La revolución bolivariana es un afecto colectivo que todavía no nos ha sido posible acotar dentro de los esquemas sociopolíticos tradicionales. Pero aunque no podamos reducirla a convenciones académicas, la revolución no deja de ser real. “Si tú comprendes, las cosas son exactamente lo que son. Si tú no comprendes, las cosas son exactamente lo que son,” nos recuerda un proverbio Zen.
Percibimos la revolución en un cierto sentimiento cómplice que compartimos la mayoría de los venezolanos, en una cosa nostra que huele a selva, a humedad de río, a azul de olas saladas, a destellos de calor implacable en alguna calle de algún pueblo. La revolución habita en lo que somos, en lo que creemos que somos y en lo que decimos y hacemos para reconocer quienes somos.
Es imposible tejer la revolución sin comunicarnos.
Por eso, nos sorprende cuando leemos acusaciones sobre una supuesta “parcialidad” política de Vive TV. Si por parcialidad política se entiendese darle cámara a politiqueros y burócratas, estas acusaciones podrían sostenerse. ¿Pero es este el caso?
En una tarde de Vive TV, dos pintores populares nos mostraron como sus vidas interiores interpretan y construyen la realidad social que los rodea. Una compositora de canciones revolucionarias nos hizo disfrutar la retórica simple, pero contundente, de sus líneas melódicas. Blandiendo voces, mandolina y cuatro, un grupo de músicos de Caricuao nos hablaron de sus aventuras en la vastedad de nuestra tradicion musical. Habitantes del pueblo de Turiamo nos contaron la historia de su desarraigo, de cómo sus tambores y velorios de Cruz de Mayo tuvieron que mudarse un día a Maracay.
Y un artesano nos mostró como utiliza el simbolismo del ajedrez para expresar los combates que nos son familiares: la vino tinto contra Argentina, el Magallanes contra el Caracas, los indios contra los conquistadores, Venezuela contra el Imperialismo.
“Quien aprende ajedrez, aprende que para combatir hay que prepararse”, dejó plantado el joven artesano en el discurso.
Si es esta la parcialidad a la que se refieren los detractores de Vive TV, bienvenida sea.
Bienvenido sea el discurso de la revolución.