Crónicas cotidianas

A veces hasta quiero llorar

Al contrario de los colectores comunes y corrientes, que son no solo groseros y maleducados, sino hiperquinéticos y paranoicos, Armando tenía una forma de conducirse que más bien llamaba la atención. Colgado del pasamanos del autobús, que era la forma en que yo más aire percibía, y menos me contaminaba, estábamos casi pegados. Mientras contaba, sonreía y miraba que lo estaba mirando. "Hay que llevar la cuenta, maestro", me dijo. Listo, me dio la patica. Ahí comencé a jorungarlo, a entrepitear su vida. Le comenté que me sorprendería lo calmado que era, cuando sus colegas son groseros, mal educados y maltratadores. Me sorprendió su historia. Y además era el primero que había vivido cosa semejante.

"Acá vino un señor boliviano que era tremendo carpintero. Vivía al lado de mi casa en Petare, allá en Caracas. A mi papá lo habían matado en un atraco como ocho meses atrás, yo tenía como 5 años, mi hermanita tenía 4 y Jacinto, el más chiquito que tenía dos. Mi mamá, viuda y sin plata, hacía comida para vender. Por ahí por la casa, había muchos talleres y negocios y mi mamá les vendía a todos. Siempre le llevaba la comida a ese señor y al ayudante. Hacía muebles. Pero después comenzó a ir para la casa a comer. Mi mamá le daba la comida, tomaba café y después se iba para el taller. Al poco tiempo se pusieron a vivir y hasta era mejor gente que mi papá. Nos quería mucho y nos protegía. Y como al año mi mamá salió embarazada de mi hermanita Rosario, que se llamaba como la mamá de mi padrastro. Siempre teníamos de todo. Él no quiso que mi mamá hiciera más comida para vender. Los domingos salíamos todos al parque, nos brindaba helados. Después se compró una camionetica. Ganaba mucho dinero y lo guardaba todo. Ya yo iba pa´l liceo y él me enseñaba carpintería en mis ratos libres. Hizo que todos estudiáramos. Nos trataba bien siempre. Como tres años antes de que comenzara la pandemia, él nos dijo a todos que vendiéramos y nos fuéramos para Bolivia porque su hermano le dijo para montar un negocio de madera. Mi mamá aceptó y mi padrastro vendió todo aquí y nos fuimos".

Entre parada y parada, estar pendiente del cobro, separar el dinero, Armando narra, que en Bolivia les iba muy bien. "Teníamos cinco años por allá. Yo comencé a ir a la universidad, todos estudiábamos; y un día mi padrastro se fue por un barranco con un camión cargado de madera. Pasaron cinco días para poder sacar el cuerpo. Creo que mi mamá amaba demasiado a ese hombre, por se enfermó como a los ocho meses y duro dos más. Nunca supimos de qué murió, mi hermana dice que, de tristeza, los médicos nunca supieron. Y después me entró eso de regresarme. Así que me vine a Caracas para casa de un hermano de mi mamá, pero se estaba mudando para acá para Valencia. Así que me vine con él. Me puse a trabajar en una maderera que está por la avenida Las Ferias, pero eso no paga nada, así que me puse a trabajar de colector".

Armando dice que gana dinero, pero que no le gusta el trabajo. Y, además, los hermanos quieren que regrese a Bolivia. "Se vive muy bien allá. Yo ganaba dinero y no debí venirme. Mi hermana tiene novio y bueno, ella es la dirige a la familia, a mis tres hermanos. Creo que antes de diciembre me voy otra, porque yo no tengo a nadie aquí y no quiero que mis hermanos estén solos".

.- Y te la llevas bien con los bolivianos

.- De maravilla. Son muy buena gente. Los cholos, pues. Es gente muy trabajadora. Allá se gana dinero, se gana mucho dinero, hay fuentes de empleo y hay muchas cosas que hacer.

.- ¿Qué te queda de la vida de Petare?

.- Recuerdo mucho a mi padrastro. Era un hombre bueno y trabajador y amaba mucho a mi mamá. Allá deben estar juntos. Yo los hubiera querido tener mucho más tiempo, por lo menos hasta que conocieran a sus nietos, pero todavía ni siquiera me he casado. Él me hubiera apoyado de primerito. Cuando pienso en ellos, a veces hasta quiero llorar.



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Rafael Rodríguez Olmos

Periodista, analista político, profesor universitario y articulista. Desde hace nueve años mantiene su programa de radio ¿Aquí no es así?, que se transmite en Valencia por Tecnológica 93.7 FM.

 rafaelolmos101@gmail.com      @aureliano2327

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