Alguna vez Marx definió a la religión como "opio de los pueblos", definición que debió ser una conclusión luego de estudiar la historia de las religiones en el mundo y su papel como modificador de la conducta de los individuos. Pero en tiempos de Marx, quien murió en 1883, 53 años después de la muerte de Bolívar, a quien por cierto nombra y cuestiona en un libro titulado "Escritos para América Latina", no existió un elemento tan preponderante en la sociedad de hoy, como ese monstruo sagrado del siglo XX que por allá pasado los años 50, los investigadores Theodor Adorno y Max Horkheimer, definieron como Industria Cultural.

Y corrió mucha agua bajo ese puente, tanta, que ni siquiera ellos pudieron imaginar que ese monstruo sagrado, se convertiría en una mácula que ensombreció todo a su paso. No tenían cómo avizorar en qué se convertiría esa incipiente industria cultural que ya asomaba sus garras como forma de dominación que trascendiera la violencia. Esa industria cultural absorbió todo a su paso, la conciencia, los sueños, las esperanzas, la fe y la religión. Fue el más exitoso método de adoctrinamiento creado por el capitalismo, ayudado por la tecnología que logró concentrar todo ese conocimiento y toda esa capacidad en el instrumento más acabado que se haya inventado, el epítome del poder: las redes sociales, la síntesis de lo que es el hombre nuevo, la conversión de la mediocridad en el éxito, la creadora de la nueva cultura, vacía y convencida de que la estupidez es la nueva forma de vivir. Se perdió la lectura y con ella sus dos hijas privilegiadas: la conciencia y la reflexión.

Por ello es que cuando buscamos el nuevo liderazgo, todo está caracterizado por la cretinización, por la mediocridad, por la ausencia total de sindéresis, de reflexión, de análisis, de ponderación, de sensibilidad, perdieron la conciencia de que actúan para seres humanos. Es el nuevo liderazgo que al despertar no enciende la radio para escuchar las noticias, o ver los noticieros en el televisor, nada de eso, mira el teléfono para chequear cuántos seguidores se le sumaron, sienten un enorme orgullo si tienen 55 mil, que se lo restriegan a sus contrarios. Estólidos ellos y estólidos los electores. Como diría Alí Primera: "claro han pasados los años/ ya no es como en antaño/ a mí me duele más esta esclavitud/ somos esclavos de esclavos/ nuestro amo tiene amo/ a mí me duele más esta esclavitud/ problema de generación/ no sé si lo planteo claro/ pero para mí hay una de dos/ una es destruir al amo/ y dos es tener un hijo esclavo".

Pero esta esclavitud trascendió todo eso. Es mucho más complicada, porque la gente no sabe que la están condicionando para nuevas formas de esclavismo; no sabe que está siendo convertida en autómata para que haga exactamente lo que el poder quiere que haga. Es lo que explica que a un pueblo como el argentino, con niveles de formación y de cultura, no le parezca repugnante un personaje como Javier Milei, que es procaz, prosaico, irrespetuoso y paranoico, sino que lo vea como un Por qué no.

Es por ello que el pueblo colombiano eligió al uribismo en la contienda de este domingo, y puso a gente de la ultradrecha y al paramilitarismo al frente de las alcaldías de Bogotá, Medellín y Barranquilla, a pesar de que se acaban de descubrir hornos crematorios donde asesinaron y cremaron no se sabe a cuántos colombianos inocentes. Cómo se produce ese resultado cuando los paramilitares están declarando en EEUU, todas las aberraciones planificadas por Álvaro Uribe. Y derrotan a una persona honorable, decente, respetuoso, estadista, que está dando su vida por ellos, probablemente el mejor presidente que hayan tenido en la historia de Colombia.

Es por ello que una cantidad importante de venezolanos, insiste en que María Corina Machado sea la candidata presidencial en la contienda del 2024, a pesar de que saben que está inhabilitada, por una de las razones más cuestionables como es la traición a la patria. Aceptó ser diputada de Panamá para ir a la OEA a pedir que enviara fuerzas de ocupación a invadir a Venezuela. Por cierto, una de las mejores definiciones de este personaje, lo hizo el articulista José Manuel Rodríguez, quien escribió: "María Corina es, tal vez, la dirigente de oposición que maneja con más firmeza el asunto de quebrantar a este gobierno: no da cuartel, no negocia, buscó siempre el apoyo imperial -lo tiene totalmente- y defiende su intervención. No fue una simple ocurrencia eso de "hasta el final".

Y sí, todo ese liderazgo, que es mundial, creo que salvo Putin y Zi Jinping, o alguno que otro más no entran en ese combo, es igual de ausente. Todos están signados por la prepotencia, el complejo de superioridad, el narcisismo que son elementos que contribuyen a una disociación sicótica, separados por completo de la conciencia real.

El problema es que quizás lo más preocupante de todo esto, es que no son ellos los fenómenos, sino los millones de personas que creen que ellos tienen la razón. Gente que fue a la universidad, que tiene estudios, que ha leído, con ciertos niveles de raciocinio, pueda creer que personas como esas puedan ser la respuesta a la crisis de un país. Como dice Galeano, el mundo al revés.

Cómo entender qué va a ocurrir en el futuro. No hay análisis posible para prever el comportamiento o las posiciones de algún líder político. Nada está en su lugar… Peor aún, se mueve con demasiada rapidez.

Caminito de hormigas…

"Estoy diciendo Olmos, que no le siembren a la gente esas ilusiones del bendito aguinaldo. Que el gobierno vea primero y determine si puede hacer un sacrificio y pagarle algo a la gente. Porque si después no puedes pagar un coño, pues te encuentras a la gente maldiciendo, como de costumbre. Es la misma mierda que pasa con el pernil, lo ofrecen y después aparece un Alcalde en conchupancia de los militares y algún diputado, se reparten esa vaina y dejan a la gente sin su vaina. Coño Olmos, el gobierno tiene ese rechazo tan arrecho y sigue cometiendo esas cagadas. Y los dirigentes de los barrios son los que nos jodemos. Allá jodieron a un viejito miliciano, pobre hombre. Pero cómo se le ocurre ponerse una franela con Superbigote y una gorra, se encontró con dos malandros que se le acababa de morir la madre porque no la atendieron en la CHET, y le entraron a coñazos", me contó un jefe de una UBCH.

Rafael Rodríguez Olmos

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