Aquí estoy de nuevo por estos predios. Me había ausentado por unos días pues me estaba estrenando como abuelo, y no todos los días uno tiene la dicha de ver nieto por primera vez. Rodrigo Martín Meneses, así se llama mi nieto y nació en la parroquia más chavista de Valencia (a nuestra querida Norma dejo el encargo de revelar el nombre), y no tengo la menor duda que será un revolucionario como todos quienes le queremos y soñamos con un mundo de justicia, paz, libertad, igualdad y amor.
Resulta que Rodrigo debió nacer el Día del Zapatazo pero al parecer no quiso perderse el memorable hecho y se adelantó por tres días y llegó al barranco civilizado con los ojos abiertos, como queriendo enterarse prontamente de los sucesos de este mundo.
Como todos los niños, Rodrigo llegó cargado de amor y esperanzas, luciendo una bella sonrisa. No sé si burlándose del carnicero de la Casa Blanca.
El mundo lo recibe, por un lado, con muy malas noticias, pero por otro, con reconfortantes acontecimientos. Entre estos últimos, la agonía (que algunos confunden con una crisis más) del orden civilizado y del sistema capitalista mundial; ambos han condenado a la humanidad a vivir la más brutal mentira, construida sobre la base de relaciones de explotación, opresión y discriminación entre los seres humanos y en la destrucción ambiental de nuestro planeta. Las malas noticias son las consecuencias de estas relaciones: La descomunal recesión económica que ahora agobia a los grandes países capitalistas, los crecientes índices de desempleo, la pobreza creciente entre las clases explotadas y discriminadas, las crisis alimentaria, energética, ecológica y ética que se abaten sobre el barranco civilizado.
Entre otras buenas noticias que reciben a Rodrigo destacan el derrumbe del imperio norteamericano y el surgimiento y desarrollo de la nueva unidad latinoamericana. Los sucesos en este último renglón son muy halagüeños y el cambio de época iniciado en Nuestra América desde la patria venezolana con la Revolución Bolivariana se expande y consolida.
Igualmente buena, la convocatoria a referendo para aprobar la enmienda constitucional que permita al camarada Chávez postularse como candidato en 2012 y a nosotros el derecho a elegirlo para un nuevo período presidencial, para garantizar que el proceso bolivariano continúe su marcha victoriosa hasta alcanzar la suprema felicidad social para todo el pueblo venezolana sobre la base de la ética socialista y de un sistema social productivo que respete y preserve el ambiente.
Lamentablemente Rodrigo no está en edad de votar, pero nosotros sí, y votaremos afirmativamente para apoyar la enmienda constitucional, porque es la única forma de continuar construyendo un futuro digno y humano para él y todos los niños y niñas que están naciendo y creciendo en la patria venezolana.
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