Pseudo-profesores que usen a estudiantes para campañas de odio político, deben ser destituidos

Parte de estas reflexiones las presentamos en: Adecos en Escuela de Estudios Políticos y Administrativos de la UCV (EEPA-UCV) exigen expulsión de profesor chavista http://www.aporrea.org/educacion/a188557.html

Es vergonzoso que adultos delincuentes con disfraz de autoridades académicas o profesores utilicen para su planes político-delictivos a ciertos grupos en edad adolescente a fin de desarrollar campañas de difamación, injuria, calumnia contra sud adversarios. Ocurre que en la adolescencia muchas veces se vive una encrucijada, si hacer el bien o hacer el mal y por eso se cae en tentaciones aventureras o invitaciones a ceremonias falsas. Se experimenta la sensación de que podemos cambiar el mundo de un solo golpe y en un solo día, aunque el mundo sea el producto de millones de generaciones pasadas.

Pero yo también tuve 18 años (hoy ya 34) y desde enero de 1998 he sido profesor universitario conviviendo con adolescentes. Conozco que por esa fogosidad de la edad temprana, muchas veces se emprenden aventuras radicales como las actuales guarimbas en Venezuela y otras experiencias que muchas veces son motivadas por la emoción antes que por el razonamiento.

El adolescente a veces olvida dialogar y prefiere imponer la fuerza como afirmación de su personalidad ante el grupo que lo rodea.

Como padre de familia que soy, me intereso por la protección de niños, niñas y adolescentes, llegando a ser abogado redactor d la ley de conciliación y mediación para la LOPNNA en el año 2010. Conciliación y Mediación son instituciones fundamentales para el diálogo y la democracia muy necesarias para la conflictiva Venezuela actual. Veo a cada estudiante venezolano como a mi propio hijo y por ello repudio que a millones se les incite a la violencia.

En efecto, hay adultos que ven en la juventud una masa influenciable a la que pueden manipular como ejército para sus conspiraciones en procura de satisfacer intereses propios que son distintos a los predicados, tales van desde tumbar a un gobierno hasta eliminar a un adversario político. Así llevaron al estudiantado al matadero con la estafa de las guarimbas. ¿Por qué profesores y dirigentes políticos no estuvieron al frente de las barricadas contra la fuerza pública pero si incitaban a los muchachos?

En Venezuela, el odio político ha sido usado como alimento para impulsar esas aventuras temerarias con adolescentes colocados en la primera línea, así ocurrió con los estudiantes opositores que se movilizaron contra la Reforma Constitucional en 2007.

A veces el odio aparece disfrazado de ideología política, algunos le llaman fascismo. Pero más allá de caer en denominaciones y etiquetas que dividen, lo cierto es que con odio no hay progreso ni contrato social, solo destrucción, miseria colectiva y guerra infinita donde ningún bando podrá jamás alzarse victorioso, aunque falsamente el triunfo aparente estar a la vuelta de la esquina.

El odio es salvajismo y quien es estudiante de las ciencias, debería superar esos modelos atrasados de comportamiento social para ascender y trascender a conductas más constructivas que apunten a la consolidación de conocimientos edificantes y productivos que realmente generen bienestar personal y colectivo.

En tiempos de tormentosa polarización política como la que vive Venezuela, no cabe duda que hace falta crear conciencia de paz, respeto a la diversidad y convivencia entre los hijos de un mismo país para ponerle freno a personas y grupos enfermos de odio que intentan fomentar la guerra civil entre hermanos venezolanos principalmente por diferencias políticas, pero también por condición social, raza, género o religión.

No es un tema de chavistas y antichavistas, sino de venezolanos que amamos a Venezuela y nos rebelamos contra una minoría intoxicada por odio ideológico que pretende empujarnos a una confrontación sangrienta entre dos bloques sociales en nombre de la supuesta lucha contra una dictadura y en rescate, dicen ellos, de la democracia, la libertad, los derechos humanos y un futuro de prosperidad.

En esa campaña de odio para lavar cerebros y promover la guerra civil, estas personas y grupos violan derechos humanos pues hacen uso indebido de la libertad de expresión y se valen de sus medios de comunicación, redes sociales, internet, para mentir, estimular el odio contra personas honorables, culpar a inocentes, absolver a culpables, difamar e injuriar, festejar el desprecio y la burla a otros, aplaudir insultos.

Pretenden hacer creer que está moralmente justificado perseguir, odiar y destruir al supuesto enemigo político, a quien además no se le reconoce derecho a la defensa ni el derecho universal a la presunción de inocencia, en fin, todo eso que enseñamos en la materia de Introducción al Derecho a nivel universitario pero que muchos lamentablemente no asimilan, por andar fanatizados dentro una supuesta lucha de autoproclamados próceres y libertadores que bregan la nueva independencia de Venezuela frente al castro-comunismo.



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Jesús Silva R.

Doctor en Derecho Constitucional. Abogado penalista. Escritor marxista. Profesor de estudios políticos e internacionales en UCV. http://jesusmanuelsilva.blogspot.com

 jesussilva2001@gmail.com      @Jesus_Silva_R

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