Entrevista

Gonzalo Gómez (Marea Socialista): “El pueblo puede forzar al gobierno a tomar medidas”

Gonzalo Gómez es Coordinador Nacional de Marea Socialista

Gonzalo Gómez es Coordinador Nacional de Marea Socialista

Credito: Aporrea.org

Gonzalo Gómez es co-fundador de Aporrea.org y miembro del Comité Impulsor de la Auditoría Pública y Ciudadana

Gonzalo Gómez es co-fundador de Aporrea.org y miembro del Comité Impulsor de la Auditoría Pública y Ciudadana

Credito: Aporrea.org

www.larazon.net/2015/05/28.- Marea Socialista consignará (ya sucedió el jueves 28 de mayo 2015) ante el Tribunal Supremo de Justicia un recurso de anulación de la decisión del Consejo Nacional Electoral, que les rechazó la inscripción de una tarjeta propia. Uno de sus coordinadores nacionales, Gonzalo Gómez, deduce que la negativa “grosera” de la autoridad electoral busca evitar que haya otro partido distinto al PSUV que use el “Socialista” en su denominación y no esconde preocupación por darse cuenta que una institución es usada para poner trabas a quienes confrontan a la dirigencia del partido de gobierno.

“Creo que hay inquietud, preocupación, por el surgimiento del chavismo crítico de izquierda pero también de todo un sector que no siendo enemigo de la revolución bolivariana está molesto, cansado de la manera como se han manejado las cosas, con la corrupción, la impunidad, en la cual no solo tienen que ver la burocracia estatal y funcionarios de gobierno sino que es una combinación entre las actuaciones de la burocracia y del capital”, dice Gómez.

El también fundador de la página Aporrea.org sostiene que en Venezuela “no se están cumpliendo las funciones de un gobierno revolucionario” pero que el fracaso no es del socialismo, “que nunca se implantó”, sino del capitalismo aún vigente por el que Chávez planteó el “golpe de timón que no se ha dado”. Sin embargo, afirma que “en la oposición no hay un arrastre en el pueblo” porque la gente aprecia los logros de la revolución y quisiera conservarlos.

¿Cómo participar en elecciones ahora, por iniciativa propia?

No es simplemente un problema de tarjetas, sino de tener una política y a las personas que puedan encarnar esa política. Tienen que tener una evaluación positiva, trayectoria, honestidad probada, y haber dado batalla contra la corrupción. No vamos a procurar la utilización de ninguna otra tarjeta si no es sobre la base de un acuerdo en torno a planteamientos políticos. Estamos dirigiéndonos al CNE para exigir la reconsideración de la decisión. Nos reservamos el derecho de hacer una apelación o introducir un recurso ante la Sala Electoral del TSJ. Negarle la tarjeta a gente que quiere participar en la lucha electoral es un signo antidemocrático.

A Voluntad Popular le pasó lo mismo y al final lo que hicieron fue cambiarle el nombre a otro partido. ¿Denuncian ahora porque les afecta directamente?

Nosotros sí hemos hecho señalamientos sobre distintas situaciones que representaban un riesgo, una señal de peligro, para la revolución y para la democracia protagónica real. No hicimos énfasis en el tema de VP porque sabemos que aquí se producen trabas frente a gente que se ha involucrado en operaciones golpistas. Es lo que ocurre ahora con María Corina Machado. Estamos de acuerdo en que si se le va a impedir su participación política sea derivado de la actuación de la justicia. Pero no vas a poner como excusa una cuestión colateral con los requisitos electorales.

¿Está cerrada la posibilidad de diálogo con la dirigencia del PSUV?

La actitud de la dirigencia pareciera indicar eso. No así la de los sectores de base. Esto no puede terminar convirtiéndose en una democracia simulada y administrada por funcionarios públicos, algunos de los cuales se han dedicado a acumular capital para cambiar su condición de clase. Alguno pudiera pensar que se está aplicando el programa de la MUD y no el Plan de la Patria.

¿La exclusión es una política de Estado?

Hay exclusión, y estamos luchando contra la posibilidad de que eso se extienda y le infrinja un daño irrecuperable al proceso revolucionario. Podrán no tenerlo como política de Estado, pero si no hay capacidad para frenar actuaciones al final viene resultando lo mismo.

 

“Hay una guerra económica

pero no como la plantean

desde Miraflores”

 

¿Se está aplicando el modelo de Chávez?

No. En el modelo de Chávez tendría que haber avanzado más el desarrollo de la propiedad social, la participación de trabajadores y comunidades en la construcción de la economía y de los asuntos de Estado. El modelo de desarrollo endógeno con soberanía alimentaria de recuperación de la independencia se está debilitando porque se toman decisiones que no van en esa dirección.

Sin embargo, el modelo importador no soberano no tiene dos años. 2011 fue el año con mayores importaciones, de hasta 50 mil millones de dólares, y estaba Chávez en Miraflores.

Las cosas no son puras, ni totales. También había contradicciones en el período de Chávez, pero el sentido general, la orientación del proceso, era avanzar en la ampliación de las conquistas. Esa dinámica la hemos venido perdiendo. Estamos enfrentando la posibilidad de perder esta revolución.

Desde hace años la oposición es excluida de los medios públicos. Ahora ustedes también.

A la revolución bolivariana la ha caracterizado el florecimiento de los medios comunitarios y alternativos. Sin embargo, la tendencia ha sido irlos domesticando. Progresivamente se fue creando otro cerco mediático. Había el capitalista de los medios privados que se expresó en abril de 2002, y posteriormente empezó a afianzarse uno burocrático, donde solo se puede expresar aquél que apoye las políticas de gobierno sin ninguna crítica. Creemos en lo que recogió Chávez en el Programa de la Patria: la necesidad de construir un sistema público de comunicaciones en manos del poder popular.

¿Existe guerra económica?

Hay una guerra económica pero no como la plantean desde Miraflores. Parte de lo que sucede en Venezuela tiene que ver con un intento de sofocar la revolución bolivariana que tiene que ver con operaciones del capital financiero, las transnacionales, la banca, los Estados Unidos. Pero eso no es lo único. Aquí la guerra económica está funcionando porque sigue actuando la lógica del capital. En el Estado hay expresiones capitalistas y eso también forma parte de la guerra económica.

Maduro no ha tomado en cuenta los planteamientos que han hecho desde hace dos años. ¿Por qué creer que ahora sí lo hará?

El problema no es si Nicolás Maduro se convence de nuestras propuestas. Es que si esas propuestas son tomadas por el pueblo bolivariano que quiere soluciones en revolución todavía, ese pueblo puede en una crisis forzar al gobierno a tomar medidas. La revolución no es el gobierno, sino el pueblo que está allí todavía, con expectativas.

 

Gómez calcula que el desfalco a la nación

en los últimos años asciende a

259 mil millones de dólares

 

Hugo Chávez llegó a decir que la cuarta república colapsó porque los cambios que necesitaba el país no los podía hacer la misma dirigencia que lo había conducido al desastre. ¿Cómo esperar cambios ahora de la misma dirigencia que nos ha traído a la crisis?

La revolución bolivariana nos dio logros en soberanía, independencia, condiciones de vida del pueblo, organización y participación democrática. Todavía está ese pueblo que los aprecia. De esta etapa se desprenderá un desenlace. A aquellos dirigentes que no puedan responder, que no estén dispuestos a dar ese golpe de timón que se requiere, el pueblo les va a pasar por encima.

¿Aún sostienen que no existe deuda en dólares con los sectores empresariales?

Aquí ha habido un desfalco descomunal. Muchas de las empresas que están haciendo ese reclamo de divisas las usaron indebidamente. Creemos que si sacamos la cuenta no se les debe. Son ellos quienes le deben a la nación.

Piden ajustar el salario mínimo a la par de la cesta básica. ¿Es viable hacerlo?

Es viable. Eso no quiere decir que no haya dificultades para implantarlo ahora. Eso lo venimos planteando hace tiempo, incluso cuando los precios petroleros no estaban en merma. Eso está en el artículo 93 de la Constitución. No la estamos cumpliendo.

Tampoco la cumplió Chávez entonces.

Se quedó con la idea del salario mínimo vinculado a la canasta alimentaria. Se ha olvidado el planteamiento real… ¿Cómo lograr tener esos salarios al nivel de la canasta básica? Si decimos que ha habido un desfalco de 259 mil millones de dólares, con esos recursos pudiéramos garantizar salarios más elevados y desarrollo productivo para tener salarios dignos. Pudiéramos recuperar una parte de esos recursos, y podemos hacer una reforma tributaria y que la banca pague más.

¿Son propuestas viables con Maduro en la Presidencia?

Estamos batallando para que estas cosas sean tomadas en cuenta. Menos viable son con cualquier gobierno de la oposición de derecha, de los sectores empresariales o enteramente entregados a las transnacionales. Este pueblo le puede reclamar al gobierno que haga cosas.

 

Gonzalo Gómez no ve posible

ningún acercamiento entre Marea Socialista

y sectores de la oposición

 

¿Y esos reclamos se escuchan en un país donde la represión, según Provea, pasó de 1,43% en 2012 con Chávez en el poder a 7% en 2013, 16% en 2014 y va por 11,2% en 2015?

Bueno, aunque yo pueda tomar en cuenta esas estadísticas, Provea tiene su manera de hacerlas. Esas estadísticas dependen de los conceptos que ellos manejan y sus orientaciones. Yo hablo de luchas de la clase trabajadora. A veces se necesita presión, lucha, movilización e incluso puede llegar a suceder que nos enfrentemos parcialmente con sectores del gobierno, como ocurrió con la nacionalización de Sidor.

¿Hay posibilidad de acercamiento de Marea Socialista con sectores de oposición?

Por la experiencia y trayectoria política de estos grupos, no lo veo posible. El acercamiento se va a dar con el pueblo que tiene diversidad de opiniones y de criterios pero que compartimos intereses comunes.

En 2010 el PPT compitió electoralmente queriendo romper la polarización y le fue muy mal. ¿Temen que pueda ocurrirles eso ahora?

Eso no va a depender de los actores políticos sino del sujeto social y político de esta revolución: el pueblo bolivariano. Creemos que estamos en sintonía con ese pueblo que rechaza la cuarta república, a la oposición predominante de derecha, pero que también está descontenta con la corrupción, la burocracia, los elementos de autoritarismo.

Entre las cosas que ha caracterizado al “socialismo bolivariano” están las expropiaciones no siempre pagadas, la burocracia y el crecimiento del Estado, el control de cambio, la exclusión política, pintarlo todo de rojo, el personalismo, disfrutar un petróleo a 100 dólares con un abultado excedente no presupuestado… Si el socialismo como modelo no ha fracasado, ¿qué fracasó, el entendimiento chavista del socialismo?

No creo que sea el entendimiento chavista del socialismo. Pensamos que hay una distorsión de esa concepción. Nosotros tenemos muy presente lo que planteaba Chávez con sus aciertos y errores. No es un fracaso del modelo socialista porque no se pudo llevar adelante. Apenas hubo algunas cosas que costó lograrlas. Se trata de recuperar esa línea. Lo otro es volver a lo de siempre, al neoliberalismo.

¿Sólo hay dos caminos, cuarta o quinta república?

Para nosotros el camino del chavismo es parte de la ruta, del sendero que nos puede permitir seguir abriendo otros caminos. Parte de preservar las conquistas, de no perderlas y a partir de ahí hay que ir creando e inventando.

 

 

 



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La fuente original de este documento es:
Semanario La Razón (versión digital: larazon.net) (http://www.larazon.net/tag/gonzalo-gomez/)



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