Algunas diferencias entre “vanguardia” y “cúpula”

 


 

Una vanguardia es una mayoría anticipada, no lo que queda cuando se ha perdido el 80% de los electores.

Una vanguardia conquista su permanencia y no falsifica el rostro de su representatividad.

Una vanguardia inventa nuevos lenguajes para nuevas situaciones, no desgasta consignas y banderas históricas por ser un grupo sin palabra.

Una vanguardia anticipa una nueva ética social, no calla sus fallas ni protege delicuentes.

Una vanguardia es antiimperialista, no propone pactos de amor con empresarios internacionales disuestos a violar territorio, sacrificar indígenas, arrasar conquistas laborales, contaminar ríos y tierras.

Una vanguardia pone una “rodilla en tierra” como expresión de fidelidad a los principios, y no “las dos rodillas y las dos palmas” para ser violada por consorcios mineros de capital globalizado.

Una vanguardia no niega los derechos conquistados, no impide que estos se ejerzan aprovechando el ejercicio de la violencia.

Una vanguardia defiende la vida de los más humildes, de los más pobres, no se hace responsable de la muerte de miles de personas por falta de medicinas (en derecho lo llaman “homicidio culposo”).

Una vanguardia no paga dolosas deudas internacionales, en condiciones pactadas por corruptos y estafadores, no esconde las cifras de su fracaso.

Una vanguardia impone un comportamiento intachable, no se deshace entre ladrones para repartirse 500 mil millones de dólares robados a la nación.

Una vanguardia señala los vicios de sus enemigos, no los adopta con vanidad y los muestra con prepotencia de nuevo rico.

Una vanguardia es autocritica constante para mantener la pureza conceptual, no es una máquina de pequeños Stalin con lágrimas de balas para amedrentar a quien piense distinto.

Una vanguardia es vanguardia mientras logra imponer iguales derecho para todos, no los atropella, los falsea, los cancela por su mera supervivencia en el poder.

Una vanguardia cambia las reglas de juego para que las mayorías puedan hacerse vanguardia, puedan hablar por sí mismas, y no exige silencio a cambio de prebendas.

Una vanguardia es una intachable referencia, no autoritarismo ciego ni incapacidad impuesta.

Una vanguardia revela las trampas del enemigo, no las impone para ocultar su debilidad y su humillante minoría.


 



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Alejandro Bruzual

Alejandro Bruzual es PhD en Literaturas Latinoamericanas. Cuenta con más de veinte publicaciones, algunas traducidas a otros idiomas, entre ellas varios libros de poemas, biografías y crítica literaria y cultural. Se interesa, en particular, en las relaciones entre literatura y sociedad, vanguardias históricas, y aborda paralelamente problemas musicales, como el nacionalismo y la guitarra continental.


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