La legitimidad y la UNERMB en los tiempos del Chicungunya

Según la OMS (2014), la llamada "chikungunya" es una enfermedad de tipo viral que se transmite al ser humano por la picadura de unos no muy simpáticos mosquitos o zancudos como los conocemos por estas tierras de Dios, (Por cierto: un tal "Aedes albopictus"), que aunque parecido y seguramente pariente, no es el mismo y ya famoso "zancudo patas blancas", transmisor del dengue. Según la misma fuente "…se describió por primera vez durante un brote ocurrido en el sur de Tanzanía en 1952". Al parecer "Chikungunya" es un vocablo de lengua Kimakonde, que traduce algo así como "doblarse" o "doblado", en referencia a la forma que adoptan los enfermos debido a los varios padecimientos pero sobre todo a los fuertes dolores musculares y articulares.

El primer caso en Venezuela se dio en los primeros días de junio de este mismo año, justo cuando en la UNERMB nos montaron en estas vacaciones interminables. Toda esta extraña introducción la hago por dos cosas: La primera, para seguir haciéndoles creer a mis detractores que "me las doy de intelectual" y, segundo; porque no es más que un ejercicio retórico que utilizaré como recurso discursivo.

De tal manera que buena parte del conflicto que hoy mantiene cerrada la UNERMB empieza (en su segunda fase por llamarlo así) casi al mismo tiempo en el cual la epidemia del chicungunya se desarrolla en toda la región y en el país. Y como a todo aquel que es víctima del virus en cuestión, justo en estos tiempos, la UNERMB, como si la hubiese picado uno de estos peligrosos zancudos, igualmente está paralizada. Ya he manifestado mi opinión sobre el conflicto, y lo hago porque me asiste el derecho de opinar sobre algo que es de mi incumbencia. Además porque a la UNERMB la he hecho parte de mi vida y porque como ya dije en otra ocasión, creo que desde el punto de vista político e histórico, en este preciso momento, la estamos cagando!!.

Estoy convencido que la UNERMB como todas las universidades experimentales o que dependen directamente de los lineamientos del ejecutivo, está llamada a ser la universidad (no la que queremos) sino la que el país y la región necesita. Sin embargo esta situación no es así, esto a pesar de los avances que sin duda alguna se hicieron en gestiones recientemente pasadas, con autoridades que surgieron de la propia universidad, por cierto.

Pero como quiera que sea creo que todos nosotros, al menos los que creemos en esto que llamamos revolución, somos culpables, yo así lo siento y lo asumo.

En cuanto a los intríngulis del conflicto, debo decir que a mi no me consta que la rectora o alguna otra autoridad sea corrupta, eso lo están denunciando otros. Lo que si es cierto es que ninguna de las autoridades ha dado al menos una aclaratoria convincente (o por lo menos que me convenza a mi) sobre lo que se les ha estado acusando, sino que por el contrario, se ha recurrido torpemente a la descalificación de los denunciantes. Lo que también es cierto y me consta, es que las condiciones generales de la universidad no son las más apropiadas. Y no es que en la gestión pasada estuvieran en óptimas condiciones, sino que en esta gestión se han profundizado los problemas y un sentimiento de anarquía y desazón se ha apoderado del quehacer diario universitario. Pero lo más grave, en mi criterio, no es solo que las autoridades no sepan defenderse, ni siquiera su ineficacia o incapacidad en resolver algunos aspectos puntuales, no, esas son consecuencias de algo más grave… Lo peor es que no existan ni siquiera algunos lineamientos generales de hacia dónde puede ir la UNERMB. Lo más grave es que no exista un plan general que se inscriba en una política específica de desarrollo para hacer de este tipo de universidades, la universidad que realmente se necesita. Y esto viene pasando ya desde hace rato. Es decir, que no es una falla solo de esta gestión.

Reitero, no tengo absolutamente nada en contra de la rectora o del vice-administrativo, no los conozco en persona, nunca los he visto ni he tratado aunque me han dicho que son de muy buen trato. Lo que si he visto, leído e inferido es que a ambos (y entre ambos) se les acusa y se acusan de hechos irregulares en cuanto a la administración de la universidad y creo, como ya dije, que las respuestas además de los comportamientos por parte de los denunciados no han sido satisfactorias ni mucho menos ejemplares.

Yo creo que a estas alturas del conflicto, tal como lo he planteado en las redes sociales, que la solución del problema pasa por la separación de las autoridades de sus cargos y que la manera más digna para éstas es que ponga sus cargos a la orden del Ministerio para forzar así una salida al conflicto, que.. "por el amor de Dios!!, (como diría mi abuela) afecta a muchas personas y afecta sobre todo a la credibilidad de la UNERMB como institución.

Quiero dejar en claro que no estoy pidiendo o esté de acuerdo con la renuncia de las autoridades porque esté convencido que son corruptos, no. Esa es otra de las fallas que encuentro en el bando que se opone a las autoridades; una denuncia de corrupción o dolo debe ser hecha ante las autoridades, ante el Ministerio Público y eso es algo que hasta lo que sé no han hecho, por eso y otras razones es que no me caso con este grupo. Sin embargo reconozco su derecho a la protesta aunque no esté de acuerdo con las formas en las cuales la ejercen.

Mi solicitud o mi convencimiento sobre la renuncia, tiene que ver con el hecho de que soy fundamentalmente un antropólogo (aunque mal intencionadamente solo hayan publicado mis notas de sociología) y desde la antropología política hago una lectura de la situación. En ese sentido, Esteban Krotz plantea que: "La legitimidad es una potencialidad cultural acerca de una autoridad.. para que se conforme con los principios reconocidos o las reglas o las normas aceptadas por la gente". Es decir, que cuando la gente (y cuando el autor habla de gente no solo se refiere a la gente "común y silvestre", sino que se refiere fundamentalmente a los factores políticos predominantes) considera que se han violado estos principios se genera un proceso de pérdida de legitimidad, ello sin que necesariamente los argumentos que se esgriman sean ciertos. Y continua Krotz: "…una cosa es legítima cuando la gente conviene en que es de algún modo correcta, apropiada o como debe ser". (2002:107). Con respecto a esto debo decir que creo que hay "mucha" gente que como yo puede creer que las autoridades no han actuado de forma "correcta, apropiada o como debe ser", por lo menos durante este conflicto en particular. No puedo ahondar más sobre la legitimidad por razones de espacio, pero para cerrar la idea esto tiene que ver por ejemplo; cuando nos preguntamos en la UNERMB acerca de quién está apoyando a quién, porque tiene que ver con los acuerdos entre los factores de poder para que la autoridad sea tal y sea reconocida como tal por la gente. Y, quiero dejar esto en claro; los acuerdos no se refieren necesariamente a hechos o pactos oscuros y mal intencionados entre los grupos, se refiere también a ideas, proyectos y compromisos políticos compartidos los cuales evidentemente entre los factores políticos de la UNERMB no existen en este momento.

De tal manera que, al igual que lo que pasa con el chicungunya, ese término africano que ya es de uso común, creo que lo mismo le ha sucedido a las actuales autoridades, las cuales al no saber cómo manejar el conflicto, al mantener la universidad cerrada y de tanto ser señaladas por los tomista con sus claras u oscuras intenciones, se tiene la sensación que en la UNERMB no hay autoridad.

Hoy en día, en estos tiempos el chicungunya nos ha afectado a todos de una manera u otra. Un ejemplo es la fiebre terrible que se ha manifestado en los cuerpos de aquellos que siempre (legítimamente o no) han creído que nacieron para ser rectores o algo por el estilo. También algunos sienten fuertes dolores de cabeza que los hace alucinar y creen que con un simple vaso de cartón pueden cortar o amedrentar a alguien.

Solo espero que aquella pregunta que le hizo el capitán a Florentino Ariza en el barco en "El amor en los tiempos del cólera" (García Marquéz. 1990) y que perfectamente puede adaptarse a la UNERMB: ¿Y hasta cuándo cree usted que podemos seguir en este ir y venir del carajo? No tenga que ver con la respuesta que dio Florentino Ariza y que tenía "…preparada desde hacía cincuenta y tres años, siete meses y once días con sus noches".

—Toda la vida —dijo.

lenincalderon@gmail.com

 



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