Las guarimbas en Mérida no destruyen al gobierno bolivariano, pero sí a la ciudad

Los numerosos intentos para acabar con la revolución Bolivariana ya son incontables, desde la llegada del Presidente Chávez en 1998 al Palacio de Miraflores hasta la actual coyuntura por la que atraviesa el país. Sin embargo, en todos los episodios el pueblo- mayoritariamente chavista- ha podidos salir victorioso, con perdidas muchas veces irreparables, como la muerte de civiles y/o militares. Algo si debemos tener muy claro, hacer una revolución no es tarea fácil, no es un camino sin obstáculos, es caminar por un campo minado.

Desde el pasado mes de febrero se han activado una serie de guarimbas focalizadas en varias ciudades del País, en especial en los Andes (Táchira-Mérida). Como dije al inicio, la derecha tiene 15 años conspirando, y así como los revolucionarios han madurado en muchos aspectos de la praxis y teoría política socialista, la derecha también ha redimensionado sus prácticas de ataque contra el Gobierno Bolivariano. Uno de los elementos mas característicos de esta nueva fase de arremetidas tiene que ver con el ataque a los espacios públicos de nuestras ciudades, destacando también que su odio mas profundo lo han descargado contra los sedes de Instituciones del Estado venezolano. La suma de las pérdidas en bolívares aun no se ha sacado, pero algo si es seguro; recuperar todo eso costara millones de bolívares al gobierno nacional. Probablemente algún opositor disociado diría que es un gasto necesario, o es un mal justo. Resulta que esto no se trata de que si es o no justo que destruyan nuestras ciudades, el pueblo deber rechazar estas acciones y a quienes las justifican. Es inaceptable que destruyan la ciudad de Mérida, cuyo prestigio turístico es reconocido internacionalmente, que tengan a la Av. Las Américas convertida en un infierno, que hayan quemado buses de muchos transportistas, que tengan a Mérida hecha un basurero, que hayan atentado y pretendido destruir al Sistema de transporte masivo Trolebus-Mérida. La imagen tipo campo de batalla que hay de la Avenida que conduce a la Residencia Cardenal Quintero (bastión guarimbero) parece sacada de película, que hayan quemado la sede del Ministerio de Ambiente pudiera ser considerado un crimen indirecto contra el espacio medioambiental. Seguro más de uno diría que lo material no importa tanto, se recupera. Pero resulta que estas acciones van dirigidas a destruir logros sociales y de infraestructura que la revolución le ha dado el pueblo, como su derechos, como sus conquistas, cosa que los gobierno neoliberales de derecha no hacen en los países donde gobiernan.

Por otro lado, nadie puede negar el gran trabajo hecho por el Ministerio del Poder Popular para la Vivienda Y hábitat (Caracas) que le ha dado casa-hogar a miles de venezolanos, chavistas u opositores, por eso hay razones para rechazar las acciones vandálicas contra esta institución. Es descabellado intentar destruir al sistema de transporte Trolebus de Mérida, pues este presta servicios a más de 10 mil personas diariamente, de forma gratuita, sin pedir carnet de militancia política. Lo que realmente me preocupa es que estos grupos sigan intentando destruir los servicios públicos del pueblo, que la revolución, mediante nuestra Constitución Nacional siempre ha garantizado. Esto demuestra que los guarimberos no tienen, ni sienten un mínimo amor y respeto por lo público, por lo de todos.

Sin embargo, estas actitudes de los guarimberos también nos da una respuesta: siempre han estado caminando sobre el fracaso de sus objetivos. Resulta que a lo largo de la historia de la humanidad, sobre todo la historia de las guerras e invasiones, nos han quedado muchas flexiones, podríamos tomar una, ningún pretendido “héroe” o salvador” se le puede ocurrir la idea ganar una “guerra” si lo primero que hace es destruir o atacar a las ciudades, creo que Sun Tzu recomendaba no hacerlo (“Arte de la Guerra”). Cualquiera con cuatro dedos de frente preferirá ganarse al pueblo, a las ciudades y usarlas para derrotar a sus enemigos, para los lideres guarimberos esto es muy difícil de procesar, pues su odio, sus miserias humanas pueden mas que una mínima táctica política. Estos elementos nos dan la idea de que usando estos métodos jamás podrán destruir al Gobierno Bolivariano, y continuaran recibiendo el rechazo contundente pueblo revolucionario, pero mas importante aún, el rechazo del pueblo opositor que no esta de acuerdo con las barricadas, quema y destrucción de espacios e Instituciones Públicas. Por parte de los revolucionarios debemos comprometernos a defender nuestros espacios públicos, nuestras plazas, nuestras Instituciones, no podemos permitir la destrucción de estas, que tantos problemas les han solucionado a muchos venezolanos. Defender los espacios del pueblo y sus Instituciones es defender el legado del Presidente Chávez.


El autor es: Estudiante de Ciencias Políticas.Universidad de los Andes-Mérida-Venezuela

luisjaruiz@gmail.com



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