladimir Ruiz Tirado, jefe de la delegación diplomática de ese país suramericano en El Salvador.

Y esto ha permitido que el “proyecto bolivariano” camine sin vacilación hacia la construcción del “Socialismo del Siglo XXI”, a través de sus cinco soportes: Ley Habilitante, Reforma Constitucional, Moral y Luces, Nueva Geometría del Poder y Explosión del Poder Popular, asegura el funcionario venezolano.

El golpe de estado fue perpetrado hace cinco años –11 de abril de 2002– por las fuerzas conservadoras de Venezuela –encabezadas por el dirigente empresarial Pedro Carmona, ahora prófugo de la justicia– que obligaron al presidente Chávez y a su gabinete a retirarse del palacio Miraflores para evitar un “baño de sangre”.

Ruiz Tirado señala que fueron siete los autores principales del golpe: el poderoso gremio empresarial Fedecámaras, la principal central de trabajadores CTV, los dirigentes de los partidos tradicionales AD y COPEI, los grandes medios privados de comunicación, la cúpula militar golpista y la máxima representación eclesial.

Estos actores intensificaron su conspiración cuando el gobierno profundizó el proceso de “renacionalización” de la industria petrolera, que durante varias décadas estuvo en manos de las compañías transnacionales y de las oligarquías locales que se turnaban en el poder político, sostiene el diplomático suramericano.

El golpe se concretó cuando una multitudinaria marcha opositora –que se dirigía a sede principal de PDVSA– fue desviada hacia las instalaciones presidenciales, donde la confrontación parecía inevitable. A esto se sumó la traición de la mayoría del “generalato”, quienes le exigían la renuncia a Chávez.

Según el documental “La Revolución no será Transmitida”, el presidente venezolano decidió retirarse para evitar el “baño de sangre”, pero se negó a renunciar. Chávez fue llevado “prisionero” a una isla, donde el grupo de soldados que lo custodiaba se negó a cumplir la orden de ejecutarlo.

El referido material audiovisual demuestra que el retorno del mandatario inició cuando sus seguidores, a pesar del silencio de los medios, comenzaron a movilizarse en masa hacia Miraflores para exigir la restitución del gobernante. Al mismo tiempo, los cuadros del ejército leales a Chávez empezaron a actuar.

Ruiz Tirado considera que a la restitución de Chávez también contribuyeron las “torpezas” de los golpistas, quienes no pudieron acordar un proyecto común y pretendieron acabar con la institucionalidad democrática disolviendo de un plumazo el Parlamento, el Tribunal Supremo de Justicia, entre otros.

Después de superado el golpe de estado, el paro petrolero y el referendo revocatorio, y del último triunfo electoral, en el que el presidente Hugo Chávez se reeligió con abrumadora mayoría, se abrió el camino para la radicalización del proceso revolucionario, manifiesta el diplomático suramericano.

Durante la campaña electoral, el presidente planteó que Venezuela se encaminaría hacia el socialismo, y el pueblo avaló el proyecto, afirma Ruiz Tirado. Se trata de un proyecto de desarrollo endógeno, diferente a todos los ensayos socialistas que hemos conocido, sostiene el funcionario bolivariano.


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