Nestor Francia, canta y no llores ¿o debo llamarte alteza, su merced o Quimosadi? ¿y responderte Sí BWANA?

Señor escritor Nestor Francia.

Me dirijo a usted con todo respeto en la oportunidad de hacerle una muy humilde aclaratoria, aunque ello no me coloque en posición genuflexa o de arrastrado, ante su resabiar evaluativo.

Hace unos días, luego de ver por la televisión el primer montaje de la nueva organización teatral que organiza el estado (que todos saludamos, sin duda...era el sueño de Rodolfo Santana) y en ella el estreno de la dramatización de un texto de tu autoría, te llamé telefónicamente para expresarte mi afecto y felicitarte por el texto, y logicamente, te hablé de lo que es mi esperticia (digo yo...Nestor): la música.

Te manifesté que no me parecía apropiado que la música empleada en esa dramatización hubiese sido (y es) un Guaguancó Cubano tradicional en donde además, a las muchachas de la comparsa las  trabajaron con denuedo para expresarse corporalmente lo más parecido posible a una agrupación de baile cubana.

Hasta aquí  mi buena intención...¿porqué Nestor?:

En los años 70 cuestionamos a los grupos del Rock (de orígen rebelde y revolucionario) que además de cantarnos en inglés las piezas de SU AUTORÍA, imitaban la vestimenta, gestual y hasta las puestas en escena de las representaciones artísticas de las bandas de rock e$tadouniden$e$ y británica$...no era el Rock lo que cuestionabamos (en estas críticas participaron desde Aquiles Nazoa hasta Ludovico Silva);

En los mismos años, hicimos observaciones parecidas a las agrupaciones vocales-instrumentales que, como reflejo del proceso revolucionario chileno, se dieron a la tarea de cantar las canciones que significaban la realidad que ese pueblo vivía..¿qué cuestionabamos?..que usaban ruanas sureñas, hablaban con acento chileno (siendo venezolanos), que imitaban la gestual y la puesta en escena de Quilapayún e Inti Illimani, aún en canciones de autoría nacional, o sea de ellos mismos (de los venezolanos);

Más cercanamente, hemos felicitado a un extraordinario movimientos de cantautores que irrumpe al calor de los cambios que se experimentan en Venezuela (y a quienes poco toman en cuenta), y en una que otra oportunidad, les hemos dicho que el modelo de la trova cubana es excelente, admirable y proveedor de ideas (buen comienzo), pero deben tomar elementos de nuestras tradiciones y la riqueza de la diversidad musical que poseemos, así como otros surgidos de los depositarios urbanos: nos alegramos que muchos de ellos no tomaran a mal nuestras sugerencias, y ya nuestras recomendaciones están dando un fruto identitario fundamentado en  el crisol de la diversidad que ostentamos algunos;

Pero tu respuesta inicial cuando hablámos por telefono fue decirme que estabas apurado y que tenías visitas o algo así...yo imaginé que luego conversaríamos de este tópico, que creo manejar con bastante experiencia...pero no Nestor...fuiste allí a esos entornos del intocable funcionariato, del tenebroso comisariato cultural en donde desprecian cualquier observación que no sacralice sus incontables “eventos”, para manifestar sesgadamente que diego silva silva  había hecho una apreciación negativa de la música de esa representación (palabras más palabras menos), y atizar así el odio que nos tiene cierto contingente del gobierno, que se fundamenta en la ausencia de discusion y debate para imponer sus tan escasas propuestas conceptuales, o las IMPORTADAS, con muy buen respaldo económico y mediático.

  • Como muy bien sabes...el Programa Narrativo de una obra literaria es tangible y específico solo en el marco de una cultura...eso hace que un lector pueda acceder a los códigos que le envía el autor y formar parte de la cadena de interpretantes;
  • cuando se trata de una obra literaria DRAMATIZADA (que es el caso), el papel de los actores y la puesta en escena, cumplen una labor DETERMINANTE  y entran a formar una parte relevante en la cadena de interpretantes (además de la audiencia), al punto que pueden llegar a tergiversar lo escrito por el autor del texto;
  • pero además Nestor, si esa dramatización contiene música, como un elemento de apoyo (no es un concierto y la música tiene allí cierto matiz incidental), tenemos una cadena de interpretantes mucho más compleja: audiencia, actores, directores, puesta en escena (o teatralidad) y músicos, de modo que la sonoridad elejida para servir de vehículo y así reforzar el Programa Narrativo es cruxial, ella será el encadenante de los contenidos, la semiosis, el mensaje...¿verdad Nestor?

Tu me hablaste de La Salsa (musical) y la diversidad, y yo lo poco que te pude decir telefónicamente es que el GUAGUANCÓ cubano NO ES SALSA, es un componente de ese híbrido, pero definitivamente es música tradicional cubana.

Fíjate Nestor: cuando asistimos a una representación en donde se hace una reconstrucción estilística de alguna forma fenoménica de la categoría cultura, con criterio histórico-social (cercano al trabajo científico de reproducir exactamente un habitat de la existencia para estudiar un MODELO de vida), podemos aceptar y aplaudir ese esfuerzo como un trabajo de reconstrucción e investigación; por ejemplo, ciertos conciertos que ofrece la ODILA (orquesta de instrumentos latinoamericanos) en donde nos muestran los instrumentos musicales de las culturas americanas, sus usos y funciones (Alan Merriam), apegados al más estricto criterio didáctico, antropológico, educativo, pareciendose lo más posible al modelo creado por sus cultores originarios, independientemente de que lo hagan con tal entusiasmo y maestría, que nos producen un gran disfrute estético.

Eso mismo hice hace unos años (35) cuando era laudista y violinista de la Camerata Renacentista de Caracas (de la que fui fundador)...la intención de tocar la música de la llamada Edad Media y Renacimiento europeo  con los cánones estéticos y conceptuales que había estudiado con mi maestro (fundamentados en la musicologia social...de reciente desarrollo entonces), no ocasionaron molestias en la mayoría de los nuevos integrantes...al contrario, mis observaciones y sugerencias fueron siempre bien recibidas, aún cuando en una que otra oportunidad, incomodaran a alguien.

Hace unos 16 años te invité a participar en un debate sobre estética (eras FUNCIONARIO de Fundarte) con unos franceses de la Sorbona...allí hablamos de poética y esthésica (hoy te hablaría además de otras herramientas semióticas) y de mi intención de que ese encuentro no se diera en el marco de un tributo a unos intelectuales franceses, si no de un encuadre horizontal y si era posible crítico: no era para copiarnos sus modelos de filosofar si no para interactuar con los nuestros...

Entonces ¿por qué tenías que ir a llorar a ese entorno con el cuento de que yo les hice una crítica y así satanizarme?...que por el contrario fue una observación fraterna que ni siquiera me dejaste terminar: ¿era estrictamente necesario que esa expresión tan profundamente cubana sirviera de vehículo en esa escenificación?...si me lo argumentas lo proceso (¿y porqué no aceptarlo?); a veces una cita (en este caso sonora)  es cruxial para la comprensión de una propuesta conceptual (y entiendo por concepto la idea que aclara el entendimiento).

Quiere decir entonces que de escritor (tu programa La Talanquera no nos gusta a muchos, pero te seguimos apreciando, aunque pierdas el tiempo en lo que pueden hacer otros mejor que tu), pasas a INQUISIDOR, censor...que pena por ti Nestor, ya comienzas a parecerte mucho a lo que tanto cuestionamos años atrás, cuando el ejercicio del pensamiento revolucionario no contaba con el apoyo económico de partidas, misiones o SISTEMAS, y su respaldo mediático...; al contrario, por menos de lo que dicen ahora los energúmenos de la derecha, nos apresaban, torturaban, acosaban, desaparecían...posiblemente, si la observación te la hubiese hecho alguien del jet set (ese al que  años después escribiste un libro y cuyos sobre-vivientes son ahora candidatos), y te hubiera ofrecido una de sus canciones...a lo mejor te sentirías feliz y realizado.

Canta un guaguancó  si es lo que quieres Nestor, yo por eso no me inquieto, a mi también me gusta y lo he usado en mis composiciones como cita...además, los cubanos son unos vecinos dignos y queridos que al igual que yo, también les gustaría ver nuestras manifestaciones teatrales con elementos musicales venezolanos, si es que esas creaciones aspiran reflejar y TRANSFORMAR nuestra cotidianidad, o sea el proceso revolucionario (escucha el aura sonora de las busetas o camioneticas de transporte en Caracas, de pronto sacas un patrón)...como hice yo en Nicaragua Nestor (siete años y medio), fui asesor en el Ministerio de Cultura y la Asociación Sandinista de Trabajadores de la Cultura, y no puse a los Nicaraguenses a tocar JOPOPO o a aprenderse y remozar nuestros hermosos toques de tambor de la negritud venezolana que con tanto orgullo poseemos, en cambio, creo haberles ayudado a fortalecer su Nicaraguanidad.

Un patrón rítmico puede generar un juicio de identidad..¿sabías eso Nestor?

Y no me digas Chovinista: hace años (2001) dirigí un homenaje a Anibal Nazoa (entre otros) en la oportunidad de la reedición de su libro Las Artes y los Oficios y allí hicimos: Haydn, Mozart, Bach, Lauro,  Serrat, Jara, Silvio Rodríguez (por la universalidad que representa ese libro ), Santiago Villar, Gloria Martín...Victor Morillo (si...el tricolor) y contámos además con el privilegio de la palabra viva de Earle Herrera y la intervención de Brito García para re-bautizar el libro... cerramos con un hermoso Tamunangue que nos llevó Daniel Gil...a todos nos pareció sentir a Anibal aplaudiendo...¿verdad Lucía Nazoa? (por cierto, todos, incluyéndome a mi como director, actuamos ad honorem)

Muchos creadores venezolanos piensan similar a lo que escribo en este momento, una parte no lo manifiesta porque el adoquinamiento de sus mentes proyectadas hacia la necesidad imperativa de sobre-vivir  se los impide (o sea, conseguir trabajo a cambio del silencio).

Y justamente, por esa acción desproporcionada y artera de someterme al escarnio con algunos de esos músicos (que ademas, atesoro entre lo mejor de unos hermosos años de lucha), es que recurro al portal aporrea (el mismo en que escribiste desproporcionadamente sobre Roland Dénis y su aguda crítica) .

Pudiste devolverme la llamada fraterna y expresarme tu parecer (no predicarmelo); no era necesario que te colocaras en la posición del niñito acuseta, o del sabio pontífice que mira con recelo al pecador (o sea YO); entonces Nestor, no me siento motivado a expresarte ningún parecer desde una perspectiva cálida y cercana (por creer ser tu amigo) en cuanto a algo en lo que participes; pero si llego a hacerlo por ejercer el libre ejercicio de mi capacidad de pensar y mi autonomía cognitiva, dime como debo llamarte: ¿sumo pontífice, su alteza, su excelencia, su graciosa majestad, su merced, quimosadi? ¿y deberé responderte SÍ BWANA (BOANA)?

Y muy sinceramente Nestor:

Yo quisiera saber qué yo te he hecho,


.....
Si te ofendí, di que te he hecho,
dime por qué o en qué yo te ofendí,


Si lo haces por traición o por despecho,
ven donde mi, dime que haz hecho,


que yo te doy, si tienes, la razón.

(Jhonny Albino. Puerto Rico)

Viva Cesar Rengifo, Rodolfo Santana, Aquiles y Anibal Nazoa...Salmerón Acosta y...Reverón..Si Nestor..también Oscar de León, y yo agregaría (entre otros) a Gerry Weill y el Gran Combo de Puerto Rico (¿puedo?)

salud!!!

PD. Nestor...por una duda que tengo, ¿será que poseo una obra en proceso o trayectoria alguna que avale en algo, aunque sea como detalle decorativo, lo que expongo?



Esta nota ha sido leída aproximadamente 4918 veces.



Diego Silva Silva

Compositor- Guitarrista- Investigador-Articulista-Conferencista. Licenciado en Educación. Ha recibido, entre otros reconocimientos (en las áreas de la música sinfónica, de cámara, electroacústica): Seis Premios Nacionales de Composición, Siete Premios Municipales de Música; el Premio Latinoamericano de Composición Casa de las Américas; ha presentado sus obras en Moscú, EEUU, Cuba, Nicaragua, Francia, Inglaterra, España, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Uruguay, Siria y Canadá; Investigador de la música del pasado colonial de Venezuela (restauró un extenso legajo de Canciones Patrióticas Sinfónico Coral caraqueñas desconocidas); ha estudiado las diferentes manifestaciones de la gran diversidad que representan las músicas de América y el mundo no occidental; fue asesor del departamento de investigaciones culturales del Ministerio de Cultura de Nicaragua (1983-1987); fue Vice-presidente de la Sociedad Venezolana para la Música Contemporánea y Presidente de la Comisión Artística de la Orquesta Filarmónica Nacional. Ha dirigido la Orquesta Sinfónica Venezuela, la Municipal de Caracas, de los Llanos, de Falcón, de Aragua, la Filarmónica y otras agrupaciones orquestales incidentales. Ha sido guitarrista acompañante de: Gloria Martín, Alí Primera, Lilia Vera, Cecilia Todd, Los hermanos Godoy, Isabel Parra entre otras y otros. En los años 70 fue miembro Fundador de la Camerata Renacentista de Caracas en donde se desenpeñó como laudista, vihuelista, violinista y percusionista.


Visite el perfil de Diego Silva Silva para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: