Si hay algo complicado de resolver para los padres es tratar de hacer cambiar de opinión a los hijos adolescentes y aquellos recién graduados cuando estos ya han tomado alguna decisión inducida por factores externos al núcleo familiar; las razones y consejos para que no salgan del país son generalmente contra producentes, hacen que la decisión sea más arraigada y nada ni nadie les hará entrar en razón, en esta etapa de su vida la rebeldía contra todo orden establecido es una constante, lo que uno diga, piense o haga les molesta, tildan nuestras conductas de retrogradas y anticuadas.

Si es por razones políticas por lo general estas decisiones de migrar son producto del fracaso de quienes se oponen al régimen, son tomadas como una forma de protesta para castigar al gobierno, son decisiones profundamente infantiles motivadas por la desesperanza y la rabia de no obtener un estatus burgués  de la noche a la mañana y creen que en el exterior los esperan con “los brazos abiertos”, también están los jóvenes profesionales de espíritu aventurero que van dispuestos a afrontar lo que sea pero con plena conciencia de no saber a ciencia cierta lo que les pueda deparar. Así que lo mejor que uno como padre puede hacer es brindarles todo el apoyo en sus planes al mismo tiempo que les va haciendo las recomendaciones del caso e intentar aplicar la fórmula de la sicología contraria.

Mi experiencia al respecto data de un año atrás cuando mi hermano me pidió opinión sobre los planes de su hijo de migrar a Canadá atraído por una oferta de estudio en apariencia muy interesante, mi sobrino un ingeniero en Nano trónica egresado con honores de una prestigiosa universidad calificó de inmediato y la visa le fue otorgada sin mayores contratiempos lo que me llamó poderosamente la atención dado que estos países del primer mundo nunca dan “puntada sin dedal” cuando de inmigraciones se trata, máxime cuando los inmigrantes son de origen latinoamericano.
El análisis fue el siguiente: descartamos la posibilidad de seguimiento particular dado que fue por las redes que consiguió la supuesta oportunidad; la otra posibilidad es que la mayoría de países llamados del primer mundo han adoptado una estrategia para generar ingresos en divisas por la terrible situación de liquidez económica que los agobia, necesidades que son ocultadas por sus medios seguramente para no generar caos social, dichos ingresos son comparables a los generados por el sector turismo que a la postre han resultado muy exitosos dado que algunos países del tercer mundo confrontan problemas políticos, ideológicos o económicos, es por ello que vemos en las redes tantas ofertas de estos países invitando a los jóvenes a migrar, cuando la realidad es que la inmigración es exclusivamente para generar ingresos a su país y dotarlo de mano de obra barata.

Pero, ¿Cuál es la trampa de los países del primer mundo sobre todo europeos?, bueno la trampa está en que le dicen al joven inmigrante que allí va a triunfar, que solo basta con que sea un profesional  sin importar la experiencia, que en principio van a conocer el país, van a estudiar el idioma, se van a capacitar y especializar en alguna carrera afín a su profesión para después de dos años ser evaluados e insertados en el mercado laboral con su documentación al día y con las posibilidad de transformarse en ciudadano de ese país.
Ejemplo: el gobierno canadiense recibe al año 250,000 inmigrantes que de acuerdo a su propaganda “van a descubrir a Canadá” que deben ingresar con un mínimo de $10,000 dólares que van a cubrir los gastos de útiles, vivienda, alimentación, transporte, y otros más como la “cañita” en los fines de semana (esa es nuestra cultura que le vamos a hacer). Hagan la cuenta, son dólares que se inyectan a la economía anualmente solo por cuenta de los inmigrantes. Seguramente alguien dirá que esa es una suma irrisoria para un país industrializado como Canadá, sí, pero ese es un ingreso adicional que generalmente son los ahorros de muchos años de trabajo de alguien en nuestro país y que en Canadá se gastan en 6 meses fácilmente.

Si el objetivo de la inmigración fuera meramente humanitario como nos quieren hacer creer, todos nuestros pobres y desplazados en nuestros países no estarían divagando por ahí en busca de oportunidades, estarían viviendo dignamente en Toronto, Paris, Madrid, Vancouver, que se yo y trabajando igual, dignamente, de mesoneros en Tim Hortons, de Janitors (limpieza de baños), manejando taxi, o como obreros de construcción; pero como estos pobres no tienen ni donde caerse muertos, menos van a tener para demostrar los $10,000 dólares y toda la serie de gastos anexos para inmigrar en calidad de estudiantes a esos países.

De acuerdo a testimonios de quienes ya hicieron la prueba, son muy pocos por no decir mínimos quienes aprueban el curso, y quienes lo logran son realmente los que el país anfitrión necesita es decir lo que llamaríamos una perfecta adquisición de “cerebros” sin costo alguno ya que durante su estadía y estudio todos los gastos son sufragados por el aspirante con el apoyo seguramente de sus padres y familiares.
En una página de opinión había leído el siguiente comentario refiriéndose al “descubrimiento de Canadá”: “…El tipo vino a triunfar y terminó perdiendo diez mil dólares, limpiando baños y está enojado porque lo engañaron! Pst! Yo estaría igual o peor ¡Caramba! Pero... me queda esa pequeña duda de saber más sobre el amigo juanalejandro, Que pena que no nos cuenta más sobre él...”
Es verdad, no sabemos si se fue a bonchar o realmente se fajo en el estudio y lo estafaron, es posible que no haya dado pie con bola con el idioma, o su profesión no era muy atractiva para los canadienses, no sabemos, lo cierto del caso es que haya sido el motivo que haya sido tuvo que regresar a su país como dicen por ahí con el “rabito entre las piernas y bien calladitos”

Sin embargo hay jóvenes prepotentes que creen que se las saben todas, que no entienden ni atienden consejos de nadie, dicen estar suficientemente documentados y aptos para saber qué es lo que les conviene o no, que eso es problema de cada quien si quiere irse a donde le dé su gana, al respecto alguien dice: “…sus comentarios no van a impedir que cumpla mi sueño de inmigrar, nada es perfecto y obvio hay que comenzar de cero y muchas veces en cosas que no estamos acostumbrados pero la gente que se ha ido no se ha quejado, solo la gente “resentida”, no sé de qué tanto se quejan y allá están disfrutando de ese país y sus oportunidades, conozco mucha gente exitosa y si lo que cree es que su comentario nos va a afectar o por eso vamos a decidir no irnos está equivocado. Tú decides en la vida ser una persona ordinaria o ser una persona extraordinaria.

En fin, esta reflexión es para que la gente profesional de clase media, para que no siga cayendo en la trampa de que en Canadá, EEUU, o en Europa vayan a triunfar. La gente que inmigra generalmente debería ser la más rica (perder por conocer no es perder) se pueden devolver sin problemas. O para la gente muy pobre, pero tan pobre (que no tenga nada, pero absolutamente nada que perder). A estos se los reconoce como “camisas mojadas”, “sudacas”, O cuando haya una amenaza real y directa de peligro de muerte (ej: los desplazados), pero no con el cuento de la famosa inseguridad; inseguridad hay en Colombia, España, Italia, Canadá, México, Ecuador, Panamá y en todo el mundo, igual sucede con el problema del racismo que si se quiere es peor.

Finalmente, una nota para los que están por migrar,... No se enojen con conmigo, Aprendan de Juan Alejandro, van a aparecer tipos así todas las semanas,  es lo mejor que les puede pasar, porque les va a hacer poner los pies sobre la tierra y tratar en salir más preparados a lugares que no son ni el cielo, ni el infierno..., que sin duda tiene mucho para ofrecerles pero que también los puede defraudar, lo malo no es caerse sino ¡saberse levantar!,  los modestos profesionales, que con mucho esfuerzo culminaron una carrera y lograron ahorrar un dinerito esos si tienen más que perder y poco que ganar. Este grupo es el que generalmente conforma los Profesionales "Sobre calificados" que en esos países manejan taxi y hacen los trabajos de aseo. Que por haberse gastado sus ahorros y su patrimonio en un proceso de inmigración, no tienen como regresar a su país y no quieren regresar a veces por vergüenza, por no sincerarse con sus seres queridos y admitir que estos tenían razón, eso es lo peor de esta historia, no admitir el fracaso y empecinarse en mentir  ( bueno, viviendo en el sueño americano, sí, pero bien jodidos) y les toca vivir “descubriendo a Canadá”, a España, a Francia o Alemania con una vida miserable y llena de frustraciones.

Lo mejor de todo es apoyar con mucho amor a nuestros hijos y familiares en sus proyectos, es bueno que descubran por si mismos lo que significa llegar a un sitio desconocido para empezar una nueva vida, desearles mucha suerte y ¡nunca jamás!, augurarles un fracaso, pero por sobre todo darles a conocer con toda sinceridad cuales son las posibilidades económicas con las que pueda contar no sea que por porfiados fracasen en su proyecto migratorio y a su vez se lleven por delante la estabilidad de su familia, las puertas de su hogar deben quedar abiertas y que sepan que triunfadores o no, siempre serán recibidos con mucho amor y alegría en el seno de su hogar en el mejor país del mundo llamado ¡Venezuela!, cuyos problemas mayores son generalmente coyunturales y fáciles de resolver a corto y mediano plazo porque tenemos la mejor constitución del planeta tierra, herencia de nuestro líder eterno el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías.