No debiera existir dudas sobre lo iracunda y desmedida que puede tornarse la historia para los que precisamente incurren en el desliz anacrónico de olvidarla o subestimarla. Jaurías presas de odio demencial han sido capaces de desencadenar el horror en diversas latitudes y épocas por los más escasos motivos que se puedan imaginar. Basta solo un puñado de desquiciados, lamentablemente con mucho poder, para lograr despertar la bestia que cada uno de nosotros lleva silentemente por dentro. Oírles, en estos precisos momentos, reclamar y protestar por los derechos humanos mientras abiertamente maquinan las más terribles confabulaciones (http://www.primicias24.com/
Lamentablemente solo un buen puñado de estos, con el aparataje comunicacional y financiero de una potencia extranjera con décadas de exitosa y sanguinaria experiencia, son suficientes para desencadenar lo morbosamente inimaginable que andan buscando. Periodos de máximo esplendor y renacimiento han sido sucedidos por largos periodos de crueldad e irracionalidad, la voraz rapiña interna, aliada a intereses foráneos, logró acechar y carcomer su espíritu y nobleza, sumergiendo a todos en la espesa bruma del odio.
Tanto como amarrar y neutralizar los locos del otro lado imperioso es hacer lo propio con los nuestros. Y en esto se precisa un partido de vanguardia, presto a sintonizarse con los requerimientos históricos-estratégicos del presente. No cabe duda que por parte del gobierno nacional y regional (Zulia) existe la claridad y el tino suficiente para el equilibrio necesario. Aunque deba lamentablemente reconocer que algunos amigos, mayúsculos en consecuencia y formación, se han dejado seducir por la impotencia. En cuanto a nuestro partido (PSUV), sobre todo en el municipio Maracaibo, abrigo esperanza que el III Congreso, y el necesario auxilio de Dios y todos sus Santos, puedan satisfacernos con los resultados esperados.
Y hablando de venáticos, esta “rebeldía de pañales sucios” debiera considerarse de manera excepcional. La rabia acumulada y expresada por algunos de estos desadaptados se torna explosiva y altamente desbordante, cuando inclusive amenaza con salírseles de control y de las manos a los propios orates que están detrás de todo esto. Para el momento se precisa de una mayor articulación entre el Poder Popular y todo aquel que siendo mancillados en sus derechos al libre tránsito requiera brindar información a los cuerpos de seguridad sobre estas actitudes vandálicas. Tanto es una necesidad que nuestra Intendencia de Seguridad de la parroquia Cecilio Acosta fue intentada quemar (y la última les fue la vencida) siendo imposible una respuesta a tiempo. Aunque todavía permanece quemada y sonrientemente atendemos en plena calle, ya que el inmobiliario se perdió.
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