¿Qué Congreso! (I)

En verdad, antes de exponer mi opinión sobre lo que he percibido del III Congreso del PSUV, ofrezco disculpas a la militancia del PSUV y especialmente a los que fueron delegadas y delegados. Muy seguramente no oí bien, no leí bien y lo que resaltó la prensa no es lo que fue el III Congreso. Estas disculpas son adelantadas también, porque no tuve la oportunidad de oír a todos los que se responsabilizaron en presentar las conclusiones por regiones. Apenas pude oír dos o tres y le puse mucha atención a la que leyó Darío Vivas el Domingo en la noche.

La impresión que me ha dado hasta ahora el desarrollo del III Congreso del PSUV, es como estar frente a un suceso sin norte ni orientación. Todo pareció ser importante, menos lo que debía serlo. No creo que gran problema que confrontamos ahora y que requiere de una respuesta orgánica, responda a que el árbol le faltaba una raíz y decidimos colocarla, aunque ya la tenía. O sea, colocar el pensamiento de Chávez como otra raíz del árbol que antes era de tres, redunda; porque el pensamiento de Chávez ha estado plenamente incluido en el hacer del gobierno. Sin embargo, es bueno que se haya formalizado esa nueva raíz, pero es un acto redundante, que pudo haber sido una cosa de rutina del III Congreso. Una decisión “administrativa”

Creo que siendo un tema relativamente importante, este congreso tampoco tenía que agotarse mucho en eso de la formación ideológica. ¿Desde cuando estamos hablando de eso? ¿Desde cuando se viene insistiendo en eso? ¿No hay una escuela de cuadro que dirige el Camarada Jesús Farías? En este caso, procedía muy “administrativamente”, evaluar para que ha servido esta escuela de cuadro y este proceso de formación. Siento que este III Congreso tampoco era para que este asunto ocupara tanta atención. Era cosa de concluir muy sencilla y esquemáticamente que lo que se ha tenido hasta ahora no ha funcionado. Esto también era tal vez una aspecto, que la actual dirección ha podido tratar, sin necesidad de tenerlo en III Congreso como una cosa que ocupó la atención de todas las regiones. Si para algo sirvió o servía esta preocupación plasmada en propuesta, fue para que captaran que si hay preocupación e interés, es porque no ha funcionado..

No creo y me disculpan los delegados y delegadas, que siendo un tema importante y de vigencia; el congreso tampoco tenía que perderse en un reconocer una vez más; el respeto y “rescate de los valores morales”. Ya esto también ha sido tratado desde hace mucho tiempo y si hoy nos preocupa, es porque no se ha avanzado mucho en eso. ¿“Rescatarlo” de quién? ¿Quién lo secuestró o lo escondió? En el Proyecto Nacional Simón Bolívar está como primera línea y debemos recordar, que ese proyecto transitaba el lapso 2007/2013. O sea, quién debe, quién responde por ese hueco de la formación

Si vamos observando algunos de los temas del III Congreso, no es muy difícil entender, que se está lloviendo sobre mojado y nuevamente estamos como realizando un proceso de catarsis. Es como el pana que es mala conducta y en un momento “reconoce” que se porta mal, pero insiste en ser mala conducta luego.

Siendo un punto interesante, no deja de ser una gota de agua sobre otra: Llover sobre mojado. Plantear que “el partido debe trascender lo electoral para convertirse en una estructura disciplinada y planificada”, es un asunto que se planteó y discutió en reuniones parroquiales, municipales y estadales cuando se presentó el documento de las cincos líneas estratégicas. Eso ya tiene su tiempo y mira que se "discutió".

Así puedo ir tratando una una, varias de las conclusiones que se produjeron en el III Congreso. Aunque pudo hablarse generalmente del tema; el asunto del socialismo quedó como otro punto más. No sé si hubo una gran mesa y un gran debate con apoyo de profesionales y técnicos para debatir esto y el asunto económico, pero poco (generalidades si acaso) pude oír sobre estos dos asuntos

Siento que no hubo una priorización temática en función de los retos que se tienen hoy en día y se optó por como meter en un saco todo lo que la militancia sentía necesidad de expresar. Tenía la idea de un Congreso que no repitiera la película de la necesidad de la formación ideológica, de colocarle una raíz más al árbol y otros temas, que no dejando de ser importante, impidieron que otros que lo son, no circularan con mayor profundidad y contundencia.

Espero el documento definitivo para ver, si en su contenido no haya gota sobre gotas para que estemos frente un llover sobre mojado. Releyendo las conclusiones aparecidas en prenda, tuve un mal recordatorio. Me acordé del libro de la llamada Ángela Zago y me dije: Aquí no estará pasando nada y estoy viendo cosas que no existen.



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Evaristo Marcano Marín


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