Rafael Ramírez en su laberinto (y el rentismo de Maduro)

En una entrevista que le hicieran a Rafael Ramírez el jueves pasado en el programa En tres y dos, Rafael Ramírez tuvo la oportunidad de defender su gestión como presidente de PDVSA y como Ministro, de las acusaciones hechas contra él en la Asamblea Nacional. Solo dijo que iba a demandar a esa Asamblea por haber sido calumniado. Pero dijo algo más y más importante que eso de la demanda y su reputación.

Todo lo  dicho se resume en esto, primero, que independientemente de las consideraciones políticas del caso él se iba a defender de esas calumnias para limpiar su reputación. Y segundo, y sin poderse contener, al final tuvo que hablar, inevitablemente de razones políticas, porque estas son el recurso argumentativo idóneo para  que la gente chavista llana pueda comprender su situación y su posición actual. Comencemos por las últimas, para que se comprenda su presente dilema.

Las razones políticas que justifican todas las decisiones tomadas desde su despacho están en Chávez y en su política revolucionaria de Plena Soberanía Petrolera. Él lo dijo, y es cierto. No hubo ninguna decisión tomada por su despacho o  por él que no estuviera refrendada por Chávez, o que no hubiera sido discutida con el presidente Chávez, analizada, planificada. Eso lo dijo en el programa citado y nosotros estamos convencidos de que fue así. Más adelante Ramírez hizo  un resumen sucinto de todos los logros más importantes que resultaron de la política petrolera del gobierno de Chávez, luego del golpe del 2002 y del sabotaje petrolero del mismo año. A saber, la redacción de la Ley de Hidrocarburos, la captura de la renta en manos de las trasnacionales, la migración de los Convenios Operativos a empresas mixtas con el control accionario del Estado Venezolano; el cobro de regalías por el uso de las tierras por las compañías foráneas, el cobro del 50% de impuestos sobre la renta a las compañías que pagaban, cuando lo pagaban, el 1%; en fin, la captura de la renta petrolera a favor del pueblo venezolano convertida en Misiones sociales como la Misión Barrio Adentro, Misión Robinson y Misión Ribas, las Grandes Misiones, como la Gran Misión Vivienda Venezuela etc., La recuperación de los muelles, la eliminación de las tercerizaciones, la creación y potenciación de una flota propia de transporte petrolero, de tanqueros y súper tanqueros etc. Captura de la renta para pagar la deuda social y para construir la base material de la revolución

Sin embargo, en el instante en el cual Ramírez hablaba de esto, cortaron la entrevista para ir a un pase con la firma, de Eulogio del Pino con los chinos, de unos convenios de explotación por 2000 y tantos millones de dólares para la producción de 800 mil barriles de petróleo diarios. Los chinos con PDVSA. Y no pudimos seguirle el cuento a Ramírez por este motivo.

Aquí comienza el laberinto.

Eulogio del Pino, no hace mucho declaró como un éxito de la petrolera haber firmado nuevos acuerdos donde se incentivaba la inversión a través de cambios en los nuevos contratos o acuerdos, otorgándoles a las concesionarias el 80 % del control accionario contra el 20 % del Estado venezolano, además de devolver los muelles a los antiguos dueños privados y otras empresas de servicio, arguyendo que no eran rentables al país: remolcadores, etc.. Tanto así fueron sus declaraciones que el mismo Elías Jaua tuvo que escribir, indignado, escandalizado, en contra de estas decisiones, que en su mayoría revertían todo lo hecho y logrado por Chávez en 10 años (eso se puede buscar y leer en Aporrea)

Por otra parte y aunque usted no lo crea, Oswaldo Cisneros hoy día se ha hecho dueño de una de las empresas extractoras de la Faja del Orinoco más rentable del todo el país, Petro Delta, “Su meta es incrementar la producción de PetroDelta desde 40.000 hasta 115.000 barriles diarios en el transcurso de los próximos tres años” dice la información. Cuarenta mil barriles de petróleo diarios no lo produce ningún productor de petróleo pequeño o mediano, así será el negoción para Cisneros. Y si él asegura que va aumentar la producción es porque de alguna manera tiene el control operativo de la empresa.

En tiempos de Chávez esto, simplemente, hubiera sido inaudito. Pero es así. Hoy la petrolera está “de su cuenta”. O, más bien, a cuenta de los intereses foráneos que van desde Schlumberger, pasando por Emi, Total, Rossnef, China Petrolium, India, Repsol, hasta Oswaldo Cisneros. Todas haciendo nuevos acuerdos donde convinieron tener el control operativo de las empresas, es decir, en volver al esquema de los “Convenios Operativos” y Contratos de servicios, disimulados quizá con otro nombre, como suelen hacerlo los asesores del gobierno.

¿Qué fueron los convenios operativos?

“En el año 1992, la meritocracia ya con el control absoluto de PDVSA ejercería su poder (…) y comenzar a otorgar derechos de explotación y producción sobre áreas reservadas al estado venezolano, utilizando la figura de que eran simples contratos de servicio. (…) y mediante una adjudicación directa producida en 1995 se procedió a ceder la actividad (a las empresas extranjeras)” Es decir, fue una entrega de la captura de la renta, y de toda la actividad de extracción comercialización y venta del petróleo a las compañías extranjeras, vendidas como contratos de servicios y que luego llamaron Convenios Operativos… “Así llegamos a una situación absurda el año pasado, cuando nos dimos cuenta de que a una de estas empresas operadoras de los convenios operativos había que pagarles, cada dos días, un, millón de dólares por producir petróleo, como parte de un incentivo que se le estaba dando a las empresas por estar en el país. (…) Al ser insostenible económicamente, esto iba a desembocar en una privatización de facto  (…)”  (Esto lo dijo Rafael Ramírez ante la Asamblea Nacional explicando la política de Plena Soberanía Petrolera, al presentar la propuesta de modelo marco de Empresas Mixtas).

“En este proceso de migración de Convenios Operativos a Empresas Mixtas estamos revirtiendo a favor del Estado el 60 % de las áreas en las cuales operaban los convenios operativos. Estos estaban operando en 40.000 Km2 y ahora el plan de producción para las empresas mixtas estima como suficiente 15,000 km2”  lo dijo Rafael Ramírez en la Asamblea Nacional en el año 2006.

Sin embargo, esta relación hoy ha sido alterada, otorgando a las trasnacionales casi todas las áreas explotables y en unos convenios de  empresas mixtas  donde la relación accionaría favorece el control operativo a las trasnacionales. Es decir, que las decisiones sobre precios, cálculos de costos de producción, de pérdidas y ganancias las deciden ellos; vuelven a caer los tiburones sobre la renta del petróleo.

¿Cómo puede defenderse políticamente Rafael Ramírez sin denunciar por carambolas la entrega nuevamente de nuestra industria petrolera a manos de las trasnacionales por parte del gobierno de Maduro? 

Es por eso que solo piensa en demandar a la Asamblea Nacional para defender su reputación y no poner en evidencia al gobierno. Las dos veces o tres que lo han entrevistado no se ha podido escuchar el cuento político completo. En la última entrevista hecha por Walter Martínez, también la cortaron para que viéramos a la Orquesta Aragón. El gobierno tiene miedo de que Rafael Ramírez los descubra en sus disparates con la regresión de la política de plena soberanía petrolera de Chávez a nuevos Convenio Operativos, o empresas mixtas chimbas.

Y a su vez Rafael Ramírez tiene miedo de que el gobierno lo mande como cónsul de  Liberia o de las Islas sándwich. Por eso no insiste en defender su gestión con argumentos políticos, como debe ser su defensa. Nosotros creemos que no existe otra defensa de su gestión que no sea política, porque Rafael Ramírez fue un fiel servidor al presidente Chávez e hizo todo junto a él, independientemente de los casos de corrupción y robo que se le imputan y por los cuales piensa demandar a la Asamblea.

Creemos camarada Ramírez que usted no tiene nada que perder al defender su gestión en la empresa y en el Ministerio y defender a Chávez, que es de lo que se trata todo esto al final. Tuvieron que falsificar el Plan de la Patria para poder justificar esta nueva entrega de nuestra soberanía y de nuestros recursos, porque, en el fondo del asunto, el rentismo petrolero continúa y se fortalece, solo que ahora la renta será capturada de nuevo por las trasnacionales y los empresarios parásitos de este país.



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Héctor Baiz

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