La estatización de las clínicas privadas

El accidente coronario del ex canciller Alí Rodríguez Araque en meses pasados, nos lleva a asociarlo con la amenaza de estatización de las clínicas privadas.

El presidente en muchas de sus intervenciones ha tratado el tema de la privatización de la salud como un mal que afecta a cualquier sociedad empobrecida como la nuestra. En Venezuela, sólo un pequeño grupo de compatriotas, entre ellos nuestro querido ex canciller, a Dios gracias, tiene acceso a los servicios privados de la medicina.

¿Por qué el ex canciller no recurrió a los servicios hospitalarios públicos cuando presentó su accidente coronario?

La respuesta es elemental: porque hubiese muerto.

La cardiopatía isquémica, en cualquiera de sus fases, cursa con una elevada tasa de mortalidad. Su manejo diagnóstico y terapéutico amerita de modernas y costosas técnicas de angiografía coronaria y angioplastias con las cuales cuenta quizá sólo uno que otro hospital universitario en Caracas, Maracaibo, Valencia, Barquisimeto y posiblemente Mérida.

El costo en el mercado de un stent, que son pequeñas prótesis que se colocan en el interior de las arterias coronarias para garantizar su dilatación y adecuado flujo sanguíneo al músculo cardíaco, gira en torno a los 30 millones de bolívares cada uno. Hay pacientes que ameritan hasta cuatro.

La triste realidad para un venezolano de a pie, incluido este servidor, es morirse sí llegásemos a presentar un accidente coronario, porque el costo del procedimiento e insumos, sin tomar en cuenta honorarios profesionales, lo hace inaccesible al bolsillo ya que sólo en centros “privados” se cuentan con ellos y eso lo sabe el ciudadano Presidente.

Ahora bien, si eso lo sabe el Presidente ¿no es mejor contar con esa tecnología en nuestros hospitales que arremeter en contra de la medicina privada y sus costos?

La medicina privada no es una causa, es una consecuencia de malas políticas en materia de salud de todos los gobiernos, incluida la propia revolución. La medicina privada ha sido un mal necesario en Venezuela. Surgió como una alternativa al principio y luego se hizo necesidad ante la falta de respuesta gubernamental a los avances de la medicina moderna. Nuevos procedimientos diagnósticos y terapéuticos aparecían en el mundo médico ante la mirada indiferente de un Estado retrógrado, negativo a los avances de la medicina. Poco a poco nos fuimos quedando rezagados; hay informes serios que dan cuenta de un atraso de 50 años en materia de progresos en tecnología médica en Venezuela. De tal manera, que mientras todos estos avances se han dado y se siguen dando, la medicina privada, quien sí ha ido a la par de los mismos, dejó de ser alternativa para convertirse en necesidad de vida y se transformó, con el correr de los años, en un lucrativo negocio para sus dueños y de esto no se les puede culpar.

De ahí, que estatizar no creemos sea la solución; impedirle a una minoría de venezolanos su derecho a la salud por el simple hecho que pueden costeárselos, como es el caso del ex canciller Rodríguez Araque, es inconstitucional y mezquino. Así como el Estado Venezolano tiene el deber constitucional de brindar salud y no lo hace o no puede, el ciudadano tiene igualmente el derecho constitucional a ella y nadie se lo puede restringir aunque sean costosos y especulativos ¡que más nos queda!

El día que en prensa leamos:

¡El ministro de salud fue ingresado en los Magallanes de Catia para colocación de un stent! sabremos que el objetivo en materia de salud por parte del Estado Venezolano fue alcanzado y no habrá necesidad de estatizar nada porque simple y llanamente las clínicas privadas dejarán de ser una necesidad y un mal negocio para su dueño.

Manifestamos nuestra complacencia por la recuperación del ex canciller y felicitamos al equipo médico venezolano, asumo, que atendió a Alí Rodríguez Araque y a la institución “privada” que fue garantía de su recuperación.

¡El que tenga oídos que oiga!

Nota: Quien refrenda este artículo, está en proceso de jubilación.

Después de treinta años de ejercicio de la medicina en instituciones de salud del Estado Venezolano, 26 de ellos dedicados a la práctica de la cirugía general, se va con la tristeza de haber laborado dentro de un mar de necesidades; ante la indiferencia de los gobiernos de cuarta y de quinta; lidiando con la miseria del dolor humano; en condiciones desde todo punto de vista indignas a la condición humana y en donde el único responsable es el Estado Venezolano y no los dueños de clínicas.


(*)Médico

elieceralvarado@hotmail.com


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Eliécer Alvarado(*)

Médico y revolucionario.

 elieceralvarado@hotmail.com

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