Monseñor Roberto Lückert usando sus marramuncias, desaloja a humilde familia

Ante la complicidad del partido político de la Cúpula Eclesiástica, y la anuencia de jueces corruptos, los curas violan flagrantemente las Leyes venezolanas. Todo empezó cuando el Arzobispo de Coro, estado Falcón, Roberto Lückert, recomendó a su abogada, desalojar a una familia que ocupa el apartamento propiedad de la Arquidiócesis falconiana, dicha familia está compuesta por cuatro (4) integrantes; esta familia tiene diecisiete (17) años viviendo en dicho inmueble, y entre sus integrante se encuentra una señora de noventa (90) años. El arzobispo de Coro, Roberto Lückert, fue denunciado, públicamente, por la contraparte, dijo que este proceso por demás amañado pretende desalojar a su familia de un inmueble ubicado en Caracas. Este delincuente, quien es, sacerdote de alta jerarquía uso todas sus marramuncias, para lograr el desalojo de esta humilde familia, toda vez que, aún cuando el apartamento se encuentra en Caracas, el expediente del caso está a cargo del Juzgado Primero del municipio Miranda, de la Circunscripción Judicial del estado Falcón, y siendo el fundamento ó alegato jurídico presentado por la abogada de Lückert; que el apartamento es, para albergar a unos seminaristas, que iban a un seminario; camaradas, estos “señores” siempre con la mentira por delante; nos preguntamos; entonces para qué coño están los seminarios; siendo la verdad verdadera, que Roberto Lückert, ya tiene negociado el inmueble; pisoteando la Ley una vez más, al no ofrecerle el inmueble a esta familia, que como reza la Ley, le corresponde el derecho de preferencia, por tener nada más y nada menos que diecisiete (17) años viviendo en dicho inmueble.

Los curas en Venezuela se han desatado; el domingo 11 de julio de 2010, en su programa Kiosco Veraz, el camarada Earle Herrera, hizo la denuncia de este atropello realizado por Roberto Lückert, dice Earle: “Que este inmueble fue donado a otro sacerdote de la Iglesia Católica, monseñor Ovidio Pérez Morales, y que éste último lo traspasó a Lückert. Ambos prelados, Pérez y Lückert, han figurado en varias oportunidades en los medios de comunicación opositores por sus prédicas contra la supuesta “tiranía”, “desmanes” y “arbitrariedades” del Gobierno Nacional, y a favor de la “justicia social”. Y entonces camaradas, esto no se entiende. Fíjense que cuando hay elecciones de cualquier índole, estos religiosos delincuente como el monseñor Lückert induce expresamente al electorado a votar a favor de los candidatos que adversan al comandante presidente Hugo Chávez.

Después de salir la sentencia que indica el desalojo de esta humilde familia, uno de los inquilinos se limitó a enviarle un mensaje al Arzobispo de Coro, estado Falcón, Roberto Lückert, casi de favor, que se ponga la mano en el corazón, camaradas, sabemos que van hacer, menos lo de ponerse la mano en el corazón. Y es que los curitas estos, argumentan que solo están ejerciendo su derecho. Con ello queda claro que seguirán robando al pueblo venezolano. ¿Qué hará el Ministerio Público con los curas delincuentes? Los delincuentes lo son sea cual sea su profesión. Eso sí, desgraciadamente, no todos los casos se denuncian. Se suele decir que el porcentaje de curas delincuentes es similar al de cualquier otra profesión. La verdad es que no tengo datos para debatirlo. Pero la impresión que tenemos la gran mayoría de los venezolanos es que el porcentaje de delitos descubiertos a estos curas delincuentes y no denunciados es muy superior en cualquier otro colectivo. Bueno, tal vez los políticos de la oposición apátridas estén bastante por encima. Oficialmente el Vaticano anima a denunciar los casos de curas delincuentes que conozcan. Sin embargo, cuando esos casos llegan a oídos del Vaticano no siempre se denuncian, alegando razones como el arrepentimiento del delincuente, enfermedad, avanzada edad o simplemente "para evitar un escándalo". Estoy de acuerdo en no diferenciar a los delincuentes por su profesión, y de tratar jurídicamente igual a un cura o a un mecánico o a un ministro. El caso es que la Iglesia se empeña en auto gestionar los delitos de sus propios empleados como si estuviesen exentos de cumplir con la ley. Es por cosas como ésas que las acciones de la Iglesia al final queda soterrada bajo un montón de basura. La iglesia, sin embargo, no denuncia estos delitos a la policía, los oculta y se enojan cuando son publicados en la prensa. La iglesia históricamente ha sido cómplice de muchos curas delincuentes. No existe ningún remedio en la lucha contra el crimen organizado de estos curas delincuentes, son cómplices y miembros activos de la delincuencia, estos curas se encuentran inmiscuidos con delincuentes de alto rango; camaradas para ejemplo un botón ¿Por qué estos curas, defienden a capa y espada a Mazuco?

Solo el pueblo salva al pueblo.


articulojoseantonio@hotmail.com

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José Antonio Velásquez Montaño


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