Desde los orígenes del sistema educativo mundial, el docente fue visto como un discípulo que venía al mundo a cumplir una misión en función de un proceso civilizatorio que orientara a las masas hacia el éxito colectivo .Pero sucedió que más adelante la cúpulas del poder económico y eclesiástico vieron en la educación su negocio más redondo, y fue desde entonces cuando se empezaron a crear una serie de dispositivos de regulación y control de la práctica docente que trajo como consecuencia la oficialización de un currículo programado que hoy :se materializa a través de las prácticas educativas ortodoxas, ambiguas, segregacionistas ,sesgadas y atomizadas , las cuales soterraron a la maestra y al maestro apóstol, y le dieron vida a un maestro academicista que hoy tributa y le hace culto al individualismo competitivo ,cuando se debería entender que ese maestro o maestra, en esa designación civilizatoria jugaba un papel determinante como sujeto que empujara los cambios en función de la evolución de las sociedades, y que se suponía sería un valioso aplicador de metodologías, tácticas y estrategias para lograr que esa evolución caminara al ritmo del desarrollo cultural ,económico, político y tecnológico de cada región o localidad, y no a un desarrollismo netamente económico a favor de las élites que propugnan el poder y la gloria.
Hoy vemos como la educación especialmente en Latinoamérica sigue las pautas y perspectivas neoliberales que profundizan la noción del docente como un mero objeto, y que solo se le mira desde estándares generales, abstractos. Arrancado de su espacio social con la única finalidad de congelar la historia cultural y étnica de los países del mundo, especialmente los países latinoamericanos, ignorando sus luchas por la igualdad y la auto- resolución alimentaria a las que todos tenemos derecho .
Es necesario apostar a la necesidad de que los docentes sean verdaderos actores sociales a través de la reflexión, el diálogo y la toma de conciencia crítica de su propia realidad, superando la visión tecnificada y cosificada de los fenómenos educativos, de tal modo que se trascienda esa vieja estructura educativa que hoy va en franco deterioro.
PRIMERO TRANSFORMACION DE LA CONCIENCIA
Es imposible hablar de transformación curricular sin antes hablar de una transformación de la conciencia. Pero… qué significa transformar la conciencia? Significa algo más profundo que el aprendizaje de teorías estrictamente en los libros; significa teoría y práctica revolucionaria, de tal manera que el desarrollo de la conciencia debe estar estrechamente ligado al estudio de los fenómenos sociales y económicos que dirigen ésta época ,y a la acción revolucionaria que permita un verdadero cambio del statu quo capitalista que aún pervive en la mente y conciencia de nuestros pueblos..
La liberación que produce la concienciación exige una desmitificación total; como lo señala Freire, “el trabajo humanizante no podrá ser otro que el trabajo de la desmitificación. Por esto mismo, la concienciación es la mirada más crítica posible de la realidad, y que la desvela para conocerla y conocer los mitos que engañan y que ayudan a mantener la realidad de la estructura dominante”.
En síntesis, el proceso de la concienciación comporta varias fases por las que pasa el oprimido en su esfuerzo liberador hacia la toma de conciencia.
Lo importante, al seguir las ideas de Freire, es observar críticamente la realidad y el proceso histórico en que opresores y oprimidos cuando colaboren sinceramente en el cambio de esta opresión, se reconocen y se comprometen. Se trata, entonces, en términos amplios, de resolver el conflicto de quienes desean ser sujetos libres y participar en la transformación de la sociedad. Visto así el proceso, esta metodología sería válida para todo tipo de opresión, sin restricción de sexo o clase social, y la opresión puede ser también de cualquier tipo, no sólo económica. Se trata de colaborar para recuperar lo auténtico y la integridad del ser.
En el imaginario mistraliano, la educación y la conciencia eran factores claves en el esperado proceso de transformación radical de la sociedad. A lo largo de su obra Gabriela Mistral abogó por la importancia gravitacional de la escuela pública, como medio para alcanzar una verdadera democratización de la conciencia
No hemos vivido una democracia real .Está establecida en la Constitución; pero si no es una realidad educacional con conciencia revolucionaria, no existe de hecho.No ha fracasado ni ha triunfado, está por venir (Gabriela Mistral)
La transformación de la conciencia colectiva socialista hará que la transformación curricular más que una propuesta pedagógica para propugnar cambios, sea una necesidad urgente de cambio en el patrón de conducta de una sociedad que anda como un corcho en medio del mar, sin saber de dónde viene y ha donde va
<<El hombre es el actor consciente de la historia. Sin esta conciencia, que engloba la de su ser social, no puede haber socialismo >>
Ernesto Che Guevara
leningonzalez48@hotmail.com