Los procesos políticos, sociales, culturales, por ser haceres humanos, vienen impregnados de complejidades, a veces inexpugnables, de allí que exigen de sabiduría de los actores que arrean banderas para su compresión, traemos esto a colación por las circunstancia que atraviesa la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda (UNEFM), en primer lugar esta institución ha sufrido el embate de fuerzas oscuras en los últimos tres años, factores de poder político regional, en contubernio con mafias sindicaleras, académicas y estudiantiles, hostigaron de tal manera la dinámica institucional que el ministerio competente sustituyó el equipo que venía rigiendo los destino de esta casa de estudios en los últimos seis años, y procedieron a designar el actual en funciones desde hace un año.

El equipo que lidera el historiador Luis Dovale Prado, encontró en una misma institución, tres universidades, la primera, la universidad medieval con remozamiento napoleónico, ésta no tiene diferencia en el hacer y pensar de cualquiera de sus pares en Venezuela o cualquier país del mundo, específicamente en América Latina, estas instituciones están al servicio del estado liberal burgués, en ellas las élites económicas, culturales, religiosas, políticas encuentran el espacio y las condiciones para su reproducción, a este modelo educativo el proceso de cambio no ha tocado ni con el pétalo de una rosa, por ejemplo la ley que rige la materia es la Ley de Universidades, instrumento jurídico en vigencia desde el primer gobierno de Caldera e impuesto a sangre y fuego, no obstante, el presidente Chávez le plantó la Misión Sucre como una alternativa, pragmática y paradigmática, todos vimos como la descalificación fue la manera de frenar la única propuesta de largo aliento proveniente como política de Estado ante la ignominia que significa la perpetuación del modelo capitalista por medio de las ideas.

La segunda, tenía su asiento en lo académico administrativo en la TICS, y con un soporte epistemológico en el mundo Robinsoniano, donde el aprendizaje colaborativo expresaba las concepciones de una educación liberadora, así mismo emergía una pedagogía para la liberación y la descolonización del saber, esta universidad en plena concreción a través de Aprendizaje Dialógico Interactivo (ADI), donde Freire tenía mucho que decir, exigía de los mejores talentos para su consolidación, y conscientes de lo emprendido sabíamos que en una o dos administraciones ello no sería posible, necesario era una continuación del proceso con sus aciertos y errores pero siempre con la mira en establecer una modelo distinto al anterior.

Esta manera de administrar el hecho educativo potenciaba las ofertas académicas mas allá del aula tradicional, del mismo modo ponía en práctica nuevas formas de orientar los aprendizajes, desprendidas de las vetustas ataduras que subyugan los futuros profesionales.

La tercera universidad, es la territorializada, mejor conocida como Municipalización, esta venía a reivindicar la propuesta originaria de la Misión Sucre, pero además de concretar imperativos jurídicos como el derecho constitucional a la educación, la teritorialización prevista en el Primer Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación, y en la Ley Orgánica de Educación, así como el incremento en la matricula contenido en el Programa de la Patria, trascendía hacia un modelo educativo en consonancia con el Estado Comunal en construcción, es decir, un modelo que intentaba romper, no sólo con el hacer de la universidad medieval, sino que se aprestaba a construir un nuevo planteo epistemológico en consonancia con el cambio de época que vive la sociedad occidental, a tales efecto, existe toda una estructura académica administrativa creada para tal fin, instancias novedosas donde la democracia participativa y protagónica de todos los actores locales tenían cabida para su expresión, donde la gestión del conocimiento también está al alcance del Poder Popular, una universidad donde lo local para la formación, era lo que es el agua al pez, una universidad donde lo mismo ingresaba el hijo recién egresado del bachillerato como sus padres, sin más requisitos que su voluntad.

Paralelamente a ello, fue creado el Consejo de Acción Social y Comunal, (CASCO) como el máximo órgano de dirección colectiva del área de acción social, como estructuras de apoyo al área creada, tenemos:

1. Decanato de Acción Social

2. Instituto de Atención Integral a la Problemática Social

3. El Instituto Integral de Energías Renovables y Agua

4. Instituto de Seguridad y Defensa

5. El Consejo de Fomento Institucional para la Academia (COFIA)

6. La Coordinación Comunal

7. La Coordinación del Área de Acción Social

8. Las Unidades Integrales Agroecológicas Socialistas.

Lo anterior señalado fue producto de amplios debates, consultas, conversatorios, diálogos con todos y todas aquellas personas interesadas en transformar las vetustas estructuras universitarias con más de siete siglos de preponderancia, avanzándose en varios frentes, en unos más que en otros ¿ se cometieron errores?, sí; pero con una inmensa cantidad de aciertos que permitieron realizar los cambios, logrando que la universidad direccionará su SUR hacia los cambios de época que experimenta la sociedad venezolana y ante lo cual la misma no puede aislarse, por el contrario, tener una participación protagónica.

Estas instancias propuestas, y en desarrollo la mayoría, encuentran espejo referencial en el proyecto de Ley de Educación Universitaria, así como instrumento útil para contribuir a concretar el segundo Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación, 2013-2019 y el Plan propuesto por el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología.

Ahora bien, es el caso, que vemos con profunda preocupación el desmontaje sistemático, de todas estas instancias y la clara intencionalidad regresiva hacía la universidad vieja, que no es otra que aquella al servicio del estado liberal burgués.

Lo construido hasta hora puede valorarse como una propuesta, pero también como una realidad con resonancia en estructuras administrativas del Estado, tal es el visto bueno dado por el CNU y su consideración en la estructura presupuestaria del año en curso.

Ante estos hechos que traducen intencionalidades impregnadas de veleidades ideológicas, proponemos iniciar una consulta amplia a todos los sectores de la comunidad universitaria tradicional, así como aquellos actores que vienen participando en la administración del hecho educativo en cada uno de esas instancias, Consejos Comunales, Consejos de Trabajadores, Campesinos, Empresas del Estado, Alcaldías, entre otras y que sea producto de esa consulta la que nutra las decisiones al respecto.

Aplicar correctivos a un sistema académico administrativo complejo como lo es una universidad, es plausible y por lo demás responsable, ahora; pretender echar por tierra una de las pocas propuestas transformadoras de la universidad venezolana es muy distinto.

Ciudadano rector y demás miembros del Consejo Universitario, aun están a tiempo de evitar concretarse, uno de los errores que seguro la historia restregará en las conciencias colectivas, sobre sus hombros recaerá la responsabilidad ante la patria, el haber pretendido una restauración hacia la universidad medieval y napoleónica portadora del eurocentrismo y la colonialidad.

 

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