Hasta las piedras saben que existe una profunda crisis de gobernabilidad en Venezuela y que el Presidente Nicolás Maduro goza de un rechazo que supera el ochenta por ciento (80%) de la población. Pero, siendo una verdad incontrovertible, no significa que él esté derrotado políticamente y -peor aún para la nación venezolana- no implica que Nicolás Maduro Moros salga del poder político en unas eventuales elecciones presidenciales, sin importar cuándo, hoy, mañana, en seis meses o un año.
También, es consabido que entre tirios y troyanos urgimos la salida del poder político y que sean sometidos a la justicia de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV: 1999) y de las leyes vigentes, tanto Nicolás Maduro Moros, como todo su círculo de corruptos y cómplices que han destruido el país, han robado a manos anchas, han mentido y han desmontado ilegalmente todo el andamiaje jurídico y norma constitucional.
Ahora bien, ahí mismo es en donde radican los fundamentales errores, tanto de los que se erigen en voceros inautorizados de la oposición y oposiciones multicolores, como del chavismo honesto y pedestre que se ha percatado de la traición a la Patria, traición a la CRBV, traición al legado del Comandante Hugo Chávez, traición al Plan de la Patria, traición a los trabajadores y, sobre todo, traición a los pobres e inermes de Venezuela.
Por una parte, esa élite política opositora que se reúne en Oslo, en París, en Colombia, en México y en cuanto cómodo rincón o espacio de poder haya, pero que no ha pateado las calles de Venezuela, ni padece absolutamente ninguna de las consecuencias del bloqueo, hostilidades, represalias, agresiones, robo de riquezas en oro y dinero en bancos internacionales e intervención mal llamadas "sanciones" que lidera el imperio estadounidense y la rapiña de la Unión Europea (UE) y los miembros de la Organización para el Tratado del Atlántico Norte (OTAN); incurre en el error que Nicolás Maduro y sus cómplices aprovechan, como lo es buscar la liquidación del chavismo y de la izquierda en general, hablándole únicamente a una parte del país, porque dejan al trasluz, en plena evidencia, que el país nunca les importó y no les importa un rábano. Sólo les importa el poder político y su turno en la administración de las riquezas nacionales para sus fines crematísticos. De allí que los mismos que quemaron vivo a Orlando Figuera, los que amarraron desnudos a militantes de base chavistas, los que asesinaron a mansalva a chavistas desde sus guarimbas, son los mismos cómplices de todos los ladrones incursos en las tramas de corrupción que han sido develadas y las que por voluntad de Nicolás Maduro no se han desvelado. Esos son los mismos que quieren, incluso, negociar con Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y los principales cómplices y allegados, su salida airosa y cómoda a paraísos fiscales, mientras fuerzan y pujan en un circo de unas primarias, por ahora, con los distractores de "inhabilitaciones" que serán habilitados en los shows mediáticos que se sucederán en las farsas de acuerdos entre el gobierno y la oposición.
Por este camino, ya Nicolás Maduro puede contar con un triunfo de la minoría más grande, no de chavistas honestos, sino de esa mayor minoría que tiene el control absoluto, tanto de los cinco poderes públicos, como de la dirección nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Y ¿Por qué Nicolás Maduro sería el triunfador entre esa minoría más grande? Simple. Porque ninguna de esas oposiciones mediáticas, ni el chavismo clientelar que aún controla y manipula Nicolás Maduro desde el PSUV secuestrado para fines únicamente electores, ninguno de ellos le habla a la mayoría nacional y esa mayoría nacional no tiene ningún interés en interactuar con ellos o que les escuchen, porque están descreídos de ellos (ya que saben quiénes son tales personajes), razón por la cual no existe ninguna razón para votar por ellos, lo que supone un alto índice de abstención, que favorecería a Nicolás Maduro Moros.
Ante esos diálogos de sordos que lucen indiferentes al hambre, miseria y pobreza extrema de los trabajadores venezolanos, empiezan a esclarecerse propuestas que intentan hablarles al ciudadano común y que debieran hablarle a todos los sectores de la vida nacional, habida cuenta de que el país se encuentra en una circunstancia grave de destrozo y liquidación de la vida feliz de cada ciudadano.
Ya perdimos la soberanía económico financiera con la dolarización. Ya Nicolás Maduro y sus cómplices del resto de poderes constituidos liquidaron la CRBV y las leyes, con supraleyes descabelladas, hechas para justificar el latrocinio institucional, la liquidación política del adversario y la confiscación de la libertad de los trabajadores.
En concreto, se hace necesario no sólo hablarle al país, sino que urge sentir a cada venezolano, escucharlo y trascender, más allá de lo meramente electoral o del simplismo ramplón y oportunista de "salir del chavismo", porque, paradójicamente, quienes sólo fuerzan por este tipo de salida: 1. Han encontrado en Nicolás Maduro el mejor aliado presente y futuro, que sabe traicionar a sangre fría, y; 2. Saben que el chavismo más allá de un partido y unos aliados, es un sentimiento, una forma de vida y una forma de ser venezolana, que no tiene vuelta atrás, aunque Nicolás Maduro haya puesto todo su empeño en silenciar el legado de Chávez, confinar su cuerpo al encierro del Cuartel de la Montaña al tiempo que usa cínicamente su imagen y voz grabadas audiovisualmente, para utilizarlas en campaña.
Entonces, alcanzar la interacción de los venezolanos honestos, de hablarnos entre todos los de buena voluntad para salvar la Patria, para salvar a Venezuela y sacarla del foso en que la hundió el gobierno corrupto de Nicolás Maduro, significa la Unidad de los Patriotas, que pasa por encima del fanatismo, de los odios cultivados de cada lado polarizado para sus fines y, en ultima instancia, pasa por una madurez política que vaya más allá de la salida circunstancial de Nicolás Maduro, o Venezuela seguirá siendo el "cuero seco" al que aludía metafóricamente, el otro pillo, Antonio Guzmán Blanco.
Ahora bien, la Unidad de los Patriotas, entre sus múltiples manifestaciones se ha planteado como el llamado a una "alianza" entre los venezolanos, mientras que otros venezolanos -sin desmeritar las buenas intenciones y fines de la unidad- entendemos que urge las Unidad de los Patriotas, fundada en un Pacto o Acuerdo Nacional, porque éste implica una "unidad estratégica" de largo aliento, perennizada en el tiempo, estén quienes estén en funciones de Estado y de gobierno, mientras que la "Alianza" es meramente "táctica", dado su carácter circunstancial, pero esa alianza, toda vez alcanzado el fin único y circunstancial, tiende a fenecer, porque ya logró su objetivo.
La alianza pone de lado circunstancialmente, las diferencias ideológicas, filosóficas y existenciales y se disfraza de tolerante, pero con fecha de caducidad. En cambio, todo pacto es inquebrantable en el tiempo y para que esto sea posible, los acuerdos deben estar por encima de las diferencias filosóficas, ideológicas y existenciales, lo que significa obligatoriedad de preservar lo acordado más allá de los actores circunstanciales. El pacto es estratégico y de largo aliento.
No faltan los tirios y los troyanos que se aferran a una unidad táctica o circunstancial basada en la Alianza, porque ven al país actual de manera estática, inmediatista y parcial. Unos consideran que se trata de salir de Nicolás Maduro y sus cómplices cercanos y otros consideran que el problema es salir del chavismo electoralmente y, algotros, consideran que se trata de que esa oposición y oposiciones de derecha no accedan al poder político aún con la salida de Nicolás Maduro y sus cómplices, porque a fin de cuentas, Nicolás Maduro es socialista y chavista sólo de palabras, con discursos gritones y mitagogia como el Súper Bigote, etc.. Nicolás Maduro es el más neoliberal y es quien desmontó la República con más audacia que cualquier otro político o gobernante de derecha que lo haya antecedido.
Concluyo aproximándome a la certeza de que el país es mucho más que todo lo anterior. Urgimos de la Unidad de los Patriotas, que implique Un Pacto o Acuerdo Nacional para salvar la Patria, en lo moral, económico e institucional.
