Binóculo Nº 465

Coctel de la muerte

Nada es más importante que aprender a leer o a escuchar entre líneas, porque en el discurso -más en el de los políticos- siempre hay una afirmación subyacente que es la verdadera razón de la ocasión. Chávez era experto en enviar órdenes por el metamensaje durante su discurso. Siempre en positivo, algo muy asombroso en un político, y muy poco común, por cierto.

La afirmación del expresidente de Rusia y vicepresidente del Consejo de Seguridad, Dmitri Medvédev, sobre que la integración de Finlandia y Suecia a la OTAN, cambiaría drásticamente la situación en las fronteras rusas en el mar Báltico, es tajante. En el agregado está el mensaje: "¿Y cómo debemos reaccionar a eso? La respuesta es clara: sin emociones, con cabeza fría… Sin duda, habrá que fortalecer estas fronteras. Fortalecer considerablemente las agrupaciones de los efectivos terrestres y las defensas aéreas, desplegar fuerzas navales significativas en las aguas del golfo de Finlandia. En este caso ya no se trataría de un estatus no nuclear del Báltico", explicó. Es una afirmación que sin duda enciende las alarmas, porque el personaje en cuestión, pertenece a la más alta jerarquía del gobierno ruso. Lo que indica que ya los estrategas de Moscú están discutiendo las eventualidades del posible uso de armas nucleares. No tendría porqué extrañarnos, porque está claro que, en medio de tanta tensión, a cualquier loco más precipitado de la cuenta, se le escapa un disparo, y allí comienza todo.

Como los hechos no están desvinculados, a lo expresado por el funcionario ruso, hay que sumar la afirmación de Ibrahim Kalib, portavoz del gobierno turco, quien refirió que: El conflicto en Ucrania condujo a "una nueva era de Guerra Fría" cuyas consecuencias se sentirán durante décadas… "la crisis ucraniana sigue profundizándose… la búsqueda de un nuevo equilibrio de poder, junto con los cálculos de beneficios a corto plazo, causará grandes pérdidas estratégicas y dramas humanos a medio y largo plazo. Hemos entrado en una nueva era de Guerra Fría. Los efectos de esta guerra durarán décadas". Está diciendo que veremos tiempos mucho más doloroso y más traumáticos que los vividos por los europeos, antes y después de la Segunda Guerra Mundial, consecuencia del conflicto que ya está ocurriendo y que, en la magnitud de lo que podría ocurrir, apenas son escaramuzas con miles de muertos, aunque apenas se perciben con lo que podría ocurrir. Los expertos hablan de millones de muertos en semanas, eso sin que se produzca un combate nuclear, que como sabemos son misiles que van de un lado, y que no estallan contra ninguna superficie, sino en el aire, a cientos de metros de altura.

Pero, además, como todos sabemos que, cualquier conflicto que se produzca en el planeta tiene una razón económica, necesariamente debemos agregar lo que están vaticinando algunos expertos de la economía y las finanzas. En este caso, de Tony DeSpirito, jefe de una empresa de análisis de riesgo del Big Brother, quien destacó que está cerca un Nuevo Orden Mundial para el mercado de valores.

DeSpirito explicó que, tras la crisis económica mundial en 2008, el nivel de crecimiento de la economía fue muy bajo, pero también hubo muy baja inflación. Sin embargo, "ahora nos encontramos en un régimen pospandémico con altas tasas de inflación". Y aunque pareciera que no está incluyendo el factor guerra, sí lo está haciendo, porque sabe perfectamente que las empresas se trasladan donde hay seguridad de inversión. Allí está el metamensaje.

Dentro de ese complejo mundo de la economía y las finanzas -factores primigenios del cualquier conflicto bélico- otro aspecto, que forma parte del juego del ajedrez político, pero que es económico, es la decisión de Rusia de aceptar cualquier moneda de pago que no sea el dólar o el euro. Es decir, que negociará con todos, aunque le paguen en su moneda de origen. Por ejemplo, si a alguien en Venezuela se le ocurre ir a comprar oro a Rusia, no solo puede hacerlo, sino pagar en bolívares. Por supuesto, más de un millonario de cualquier parte del mundo, irá a Rusia, o comprará vía terceros, incluyendo las naciones europeas que por delante están vetando a Rusia, pero por detrás hacen los negocios necesarios.

Y dentro de todo este desastre, nos encontramos con un elemento nuevo. El 50% de la opinión pública estadounidense, asegura que la economía de su país, es pobre. Vale decir que la maquinita de imprimir dólares, ya no está funcionando como antes, pero que, además, el conflicto interno del Big Brother para resolver sus propios problemas, no son nada halagadores. Su PIB bajó, la deuda externa y la interna, superan cifras astronómicas, impagables, tiene una tasa de desempleo altamente preocupante. Y por primera vez, sus organismos oficiales reconocen 50 millones de pobres, una cifra que crece de manera alarmante

Es el coctel que tenemos en este momento, y que no auguran buenos tiempos para la humanidad. Ahora, nadie habla del destino de la raza humana, cuando en realidad pareciera que no tiene destino. El problema es que pareciera que nadie tiene la posibilidad de detener esta locura. Muchos, yo entre ellos, hacemos un esfuerzo por tratar de encontrar la respuesta de qué ocurrirá en los próximos diez años. No es posible ese análisis, cuando todo depende de un pedazo de tubo que es capaz de desintegrar un país completo.



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Rafael Rodríguez Olmos

Periodista, analista político, profesor universitario y articulista. Desde hace nueve años mantiene su programa de radio ¿Aquí no es así?, que se transmite en Valencia por Tecnológica 93.7 FM.

 rafaelolmos101@gmail.com      @aureliano2327

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