Una de las mejores formas de conocer en profundidad el problema del Esequibo, sería leer el libro del escritor Earle Herrera "Porqué se ha reducido el territorio venezolano", me parece que fue su Tesis de Grado en la Escuela de Comunicación Social de la UCV, que he debido volver a revisar casi completo, porque Earle (quien no me dio clases en toda la carrera) hace un minucioso desarrollo de los acontecimientos desde que Venezuela era simplemente parte de un territorio que pertenecía a la corona española. Por lo que los problemas limítrofes se producían entre los imperios español y portugués, no entre colonias. Ese punto de partida es realmente importante, porque, como buen periodista, y buen escritor, Earle va desmenuzando paso por paso, todo el desastre que cometieron los imperios, incluso con la incorporación del imperio inglés a posteriori, que fue el más nefasto de todos.
Pero más condenable, más rastrero, más vendido, fue el comportamiento de una élite venezolana que estúpidamente hizo lo mismo que Gómez cuando le mandaron a un hacendado gringo, para que hablaran de tierras, de caballos, de campo y de leyes petroleras. Esto, para que el caudillo le dijera, hagan ustedes las leyes, que son quienes saben de eso. Ignoraba el "Chácharo" que ya a comienzos del siglo pasado, había gente en Venezuela, que no solo sabía de petróleo, sino de qué hacer con él. Pues los mismo ocurrió con el territorio venezolano, que en el principio tenía 2.8 millones de kilómetros cuadrados, pero que, culpa de los vendepatrias, hoy solo tenemos 916.445. Es decir, que el país ha perdido casi dos millones de kilómetros.
Las redes sociales están llenas de videos de gente de la oposición cuya sentencia es, si ya Guyana llegó hasta allí, déjenle eso. Casi que dicen, pobrecitos los negritos porqué los van a sacar después que hicieron sus casitas y sus calles para vivir. Es posible que eso mismo dijeron algunos palestinos del pobre pueblo judío, y miren hoy los resultados.
El problema no es tan simple y tan vacuo como se le pretende ver. Todo lo contrario, es profundamente complejo, porque el territorio en reclamación está dividido por un río que tiene 1.014 kilómetros de largo y 20 de ancho, y una cantidad de islas, algunas de 54 kilómetros cuadrados. Y no es de gratis que los guyaneses estén siendo incitados por las trasnacionales petroleras. Expertos en Venezuela aseguran que el tamaño de las riquezas de allí, además del petróleo, es incuantificable, hasta ahora.
Es necesaria la pregunta, por qué hay que entregar un territorio que es propiedad de Venezuela. Definitivamente no hay forma de que esta oposición entienda nada.
