Propuesta contra la Corrupción

¿Cambio de época? El buen revolucionario Correa lanzó esta frase sobre lo que se requería. Cambiar una época es de la historia, de la que se escribe y se escribirá sobre los sucesos que acontecieron, y medio acontecen, especialmente en la Latinoamérica de Chávez, de Lula y de Kirchner, con importantes ecos del pasado, con Daniel Ortega, curtido revolucionario, con Raúl Castro, de moderada gestión revolucionaria, muy hacia la reflexión con visión economicista tal vez por haber llevado tanta leña gringa. Y con las frescas figuras emergentes de Correa y su revolución Ciudadana y de Evo, duro indigenista guiado por el verbo y accionar de los tres primeros, y en especial por “Hugo”, y de Cristina y Dilma, grandes sucesoras.

Como el presidente Maduro, luego del desastre del 6D (por las causas que todos entendemos), ha insistido en darle un revolcón a todos los revolucionarios para salvar la Revolución Bonita de Chávez, queremos solicitar a todos los dirigentes del Gran Polo Patriótico, y a sus dirigentes emergentes, y a todos sus copartidarios, por si acaso fallan algunos, o muchos, para que se inicie, de una vez por todas, y con urgencia un “Proceso Contra la Corrupción” (PCC), que es el azote del continuismo de la IV república completica. Incluyendo, como es de esperarse la denuncia de los independientes en general. Incluso hasta de los opositores.

Buscando cómo hacerlo efectivo donde nadie se vea, ni se sienta, sujeto a retaliaciones de cualquier tipo, proponemos que se “abran espacios receptores de denuncias”, buzones, cajas, protegidas y selladas, a lo largo y ancho del territorio, y más allá, (oficinas públicas, Pdvsa, Bicentenarios, Mercales, militares, policías, etc.) donde todos y todas, sin identificarse denuncien los casos que conocen o que han oído donde funcionarios, miembros de los partidos, etc., han actuado y actúan dañándolos, o dañando a sus familiares, a su comunidad, a su municipio, a su estado, a Venezuela y por ende a la Revolución. Y de privados, personas y empresas, y cooperativas, la mayoría contratistas y de mucho billete, que son los que buscan y a los buscan. Que se evalúen sus pertenencias.
No importa que se hagan falsas acusaciones. Algunas que no estén sustentadas. Lo importante es hacer denuncias para que internamente se investiguen y de ser ciertas se desenmascare a tantos “funcionarios corruptos” (que según se escucha hay por todas partes y a todos los niveles). Lo complejo será quiénes estarán encargados para revisar cada caja de denuncias. Pueden ser equipos de tres o de cinco. Con escaneo de documentos, para que quede constancia. Ya se debatirá cuál es el mejor mecanismo, pero que aparezca.

En fin, debemos detener lo que está mermando la credibilidad de los chavistas en su dirigencia. Que se salven los buenos, que sí hay, aun los atractivos negativos que siempre gravitan alrededor de donde se mueve el poder y los billetes. Tentaciones a granel, propias e infundadas. Que se jodan los malos.

Como será una evaluación interna, privada, la conchupancia que dicen hay en muchos niveles, y es lo que uno oye, se calificará ella misma y por lo menos debe buscar cómo bajar su corrupción y dejar de actuar de mala fe contra la revolución. Los contrarrevolucionarios chavistas.


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Simón Lacise


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