La guerra necesaria hoy y el reacomodo mundial

Hay temas y palabras que son "tabú", entre ellos la advertencia, el llamado e invocación de la "guerra" en todo su sentido intrínseco y extenso. Es tabú impuesto por quienes controlan el orden mundial al servicio de las burguesías nacionales y de las transnacionales, mientras el orden de las cosas impuesto marche bien. Es tabú impuesto por quien o quienes se creen dueños y administradores de la guerra a su menester y discrecionalidad, los mismos que imponen la guerra, asesinan en masa, ponen a pasar hambre a los pueblos oprimidos y sometidos.

La palabra guerra conviene que sea tabú para quienes viven de la carrera armamentista, porque aumenta la plusvalía. En fin, todo tabú es ignorancia, estupidez y sometimiento, al servicio de intereses bastardos, en contra de la mayoría, lo que, en definitiva significa en detrimento de los pobres e inermes, porque al indefenso, al débil, al oprimido se le enseña -gracias a la trinidad embrutecedora del poder político, religioso y militar- que hay que aceptar el estado de cosas existentes, es decir, su miseria. y opresión, porque según ellos, hay que aceptar el hambre, hay que aceptar la explotación y "ponerse en manos de dios" o "dios sabe por qué permite estas cosas", según la conseja supersticiosa y estupidizante de nuestros pueblos ignorantes, con idiotas en el poder que se encomiendan a sus dioses. No podemos esperar menos, pues estamos en la era del neoscurantismo del siglo XXI.

Así como no existe ningún orden natural de las cosas en lo económico, político, ni social, nada de la devastación del mundo que estamos padeciendo cambiará naturalmente, ni se reordenará. Simplemente, hay pueblos que con sus gobiernos y sin ellos, se disponen a enfrentar a muerte, es decir, a sangre y fuego, contra ese estado de cosas, a cambio de un presente y futuro distintos al que les han impuesto. Y también hay otros pueblos a los que los agarra esta situación bélica, aunque se nieguen a ella y que son víctimas del pacifismo ramplón, que siempre la pagan, siendo carne de cañón y la mano de obra esclava que necesitan los opresores en función de ese "orden mundial" del capitalismo.

Es preferible enfrentar al imperio a tiempo, antes de debilitarnos, que hacer el ridículo invocando el pasar a la "resistencia", que es lo mismo que decir "derrotados, para morir con la moral en alto". No hay razones para tolerar agresión de ninguna potencia o fuerza extranjera. Si nos defendemos basados en el principio de proporcionalidad, la proporción de la agresión irá en aumento hasta quedar debilitados y liquidados. Si nos defendemos con una respuesta inmensa y muy desproporcional respecto de la agresión recibida, los gringos y las hienas aliadas, nos respetarán o nos temerán.

Por si las dudas y la vocación sadomasoquista generalizada o aprendida nos abordan, tenemos para recordar, reflexionar y preparar a los países del nuevo mundo multicéntrico y pluripolar, una larga lista de caos, pobreza y muerte, que bien nos colocan entre los que abandonemos la ilusiones, nos preparemos o no y salgamos a la lucha, como también tenemos a los tibios y oportunistas a los que agarre la conflagración de los pueblos. La guerra es necesaria, tanto para los que quieren seguir dominando y sometiendo a los pueblos del mundo, como para los que estamos dispuestos a luchar y vencer, bajo la premisa cantinflérica de que "un buen soldado no es el que da la vida por su patria, sino el que hace que el otro la pierda por la suya". Hay que hacerlo.

Siempre saldrán los pontífices al servicio de los opresores a masificar el pacifismo ramplón al servicio delo Estado burgués con pose bondadosa, al servicio del llamado orden mundial de las cosas, que no es otra cosa que el orden de los ricos explotadores, apoyados en la fuerza mediática convertida en "reallity show", desde el poder de las religiones, curas, pastores, gurúes, profesores universitarios, maestros y cuanto predicador salga, al lado de los mandos militares que no dudan en matar a los más débiles pero con la legalidad por delante, mientras que el establishment de empresarios, firmas empresariales y las parasitarias clases políticas seguirán pujando por preservar y fortalecer ese llamado orden mundial.

Es a esto a lo llaman el "orden mundial": un imperio, el estadounidense, que entre su clase política gobernante y su gentilicio con ínfulas de superiores al resto de la especie humana, han llevado asesinatos en masas, destrozos, explotación, vulgares saqueos y robos a otras naciones, hambre miseria y corrupción, avalada por los órganos mundiales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), desde donde se hace el control de daños y se terminan justificando sus tropelías; EEUU es el responsable de asesinatos e intervenciones en contra de la paz en países que hoy son muy pobres, del África Negra, como Somalia, Burundí, Mali, Nigeria, República Centroafricana,, República Democrática del Congo y Sudán del Sur, a donde van a dar todas las armas que las empresas estadounidenses venden a las partes en conflicto, se entromete en sus asuntos internos, los divide miserablemente, les lanza migajas a líderes y a sus hambrientos habitantes, mientras se va apoderando de sus riquezas minerales y energéticas, junto con los británicos, los alemanes y los franceses, cual reparto del botín.

EEUU junto con los gobernantes judeosionistas de Israel, amén de la sucia complicidad del resto de los millones de judíos esparcidos por el mundo (salvo contadas excepciones que no llegan a un 5% de su población), que son peores que sus verdugos nazi alemanes, han propiciado y mantenido una gran guerra en todos los países que conforman la nación árabe, mediante una alianza escatológica de liquidar de la faz de la tierra, tanto a la tierra de Palestina, como a su gentilicio, en una razzia o limpieza racial en donde según ellos, no debe quedar vivo ni un solo palestino, con el silencio cómplice de la ONU y el servilismo del Reino de Arabia Saudita. Estos terrófagos judíos han definido que desaparecerán la tierra de Palestina, tal y como se percibe en la mayor plataforma Google, en donde se omite a Palestina como país para no mostrar cómo han ido robándole territorio y anexándolo de Israel, borrando la historia palestina y desapareciendo niñas, niños, ancianos y jóvenes palestinos. El emporio monopólico Google, con sus delitos informáticos de ocultamiento de información, distorsión de la verdad y dumping, es parte de la rebatiña mundial y cómplice de crímenes contra la humanidad. Algún día, sus caras visibles responderán por estos crímenes disfrazados de información y plataforma electrónica.

EEUU y su aliado Israel, financian, mantienen y apoyan el terror y la guerra contra Siria, Irán, Irak, Egipto, Yemen y El Líbano. En estos territorios hay petróleo gas y ubicación estratégica que EEUU se roba, dejando que en esta rebatiña, también participen las hienas inglesas, españolas y alemanas, a cuenta de apoyar eventuales acuerdos de paz entre hermanos de la gran nación árabe.

EEUU con ochocientas (800) bases militares en todo el mundo, ha invadido países en América Central, caribeña y del Sur, en donde ha puesto bases militares coloniales, como en Cuba, Panamá. Puerto Rico, Honduras, El Salvador, Costa Rica, Perú, Brasil y Colombia. Las excusas han sido múltiples; llevar democracia a estos países en donde los ha masacrado e impuesto gobiernos satélites y han garantizado los sembradíos y producción de cocaína y heroína que necesitan para seguir alimentando de drogas a su pueblo estadounidense y mano de obra barata estadounidense, amén de que también se sirve de estos países para el cerco estratégico militar, que eventualmente sean enclaves para invadir y terminar de liquidar a Venezuela, como epicentro de la mayor reserva mundial de petróleo, oro, coltán y diamantes.

Esta breve relatoría del caos impuesta por el imperio estadounidense y las hienas decadentes europeas, como la inglesa, la alemana y la francesa, la saben desde el Consejo de Seguridad de la ONU, como la secretaria y presidencia de este organismo y todos los órganos que de allí se desprenden. Todos ellos están al servicio imperial. No nos sigamos sorprendiendo con las caras y expresiones de sorpresa de los que no están sorprendidos, sino domeñados.

Si éstas no son razones para que los del nuevo mundo multicéntrico y pluripolar nos alcemos en una alianza global y estratégica contra esta opresión mundial, tendremos un punto de quiebra que nos lleve gradualmente, a la extinción del planeta y de la humanidad. En cambio, una gran guerra o cruzada entre los países de la nación árabe, africanos, latinoamericanos y caribeños, además de Rusia y China, contra la miseria, terror y muerte que nos han impuesto EEUU, Israel, Alemania, Francia y sus colonias lacayas sometidas por el mundo, nos dejarían una gran mortandad que tal vez tripliquen en muertes las cifras arrojadas por la Segunda Guerra Mundial, pero, estoy seguro, nos garantizarían otras décadas o siglos de paz y prosperidad que EEUU y aliados nos han arrebatado durante siglos, hasta hoy. Esta guerra no la librarán nuestros gobernantes. No con éstos. Las libraremos los de abajo, incluso, contra ellos y después de ellos, contra el gigante de siete leguas, contra sus lacayos y contra las hienas de la vieja Europa. Hagamos tantos Vietnam como nos sean posibles.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1738 veces.



Luis Alexander Pino Araque


Visite el perfil de Luis Alexander Pino Araque para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Luis Alexander Pino Araque

Luis Alexander Pino Araque

Más artículos de este autor