Caso dirigentes sindicales de UST: Sindicatos de base rechazamos el terrorismo laboral

Marcos Garcïa, Secretario General del Sindicato Unión Socialista de Trabajadores (UST)

Marcos Garcïa, Secretario General del Sindicato Unión Socialista de Trabajadores (UST)

Credito: Archivo

Pareciese ser una ser una metodología consagrada de la dirección política del proceso bolivariano y del gobierno en general, resolver todos los escollos que se le atraviesen, más si estos últimos provienen de su misma base social, por la vía del autoritarismo y el desconocimiento a los trabajadores y a sus organizaciones.

Lo sucedido recientemente con los compañeros dirigentes sindicales de la Unión Socialista de Trabajadores (UST) Marcos García y Williams Ortega, viene a ser un episodio más de un recorrido que peligrosamente viene fraguándose a la par del deterioro de la revolución Bolivariana. Vale la pena recordar casos como los suscitados con las elecciones sindicales que se iban a celebrar en SIDOR el año pasado y fueron suspendidas a última hora vía Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y que aún se mantiene en un limbo. También situaciones como la de los trabajadores de abastos bicentenarios el año pasado donde varios dirigentes fueron detenidos por el SEBIN por realizar una asamblea con motivo de empezar a discutir su convención colectiva, o más reciente las denuncias que vienen realizando los trabajadores de la empresa Café Fama de América. Solo por nombrar algunos ejemplos.

El episodio reciente con los compañeros de UST pone en evidencia el desapego que tiene la dirección política Bolivariana de su base social y en especial de la clase trabajadora. La actuación del Alcalde Jorge Rodríguez y de su equipo en la Alcaldía libertador, dista muchísimo de la un dirigente que dice ser Chavista, socialista y revolucionario. Su actitud antiobrera y antidemocrática evoca más bien a dirigentes y experiencias históricas contra las que este pueblo lleva bastante rato luchando y que de alguna forma creía enterradas  al unísono de la cuarta república.

Una afrenta de esta magnitud no tiene otro calificativo que la de terrorismo laboral, al cual por cierto le hace muchísima función la tristemente célebre Central Bolivariana de Trabajadores (CSBT) que en su papel de comportarse como una institución más del Estado, podemos añadir que raya en un tipo de sometimiento capaz de superar la obediencia política para convertirse en cómplice maltratadora y vejadora de la clase obrera.

Los trabajadores venezolanos vivimos hoy un enorme estado de indefensión. Sin un partido que sea capaz de asumir y acompañar nuestras luchas, sin una organización obrera que se ponga a la altura y pueda aglutinar la enorme cantidad de problemas y padecimientos para dar la pelea, con criterio autónomo, independiente y clasista, esto tiene que llevarnos a realizar un esfuerzo desde el seno de la base social de nuestro proceso. Primero porque podamos diagnosticar la encrucijada en que se encuentra el movimiento obrero y sindical. Con un debate abierto, amplio y sincero. Para que con el aporte de todos podamos sacar las más claras conclusiones. Y segundo porque al creciente estado autoritario y policiaco solo se le puede hacer frente con la suma y organización de los sectores obreros, populares y el conjunto de la composición de base de la revolución Bolivariana. Al fin y al cabo las revoluciones la hacemos los pueblos.

¡No al maltrato burocrático!

¡No al terrorismo laboral!

 

Sindicato Bolivariano de trabajadores y trabajadores de Café Fama de América (SINBOTRACAFE)

Sindicato de trabajadores y trabajadoras del sector Salud (SIRTRA SALUD DTTO. CAPITAL)

Sindicato de trabajadores y trabajadoras de la UCV (SINATRA UCV)



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